Altos precios mundiales de alimentos: ¿ventaja o problema para Colombia?
Los alimentos cerraron el 2021 con un incremento de precios de más del 17% en Colombia, según análisis realizado por el Centro de Estudios del Trabajo (Cedetrabajo). Esto ha afectado especialmente a las familias de menores ingresos, pues son las que dedican una mayor parte de sus ingresos al consumo de estos bienes. La expresión de este fenómeno ha sido la disminución significativa del número de familias que comen tres veces al día y el aumento de la pobreza.
De acuerdo con los indicadores de precios de la FAO, los aceites vegetales observaron el mayor crecimiento a nivel internacional. Según los cálculos realizados por Cedetrabajo, en los mercados mayoristas de Colombia estos pasaron de un precio promedio por kilogramo de $5.479, en 2019, a $9.555 en enero de 2022, un incremento del 74.4%. Durante este periodo, las centrales de abasto del país registraron una disminución en el abastecimiento de aceites de un poco más de 2000 toneladas y las exportaciones de aceites vegetales no llegaron a los niveles de 2019.
Asimismo, los precios de los cereales subieron un 12.5% en los mercados internacionales, según el reporte del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (SIPSA). Esto ha tenido un fuerte impacto en Colombia, pues, según el DANE, entre 1991 y 2021 las importaciones de cereales aumentaron un 1020%, al pasar de 778.542 toneladas a 8.409.985. En centrales mayoristas, el abastecimiento de granos y cereales se contrajo en 40 mil toneladas y estuvo acompañado por un incremento de precios de $3.242 por kilogramo en 2019 a $4.739 en 2021, un 43% de incremento en tan solo dos años, reportó Cedetrabajo.
Las carnes observan uno de los mayores incrementos de precios. En Colombia, según las centrales mayoristas, el kilo de carne pasó de un precio promedio de $12.027 en 2019 a $18.025 en 2021, un 50% más caras. Sin embargo, el abastecimiento de carne para 2021 no recuperó los niveles de 2018 por más de 10 mil toneladas, según SIPSA. Productos como lácteos y huevos, frutas, hortalizas y tubérculos mostraron la misma tendencia, con incrementos importantes en los precios acompañados de niveles de abastecimiento que apenas recuperan lo perdido tras la pandemia.
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¿Se beneficia Colombia con el aumento de los precios internacionales de la comida?
El encarecimiento de los alimentos ha sido un fenómeno internacional generalizado en el periodo de reactivación de la economía global, debido a la suspensión de las decisiones de inversión que retrasaron procesos de cultivo, producción y cosecha y a la recuperación de la demanda durante el 2021. Por cuenta del retorno de las actividades sociales y productivas, en la mayoría de las economías la reactivación no pudo ser atendida por las dificultades en las cadenas logísticas globales de suministro, que elevaron el costo de los fletes cerca de cuatro veces.
Ante este panorama, surge la pregunta de si los periodos de buenos precios internacionales —como el que estamos viviendo— son positivos para las economías agroexportadoras.
Este es el caso de la economía colombiana, dada la importancia del sector agropecuario y su contribución a las ventas externas del país. «Este sector es clave para la seguridad alimentaria del país, tiene una participación considerable en las exportaciones, ocupa cerca de 3.3 millones de personas, contribuye con un 6,3% del PIB y aporta buena parte de los insumos de la industria alimenticia”, afirmó Miguel Ángel Rodríguez, coordinador de Investigaciones de Cedetrabajo.
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Por una parte, las exportaciones en 2021 crecieron un 32,7%. Según el DANE, en el crecimiento de las exportaciones en 2021 jugaron un papel importante los productos agropecuarios, alimentos y bebidas. Estos sumaron en total 9.440 millones de dólares FOB, cifra que representa un incremento del 19,9% frente a 2020 y uno del 28,4% frente a 2019, en parte gracias a la alta devaluación del peso.
Por otra parte, los insumos y los márgenes de transporte y comercialización se han encarecido, lo que ha afectado al conjunto de los productores agropecuarios colombianos. Los fertilizantes y condicionantes del suelo se encarecieron en promedio un 30% en los últimos dos años, así mismo lo hicieron coadyuvantes, molusquicidas, reguladores, fungicidas, herbicidas e insecticidas, productos claves para adecuar las tierras para el cultivo, de acuerdo con los reportes del SIPSA. Muchos de estos insumos se dejaron de producir en el país, por considerar que el país sería más competitivo comparándolos afuera.
Hoy, a los productores agropecuarios les está resultando mucho más costoso producir sus cultivos y comercializarlos. Esto no solo ha empujado al alza los precios de los alimentos en Colombia, sino que ha disminuido su capacidad de competencia con los productos extranjeros, tanto en el país como en los mercados internacionales. Al menos en este caso, los altos precios de los alimentos en los mercados internacionales nos han dejado un sabor agridulce.
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