A Colombia llegaron más de 10.000 toneladas de semillas el año pasado
Las importaciones de semillas a Colombia vienen aumentando. Estas se concentran en tres grandes grupos de cultivos: el maíz, los pastos y las forrajeras, y las hortalizas.

Desde hace miles de años, la humanidad ha invertido vidas enteras en la búsqueda, la selección y el mejoramiento de los procesos de producción de los alimentos y otros productos de origen vegetal. Las semillas han hecho parte de ese proceso de perfeccionamiento, y hoy en día son un punto medular de la productividad y la competitividad de los cultivos.
Este trabajo, realizado por comunidades alrededor del mundo, y particularmente por las mujeres que habitan en ellas, ha dado como resultado una amplia diversidad de semillas, con las que se ha logrado una gran capacidad adaptativa a las variaciones climáticas y otros desafíos ambientales, así como productividades mayores que resultan esenciales en la lucha contra el hambre y la seguridad alimentaria. Sobre esta labor se han apoyado los biotecnólogos para desarrollar las semillas mejoradas y, más recientemente, las semillas transgénicas.
De acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “las semillas son la base principal para el sustento humano. Son las depositarias del potencial genético de las especies agrícolas y sus variedades resultantes de la mejora continua y la selección a través del tiempo”. Para el mundo es fundamental, entonces, producir semillas aptas para alimentar a la población mundial, sin que esto signifique renunciar a la diversidad del material genético provisto por las semillas.
Seguridad en semillas: un tema clave
Por su parte, para los países es importante tener una producción nacional de semillas, que evite situaciones de vulnerabilidad en el evento de un corte parcial o total de los flujos comerciales —como ocurrió con la pandemia de Covid-19— o en caso de que el o los países proveedores decidan suspender el suministro —por ejemplo, para hacer frente a sus propias necesidades, ante una guerra o una sequía u otra situación medioambiental adversa—. Al fin y al cabo, como dice la FAO, “la seguridad alimentaria depende de la seguridad de las semillas de las comunidades agrícolas”.
Asimismo, es de gran importancia vigilar la idoneidad de las semillas con las que los agricultores cultivan sus productos, para evitar mermas en la productividad o la propagación de plagas que no solo son costosas de controlar, sino que pueden conducir a la suspensión de las exportaciones de uno o varios productos por razones fitosanitarias.
El tema en Colombia está regulado por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), entidad que tiene por objeto contribuir al desarrollo del sector agropecuario; prevenir, vigilar y controlar los riesgos sanitarios y biológicos para las especies animales y vegetales, y mantener la sanidad y la calidad de los cultivos, así como el estatus fitosanitario del país.
Las importaciones de semillas vienen en aumento
Los últimos datos de la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología (Acosemillas) sobre el comercio internacional de semillas entre el país y el resto del mundo muestran que las compras en 2021 estuvieron por el orden de las 10.511 toneladas, con un valor de USD $81,6 millones. La cifra demuestra el aumento en las importaciones de este material genético desde 2014, año en el que los negocios fueron por alrededor de USD $55 millones.
Acosemillas también informa que el 90% de las semillas para la siembra en Colombia se concentra en tres grupos:
- Maíz. Con importaciones por un valor de USD $34,5 millones, este grupo tiene una participación del 38,94% en las compras externas totales de semillas.
- Pastos y forrajeras. Estas semillas conforman el segundo grupo, con una participación del 27,2% en el total y compras internacionales por un valor de USD $25,7 millones.
- Semillas de hortalizas. Este tercer grupo tiene una participación del 25,9% en el total, con importaciones por un valor de US$24,5 millones.
El 10% restante de las importaciones está conformado por semillas de especies frutales, oleaginosas, soya, algodón, fríjol, avena, arroz, avena y sorgo, entre otras.
Brasil y Estados Unidos: los principales proveedores de semillas para Colombia
El total de las importaciones provinieron principalmente de Brasil, país que participó con el 48,6%. Le siguieron los Estados Unidos ( 21,1%), los Países Bajos (9,2%) y Chile (4,8%).
Otros países que participan con la venta de semillas a Colombia son Honduras (3,4%), Japón (3%), México (2,2%), Israel (1,4%), Francia [UE] (1,2%) y Costa Rica (1,1%), entre otros.