Fortalecimiento y reconocimiento de la enfermería: clave para la salud en Colombia y el mundo
Erwin Hernández
Médico de la Universidad de La Sabana, PhD. en investigación clínica, Magíster en Atención Primaria en Salud, Magíster en Gobierno y Dirección del Sistema Sanitario. Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana.
En el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Enfermería hace pocos días, el 12 de mayo, es crucial reflexionar y actuar sobre la situación de la enfermería en Colombia, especialmente cuando se consideran la estructura actual y las necesidades del sistema de salud.
Según datos de la Dirección de Talento Humano en Salud del Ministerio de Salud y Protección Social, Colombia cuenta con aproximadamente 80.000 profesionales de enfermería en 2023, una cifra significativamente menor en comparación con los 130.000 médicos registrados.
Esta disparidad es no solo notable, sino también preocupante, dado que la literatura científica recomienda una proporción de dos a tres profesionales de enfermería por cada médico para implementar eficazmente un modelo de Atención Primaria en Salud (APS).
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Este desequilibrio subraya una tendencia preocupante en el sistema de salud colombiano: una inclinación hacia la hospitalización y la supra especialización médica que ha marginado a otras profesiones sanitarias, incluyendo la enfermería.
Esta “medicalización” del sistema de salud, centrada excesivamente en el médico, ha invisibilizado y subvalorado el rol de la enfermería, lo que representa un obstáculo significativo para el avance hacia un modelo de APS efectivo en el país.
A nivel internacional, la situación no es muy diferente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han señalado repetidamente la importancia crítica de fortalecer los roles de enfermería para mejorar los sistemas de salud a nivel global.
En regiones como las Américas, donde las enfermeras y enfermeros representan más del 80% del personal y son en su mayoría mujeres, las barreras estructurales y de género son particularmente evidentes. Estas profesionales enfrentan un salario medio un 20% inferior al de sus contrapartes masculinas y tienen un acceso limitado a puestos de liderazgo.
En Colombia, diversos programas de pregrado y facultades de enfermería están liderando una iniciativa para reposicionar y revalorizar el papel de los profesionales de enfermería. Esta iniciativa surge en respuesta a la percepción generalizada de que la enfermería tiene un rol secundario y puramente asistencial en la atención sanitaria.
Además, esta profesión, enfrenta estereotipos de género y una imagen sexualizada en medios de comunicación o en el cine, entre otros, que no solo distorsionan su verdadera contribución, sino que también limitan el reconocimiento de su profesionalismo y habilidades.
Por todo esto, es vital que una reforma del sistema de salud colombiano tenga en cuenta la revalorización de la enfermería. Diversos estudios muestran que los sistemas de salud basados en APS, especialmente en contextos como el colombiano, deberían ser liderados por profesionales de enfermería y también por los médicos familiares.
Sin embargo, en las discusiones recientes sobre la reforma de la salud, parece que esto no se está considerando suficientemente.
Por otro lado, la OPS, en su «Política sobre el personal de salud 2030», enfatiza la necesidad de integrar la perspectiva de género en las políticas de empleo en salud, con un énfasis especial en acciones que aseguren protección y condiciones de empleo dignas, sin diferencias de género en la remuneración.
Este enfoque no solo es justo, sino también estratégico, pues potencia la capacidad de respuesta de los sistemas de salud frente a las necesidades cambiantes de las poblaciones.
Además, también la OPS considera que es imprescindible implementar políticas que fomenten la educación y el liderazgo en enfermería. Invertir en programas de formación de alta calidad y en la práctica avanzada son pasos esenciales para expandir su ámbito de actuación y mejorar la calidad de la atención sanitaria.
Igualmente, la «Carta para el Cambio 2024» del Consejo Internacional de Enfermeras ofrece un marco de referencia para estas acciones, proponiendo medidas concretas para fortalecer la profesión.
Para finalizar, la conmemoración del Día Internacional de la Enfermería este 12 de mayo debería ser un momento de reflexión y acción, no solo para celebrar a estos profesionales esenciales, sino para comprometerse a mejorar su situación laboral y profesional.
Así mismo, la enfermería debe ser reconocida como una piedra angular de los sistemas de salud, crucial para el éxito de la atención primaria y la salud global.
Referencias de la columna
- Hernández E. Atención primaria y determinantes sociales en salud en la formación de recursos humanos en Colombia para el mejoramiento de la salud de la población [Tesis doctoral]. Alicante: Universidad Miguel Hernández, 2017.
- OPS. Día Internacional de las Enfermeras y los Enfermeros 2024: Género, liderazgo e innovación en la formación y práctica de enfermería. 2024.
- Consejo Internacional de Enfermeras. Carta para el Cambio: Nuestras Enfermeras. Nuestro Futuro. Valorar, proteger, respetar e invertir en nuestras enfermeras por un futuro sostenible para la enfermería y la atención de salud. 2024.