viernes, 22 de septiembre de 2023
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Johana Bahamón logró que las personas privadas de la libertad que pasan por su fundación no reincidan: entrevista imperdible

Derribando los muros que enfrenta la población carcelaria, Johana Bahamón, junto con su Fundación Acción Interna, crea oportunidades laborales para la población carcelaria, pospenada y sus familias. Entrevista imperdible.

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El reconocimiento de Johana Bahamón hace parte de su trabajo en la televisión colombiana. Durante uno de sus trabajos, la entonces actriz de la pantalla chica fue invitada a ser jurado en un reinado de belleza realizado por las mujeres privadas de su libertad, a la cárcel El Buen Pastor. 


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Ese fue un momento definitivo. Desde hace diez años, Johana Bahamón decidió dedicar su vida a trabajar por las cárceles colombianas y por las personas privadas de su libertad. 

A pesar de que conocía la situación de las cárceles de nuestro país, Johana recuerda que para ella fue muy impactante el contraste entre lo que mostraban los medios de comunicación y la realidad que podía observar al estar ahí, presente.

Fernanda Caballero: ¿Cómo llegó a trabajar a las cárceles colombianas?

Johana Bahamón: Por el personaje que estaba haciendo en televisión llegué a la cárcel El Buen Pastor a ser jurado en el reinado de belleza que protagonizaban las internas. 


Conocer realmente la situación que vivían, el estar ahí y conocer las historias de las mujeres que estaban ahí dentro fue lo que me motivó a dejar a un lado mi trabajo como actriz para dedicarme a trabajar en las cárceles. Y es lo que diez años después me sigue motivando.

Privados de su libertad; no de su dignidad

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Cuando emprendió este proyecto, la principal herramienta de trabajo de Johana Bahamón era la actuación frente a las cámaras y sobre las tablas del teatro. Así, empezó a montar y dirigir obras de teatro en las cárceles colombianas, iniciando en El Buen Pastor.

Fernanda Caballero: ¿Cómo fue el proceso de llevar este trabajo a las demás cárceles del país?

Johana Bahamón: Empezamos trabajando en El Buen Pastor haciendo teatro, porque esa era mi herramienta de trabajo en ese momento. Hicimos una obra de teatro, la presentamos dentro de la cárcel, ¡y fue algo maravilloso! Hubo un cambio impresionante, una transformación que yo vi en las mujeres que estaban participando en la obra de teatro, que eran las mujeres privadas de su libertad. 

Luego quisimos sacarlas de la cárcel a que fueran a presentar la obra en el mejor teatro con público, con su familias, con el mejor vestuario, con el mejor director, con la mejor producción, 

¡Nos demoramos casi un año consiguiendo ese permiso, pero se logró! y cuando sacamos a estas mujeres a presentar la obra de teatro, vimos el perdón y la reconciliación de 500 personas de la población civil con la población carcelaria. ¡Les aplaudían!


Esto quisimos llevarlo a más cárceles, entonces ahí creamos el Festival Nacional de Teatro Carcelario e hicimos este mismo ejercicio con seis cárceles a nivel nacional.

Lo hacemos cada dos años, en la misma modalidad: salen de la cárcel, se presentan por fuera y el ganador se presenta en el Festival Iberoamericano de Bogotá.

Así fue como, por primera vez, empezamos a trabajar en otras cárceles. Fue por medio del teatro. Luego, creamos nuestra metodología de intervención. 

Fernanda Caballero: ¿Cuál es la metodología de está línea de intervención?

Johana Bahamón: Tiene tres líneas de acción. La primera es crecimiento espiritual, apoyo de rehabilitación de adicciones y apoyo psicosocial. La segunda es la resocialización por medio del arte y la cultura. La tercera es la parte productiva, que significa que las cárceles no son solo centro de reclusión sino que pueden ser centros productivos.

En la Fundación Acción Interna ayudamos a la formación laboral, con capacitación en teatro, gastronomía, confección, peluquería, tatuajes, publicidad, servicio al cliente y ventas, construcción, tecnología y hotelería.


Brindamos apoyo en productividad, emprendimiento y empleabilidad, con base en las capacitaciones recibidas. Y, por último, brindamos asesoría jurídica.

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Fernanda Caballero: ¿Solo trabajan con la población carcelaria?

Johana Bahamón: En la Fundación trabajamos con cuatro poblaciones: la población carcelaria, la población pospenada, sus familias y los jóvenes del sistema de responsabilidad penal adolecente.

Fernanda Caballero: ¿Si una persona que salió de la cárcel hace muchos años quiere acceder a los programas, puede hacerlo?

Johana Bahamón: En la Fundación pueden estar desde que están en la cárcel.También pueden llegar aquí, a la Casa de Segundas Oportunidades, personas que llevan, un ejemplo, 5 años en libertad o más y que nunca han pasado por ningún programa de la fundación. 


Esta Casa de Segundas Oportunidades está abierta literalmente a todas las personas que simplemente tengan un vínculo con la población pospenada o carcelaria.

Para Acción Interna no solo es importante la persona privada de su libertad y la pospenada, sino también sus familias.

Fernanda Caballero: ¿Por qué decidieron trabajar con las familias?

Johana Bahamón: Decidimos trabajar con las familias desde la pandemia, cuando no pudimos entrar a las cárceles y vimos que lo que más angustiaba a las personas privadas de su libertad era que no fueran a tener las visitas de los fines de semana a sus familiares. 

Entonces, empezamos a apoyar a las familias con cosas básicas como tenerles mercado durante un año. Esto los hacía sentir más tranquilos. A raíz de eso, nos dimos cuenta lo importante que es para la persona privada de la libertad que su familia esté bien.

