Crisis energética en Europa: crece el uso de pellets para calentar las casas

Si ha habido una época reciente en la que los países hayan recordado la importancia de la seguridad energética, es la que viene viviendo el mundo desde el 24 de febrero de 2022, fecha en la que comenzó la guerra en Ucrania.
Las altas tarifas de la energía en el continente europeo, ligadas a la guerra y a las sanciones impuestas a Rusia, gran proveedor de gas, han llevado a los consumidores a buscar alternativas más baratas a las clásicas calefacciones eléctricas o al gas natural. En ese proceso, la biomasa ha cobrado fuerza.
Actualmente, la biomasa aporta un 60% del total de energías renovables empleadas en Europa, según El Confidencial. En especial, viene ganando terreno el uso de pellets, pequeños cilindros de madera comprimida. Esta fuente de energía renovable ya venía creciendo por razones medioambientales, pero ahora se ve impulsada por razones geopolíticas y económicas. Según On Economía, un diario catalán, se trata de una opción que, pese a haberse modernizado, “no deja de ser de lo más rudimentaria”.
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Como resultado de esta tendencia, el consumo de pellets en la Unión Europea alcanzó la cifra récord de 23,1 millones de toneladas en 2021 y se proyecta que en 2022 haya ascendido a 24,3 millones de toneladas, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
¿Qué son los pellets?
Los pellets son pequeñas virutas de madera que suelen ser utilizadas como fuente de energía para generar calor, a través de estufas o calderas. Según el Ministerio del Medio Ambiente de Chile, se trata de un tipo de combustible catalogado como biomasa sólida.
Este biocombustible es un producto obtenido del prensado de aserrín en polvo o de pequeñas virutas de madera, en el que la propia lignina de la madera hace las veces de aglomerante. Es de tamaño estandarizado —usualmente de unos 2 centímetros de largo por 6 milímetros de grueso— y forma cilíndrica, y se caracteriza por tener un porcentaje de humedad inferior al 12%. Por venir casi seco, contamina poco.
En su fabricación se suele utilizar materia prima proveniente de los residuos de la industria forestal, y en menor cantidad de la industria de muebles y otros artículos de madera.
Mónica Lespinasse, bioquímica, magíster y quien trabaja en la Facultad de Ciencias de la Universidad San Sebastián, afirma que “lo importante es que cumpla con los estándares de composición (forma, tamaño grado de compactación) y humedad (menor a 12%) requeridos (según los estándares internacionales) que aseguran que efectivamente cumple con su función tanto energética como medioambiental”.
Opción para los hogares, a pesar de que se han encarecido
Por el lado de los hogares, los pellets resultan atractivos, pues no son peligrosos, no producen malos olores y, lo más importante en estos tiempos de fuertes presiones inflacionarias, son más económicos que otras fuentes de energía.
Si bien han visto incrementado su precio desde que comenzó la guerra en Ucrania, los pellets se mantienen como una de las opciones más económicas del mercado.
En España, por ejemplo, duplicaron su precio en los últimos 12 meses, al punto de que el diario On Economía ironiza explicando que “calentarse con el pellet más caro de la historia es más barato que el gas natural”.
El diario en cuestión recoge que la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM) encontró que el precio promedio de un saco de pellets de 15 kilogramos era de unos 4,5 euros en 2021, mientras que actualmente las grandes superficies lo venden a un precio que oscila entre los 7,5 euros y los 9 euros. Uno de estos sacos suele proveer entre dos y tres días de calefacción, dependiendo del tipo de estufa que tenga el consumidor.
Aún así, la compra de estufas de pellets en ese país ha aumentado más de un 44% en 2022, de acuerdo con la OCU. Por su parte, la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas para Combustibles Sólidos (AEFFECC) manifestó que la venta de estufas de leña y pellets ha crecido un 30%.
Ventajas medioambientales
El Ministerio de Ambiente de Chile señala que los pellets tienen varias ventajas frente a otras fuentes de energía renovable, y especialmente frente a la leña.
Por una parte, se trata de biomasa de C02 neutro (es decir, sus emisiones son equivalentes al CO2 que absorbió la planta durante su crecimiento), lo que ayuda a evitar la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera.
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Por otra parte, las estufas y calderas de pellets generan una baja emisión de material particulado. Además, son altamente eficientes, pues este material tiene un elevado poder calorífico (puede llegar a los 4,9 kWh/Kg).

Frente a la leña, los pellets resultan más eficientes. “Un calefactor a pellet alcanzará una eficiencia del 95% en la quema del combustible contra 50-60% de los calefactores a leña tradicionales. Además, el calefactor a pellets emite menos del 10% de lo que emite un calefactor a leña tradicional, siempre y cuando se respeten las condiciones de operación y el uso de pellet de calidad”, señala el Ministerio.
Rusia era el principal proveedor de pellets de la Unión Europea
En el quinto paquete de restricciones a Rusia, emitido en abril de 2022, la Unión Europea estableció que “estará prohibida la compra, importación o transferencia, directa o indirecta, de bienes que generen beneficios significativos” para ese país.
Esta medida incluyó el pellet, por ser Rusia el máximo proveedor de este combustible al continente europeo. Según información publicada por El Confidencial, entre 2016 y 2021, las importaciones de este biocombustible crecieron en un 147,6%, hasta alcanzar los 1,9 millones de toneladas. Con ello, el 36,1% de las 5,4 millones de toneladas importadas por Europa, procedía de ese país.
Completan el grupo de los cuatro principales proveedores europeos de pellets los Estados Unidos (con 1,85 millones de toneladas vendidas a la UE en 2021), Bielorrusia y Ucrania. Bielorrusia, país que también fue sancionado, le vendió a la Unión Europea 594.000 toneladas en 2021. Ucrania, cuya producción se vio fuertemente afectada por la guerra, le vendió otras 412.000 toneladas.
Ante este panorama, la producción de pellets en países como España, Alemania, Letonia, Suecia, Austria y Francia viene aumentando.
Las cifras son llamativas. Resta por ver si, una vez superada la crisis energética que enfrenta el continente europeo y que ha elevado las tarifas de la electricidad y el gas a niveles históricos, los pellets se mantienen como una opción eficiente en términos del costo/beneficio.
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