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miércoles, 11 de diciembre de 2024
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Cómo el pago de impuestos intensifica la desigualdad en Centroamérica

Centroamérica es la región más desigual del mundo y los impuestos están lejos de corregir estas disparidades. Más Colombia habló con el experto Jorge Coronado sobre los problemas estructurales de la región como la progresividad, la lucha contra la corrupción, y el contexto internacional.

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Aunque en Centroamérica los problemas estructurales son semejantes a los de la región en materia de impuestos, la situación en esta zona es mucho peor. 

Mientras que la carga tributaria en América del Sur representa el 21% del PIB, el promedio en Centroamérica no supera el 14%. En Guatemala, por ejemplo, el recaudo tributario se acerca al 12% y en Nicaragua, que es el país que más recauda en la región, el recaudo asciende a 16%.

Más Colombia habló con Jorge Coronado, Sociólogo, activista social y miembro de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (LATINDADD) y especialista en fiscalidad de la Red por Justicia Fiscal de América Latina y El Caribe sobre los principales retos de Centroamérica en materia tributaria.

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¿Por qué está tan lejos Centroamérica de América del sur en cuanto al recaudo de impuestos?

El problema cardinal en Centroamérica es que se ha impuesto la lógica de que los sectores productivos no contribuyen al estado vía impuestos por medio de privilegios fiscales, que algunos llaman incentivos o exoneraciones por medio de mecanismos como las zonas francas, y que los impuestos directos sobre las personas (renta y riqueza) tienen altos niveles de evasión.

Por ejemplo, en Costa Rica la presión tributaria apenas supera el 13% y la evasión, sólo en el impuesto de renta, llega al 48%. Por esto la discusión actual en Honduras y otros países de limitar los beneficios fiscales impactará la región en general.

La declaración de Punta del Este le apuesta por un lado a la transparencia, con el desarrollo de mejores mecanismos de intercambio de información, y por otro lado el combate a la corrupción. Esto es clave para garantizar que contemos con los recursos suficientes para desarrollar las políticas públicas necesarias para el cierre de brechas de desigualdad.

La región tiene altos déficit fiscales, alto endeudamiento y a la vez altos niveles de beneficios tributarios, que representan más del 6% del PIB.

En Costa Rica, el 70% de las exoneraciones benefician a los sectores exportadores e importadores, por medio de las zonas francas, las cuales generan el 1% del empleo total y reciben cerca del 4% del PIB en exoneraciones. Eso no tiene sentido. 

Los beneficios tributarios deben tener una correlación con la generación de empleo y atracción de la inversión y eso no ha sucedido.

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¿Cuál es la importancia de implementar sistemas tributarios que sean tanto simplificados como progresivos?

Hay que tener cuidado y no caer en la trampa, porque hay algunas corrientes que señalan que lo que se requiere es nada más uno o dos impuestos para resolver los problemas de justicia tributaria y eso no es cierto.

Está científicamente comprobado que, además de contar con sistemas simplificados y eficientes de tributación, es necesario contar con sistemas progresivos, pues no todos deben tener la misma carga tributaria. Esto no se logra con uno o dos impuestos exclusivos. 

Simplicidad, eficiencia, capacidad y transparencia deben ser los principios que guíen las reformas tributarias que requiere la región.

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¿Cuál es la relación entre la justicia fiscal, la transparencia en el gasto público y la lucha contra la corrupción?

Hablamos de justicia fiscal porque efectivamente hay que preocuparse por los ingresos del Estado. Pero la otra parte del problema es cómo se gasta y en qué se gastan los recursos. En ambos casos (ingresos y gastos) es clave la transparencia y, efectivamente el combate a la corrupción, porque el sentido común de la gente es “para qué pago impuestos si los recursos se van a perder en fenómenos como la corrupción”.

De acuerdo con Jorge Coronado, entre el 18% y 22% de los ingresos de los estados de Centroamérica proviene de las remesas. De manera que se ha vendido la idea de que el estado de los sistemas tributarios no es un debate importante, porque efectivamente hay una entrada masiva de recursos.

Esto es perverso porque la sociedad no ha resuelto los problemas estructurales de combate a la pobreza, de inclusión social, de ataque a la desigualdad que es lo que busca la tributación. Ahí son importantes las discusiones de reformas fiscales para garantizar ingresos sanos al estado para que pueda desarrollar política pública. 

¿Qué desafíos enfrentan los países de la región en materia tributaria en el contexto actual?

En primer lugar, está el tema de cómo acabar con la opacidad. Esta es una corriente que tiene cada vez más fuerza en América Latina.

En segundo lugar, hay un debate global. Hoy se está dando en Naciones Unidas, la necesidad de una discusión sobre la gobernanza de la tributación internacional, porque la globalización convirtió el tema fiscal en una discusión internacional. 

Por eso sorprende que países como Honduras hayan retrocedido en este aspecto al pasar de una renta mundial a renta territorial, pues esto estimula la evasión. 

Los capitales transitan libremente, ya no tienen patria, y por tanto hoy la OCDE, el G20, el G7, los países ricos están diciendo que no es posible que Google, Amazon, anden por el mundo, incluso que tengan presupuestos mayores a los PIB de nuestros países y no pagan impuestos en ninguna parte. Así que efectivamente, modernizar los sistemas tributarios es una necesidad.

Este es un tema de todos los ciudadanos porque si no hay impuesto no tenemos mejores escuelas, hospitales o carreteras, sino que efectivamente cada quien que se la juegue por su cuenta.