Por ejemplo, si a una persona que está privada de la libertad la metieron a la cárcel, el esposo o la esposa se queda solo o sola en la casa y se acaban los ingresos porque la persona que está privada de la libertad era quien respondía por el hogar, esto genera preocupación en ambas partes. 


Entonces, le conseguimos trabajo al familiar que se quedó en la casa, y eso le genera tranquilidad a la persona que está privada de la libertad y a su entorno familiar.

Fernanda Caballero: ¿Cómo es el proceso con las familias?

Johana Bahamón: Con las familias es igual que con las personas privadas de su libertad, con la población pospenada o con los jóvenes del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolecentes. 

Más que todo las familias vienen a la ruta de empleabilidad, entonces pasan por todas las fases que tenemos, que son psicosocial, jurídica, formación básica, formación especializada, habilidades para el trabajo y salen a entrevista.

Fernanda Caballero: A partir de lo que usted ha conocido de la situación carcelaria colombiana, ¿cuál cree usted que sería una ayuda importante por parte de la Ley y por parte de la Fundación para ayudar a mejorar las condiciones en las que viven las personas privadas de la libertad?

Johana Bahamón: Hay muchas cosas, pero digamos… Hay muchos sindicados en Colombia, creo que la cifra está ahora en el 30% de sindicados. Sindicados significa que no les han definido su situación jurídica, es decir que están en el limbo. Entonces, simplemente definir su situación jurídica ayudaría mucho, empezando por descongestionar las cárceles. 


Solo con que el 30% de los sindicados ya no estuvieran en las cárceles, nos ayudaría a un deshacinamiento importante. Por eso, es lo que más nos piden en las cárceles, la asesoría jurídica.

Empresas que generan segundas oportunidades

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Fernanda Caballero: En la sociedad se asume que una persona que ha pasado por la cárcel va a tener muchas dificultades encontrando trabajo ¿Qué tan cierto es esto en Colombia?

Johana Bahamón: Es muy difícil para una persona que sale de la cárcel conseguir trabajo. Muchas veces lo primero que piden en un trabajo es el pasado judicial. Entonces, muchas veces estas personas no tienen otra opción que volver a reincidir y es un ciclo que nosotros queremos romper, generando segundas oportunidades para que se reincorporen a la sociedad. 

Para eso tenemos alianzas con empresas. Tenemos un programa de formación desde la cárcel y también para cuando salen de la cárcel, para ayudarlos. La idea es sensibilizar o concientizar cada vez a más empresas que quieran dar esa segunda oportunidad y los quieran recibir sin importar su pasado judicial.

Fernanda Caballero: Se conoce que son cada vez son más las empresas que se unen a este proyecto con la población carcelaria, pospenada y sus familias. ¿Cuáles son las empresas que se han unido a esta causa?

Johana Bahamón: Hay grandes empresas que los colombianos queremos mucho, como el Grupo Éxito y Tiendas D1, que han abierto sus puertas a esta población y hacen que empresas más pequeñas se unan a seguir creando segundas oportunidades.


Fernanda Caballero: ¿Las empresas tienen restricciones en algún tipo de delito?

Johana Bahamón: La empresa nos envía a la Fundación el perfil de su vacante. Como cualquier otra vacante que tenga, la empresa tiene la libertad de decidir si no quiere recibir personal con ciertos tipos de delitos, en lo cual nosotros simplemente hacemos un filtro más y se brinda una segunda oportunidad. Sin embargo, la mayoría de las empresas no tiene condiciones por el tipo de delito.

Fernanda Caballero: Reconociendo el trabajo de todo un equipo que hay detrás de cada segunda oportunidad que se genera. ¿Cómo manejan la frustración como Fundación cuando una persona que ayudaron recae en conductas delictivas?

Johana Bahamón: Me alegra responder esta pregunta. De los que han pasado por la Fundación —y por lo menos de los que tengo contacto y hasta donde tengo conocimiento—,  ninguno ha reincidido. No nos hemos vuelto a encontrar tampoco con ellos en las cárceles. Esto es un motivo de satisfacción y de motivación para seguir trabajando.

Un claro ejemplo de las segundas oportunidades

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Fernanda Caballero: Al realizar el recorrido por la Fundación pudimos hablar con sus colaboradores y notamos que Acción Interna también contrata para trabajar con ellos a personas de la población carcelaria, pospenada y a sus familiares. Conocimos a José, uno de los colaboradores de la fundación ¿Cúal es su historia?

Johana Bahamón: José trabaja con nosotros en la Fundación desde que estábamos en Cartagena con el restaurante que quedaba dentro de la cárcel de mujeres (Restaurante Interno), donde su esposa estaba privada de la libertad. 


Él trabajaba con nosotros en el restaurante, en un claro ejemplo de que el amor se demuestra con hechos. Después, a su esposa la trasladaron para Bogotá, al Buen Pastor, y José en otro acto de amor se vino para Bogotá. Aquí es el encargado de nuestra Casa de Segunda Oportunidades.

No podemos estar predicando que contraten a pospenados o que apoyen a las familias si nosotros no empezamos a dar ese ejemplo. Gracias a Dios, tener a José y a todo mi equipo me ha hecho una mujer afortunada. 

Tratamos de tener a los mejores siempre, de brindar oportunidades. Obviamente, en la Fundación tenemos a personas pospenadas o sus familiares trabajando con nosotros y son los mejores, porque aquí en la Fundación no hacemos trabajo de caridad sino de calidad.

La Casa de las Segundas Oportunidades

Si usted hace parte de la población carcelaria, pospenados, familiares y desea hacer parte de los programas de la Fundación Acción Interna, puede registrarse aquí.

Asimismo, si desea conocer sobre los voluntariados, puede acercarse a la Casa de las Segundas Oportunidades, ubicada en la carrera 13a # 86a – 49 de Bogotá.

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