El Transporte Terrestre de Pasajeros en Colombia sigue creciendo: moviliza tres veces más pasajeros que el transporte aéreo
Hernando Tatis
Director Ejecutivo Cámara de Transporte · ANDI - Asociación Nacional de Empresarios de Colombia.
En Colombia, el sector del transporte terrestre de pasajeros, en la modalidad intermunicipal, movilizó un total de 102 millones de pasajeros en viajes iniciados desde las 52 terminales de transporte del país durante el año 2022. Esta es una cifra resulta de gran importancia si tenemos en cuenta que el transporte aéreo movilizó en vuelos domésticos, durante el mismo año, tan solo a 32 millones de pasajeros.
Lo anterior nos indica que, actualmente, este sector es el medio que mayoritariamente utilizan los colombianos para movilizarse de una ciudad a otra. En comparación con el transporte aéreo, el transporte terrestre moviliza tres veces más pasajeros. Sin embargo, los desafíos que enfrenta este sector son muchos.
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Uno de los principales es el de la transición energética, proceso desafiante que busca cambiar la matriz energética de fuentes no renovables a fuentes de energía renovables y sostenibles.
El país ya cuenta con importantes iniciativas, como los buses que funcionan 100% con gas natural. El primer bus fue lanzado al inicio del año en la Costa Atlántica y, recientemente en el Departamento de Boyacá, el sector lanzó el segundo bus.
Con estas acciones se busca el mejoramiento de los ecosistemas como una apuesta por la innovación, que permitan reducir en un 64% la emisión de gases contaminantes en comparación con un vehículo convencional de características similares. Además, permite reducciones del 99% en material particulado, lo cual demuestra el compromiso del sector con la transformación energética.
No obstante lo anterior, aún nos queda mucho camino por recorrer. Actualmente el 95% de los pasajeros se transportan en vehículos que operan con combustible diésel. Está dependencia de los combustibles fósiles es uno de los mayores retos para la transición energética. Estas fuentes de energía son responsables de la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Superar la dependencia de los combustibles fósiles requiere de la implementación de políticas y medidas que promuevan el uso de energías renovables y la adopción de tecnologías limpias.
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Así mismo, el país requiere de una infraestructura para el almacenamiento de energía, puesto que el camino hacia fuentes de energía renovables plantea desafíos en cuanto a la infraestructura necesaria para su captación y distribución.
Además, se requiere que seamos exitosos en la ejecución de los proyectos en curso para la construcción de parques eólicos, plantas solares y redes de transmisión eléctrica que puedan manejar eficientemente la generación intermitente de energías renovables para garantizar un suministro constante y confiable.
Sin lugar a duda, nada de esto será posible si no superamos los desafíos asociados a los aspectos económicos de la transición energética. Aunque el costo de las energías renovables ha disminuido en los últimos años, todavía existen barreras económicas significativas para su implementación a gran escala.
Es necesario desarrollar políticas de apoyo, incentivos y mecanismos de financiamiento que fomenten la adopción de energías limpias y reduzcan los costos asociados a la adquisición de buses con estas tecnologías.
Finalmente, la transición energética implica un cambio de mentalidad y una mayor conciencia pública sobre la importancia y los beneficios de las energías renovables. Es fundamental generar una mayor aceptación social de las tecnologías limpias y promover la participación de la sociedad. Esto es educar y concienciar sobre los beneficios económicos y ambientales de las energías renovables.
Los anteriores son solo algunos de los retos que debemos superar como país, con el fin de poder garantizar que el movimiento de transporte terrestre de pasajeros se realice de forma más amigable con el medio ambiente.