TLC Colombia-EE.UU.: un acuerdo que expulsa trabajadores del país
Ricardo Botero
Antropólogo colombiano residente en Canadá. Es director del portal de opinión para colombianos en el exterior, +57 Conexión Colombia.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos ha sido objeto de debate desde su implementación en 2012. Aunque sus defensores argumentaron que el acuerdo impulsaría el crecimiento económico, quienes se opusieron desde su inicio sostuvieron que los impactos negativos en la economía colombiana serían evidentes. Hoy, después de 11 años de su entrada en vigor, las cifras les dan la razón a estos últimos.
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En primer lugar, uno de los impactos negativos más significativos del TLC es la destrucción de la economía y la producción nacional. El acuerdo abrió la puerta a una inundación de productos estadounidenses a precios muy bajos, lo que hizo que los productos nacionales se volvieran menos competitivos. Como resultado, muchas empresas nacionales se vieron obligadas a cerrar, lo que provocó una disminución en la producción y en las fuentes de empleo, una mayor dependencia de las importaciones y el aumento del desempleo.
Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), entre 2012 y 2019, se perdieron 1.5 millones de empleos en la industria manufacturera debido a la implementación del TLC, mientras que en el sector minero-energético, se perdieron alrededor de 83.000 empleos1. Además de la industria manufacturera, otros sectores productivos también se vieron afectados por el TLC entre Colombia y Estados Unidos; según un informe de la Confederación General del Trabajo (CGT), entre 2012 y 2019, el sector agropecuario perdió más de 400.000 empleos debido a la competencia desleal de los productos importados de Estados Unidos2.
En segundo lugar y como consecuencia de la pérdida de la producción, Colombia está perdiendo su activo más valioso: Sus trabajadores y trabajadoras. Desde la entrada en vigor del TLC entre Colombia y Estados Unidos en el año 2012, se ha observado un aumento significativo en el número de colombianos y colombianas que han emigrado a otros países. En el año 2012, un total de 122.727 colombianos salieron del país, mientras que en el año 2020, ese número aumentó a 250.947 personas, lo que representa un aumento del 104,6%. El crecimiento del desempleo como consecuencia del TLC Colombia-EE.UU. ha llevado a muchos colombianos a buscar oportunidades laborales en otros países, donde esperan encontrar mejores condiciones de trabajo y una mayor estabilidad económica.
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La migración de trabajadores calificados y talentosos también no es más que la fuga de cerebros y a su vez la disminución de la capacidad del país para competir en el mercado global. A los 11 años del TLC con Estados Unidos se puede demostrar que este tratado es una de las principales explicaciones del incremento constante de la migración de colombianos a otros países, así las cosas, el TLC entre Colombia y Estados es un acuerdo que ha venido expulsando constantemente trabajadores del país. Y sin trabajadores no hay progreso ni producción.
Al aumentar la migración, las remesas también aumentan, hecho que ha sido constante en la última década. Las remesas son hoy un factor importante en la economía colombiana y han aumentado significativamente desde la entrada en vigor del TLC. Según la Revista Dinero, en 2012, las remesas enviadas por los trabajadores colombianos en el exterior fueron de alrededor de 4.000 millones de dólares, mientras que en 2022, ese número había aumentado a más de 9.500 millones de dólares. Estas remesas han sido una fuente importante de ingresos para muchas familias colombianas y han ayudado a compensar las pérdidas económicas causadas por el TLC. Sin embargo, también han sido una señal de la fuga de talentos y de la dependencia de la economía colombiana en la mano de obra en el extranjero. No puede ser positivo para un país que casi el 10% de su población esté fuera del país y a la vez que esta población aporte ingresos que hoy representan el 2,66% del PIB: No es un buen negocio perder y expulsar trabajadores a cambio de recibir remesas.
En conclusión, después de 11 años de la implementación del TLC entre Colombia y Estados Unidos, los efectos negativos en la economía colombiana son evidentes: La destrucción de la economía y la producción nacional, la pérdida de fuentes de empleo, el aumento del desempleo, la expulsión de trabajadores y trabajadoras del país y la pérdida de soberanía económica son algunos de los impactos más significativos del acuerdo. Es importante que el gobierno colombiano de Gustavo Petro renegocie el TLC, los hechos demuestran que Colombia no ha ganado nada y lo está perdiendo todo, hasta su gente.
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1 «Evaluación de la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) Colombia-Estados Unidos», Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), agosto de 2020.
2 Confederación General del Trabajo (CGT). (2021). TLC Colombia-Estados Unidos: Una década de impactos negativos en el agro colombiano. Recuperado de CGT Colombia.
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