“Colombia enfrenta un reto grande porque un porcentaje muy bajo de empresas ha emprendido el objetivo de ser circular”: Experto
Atica es una empresa colombiana con más de 20 años de trayectoria, dedicada a manejar residuos industriales, hospitalarios, minero energéticos y aceites, así como a diseñar, construir y operar Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Esta compañía cuenta con operación nacional en Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Barranquilla y Bucaramanga y, en el tema del manejo de aguas, opera en Cundinamarca, Boyacá, Lima (Perú) y Santo Domingo (República Dominicana).
Dada la trayectoría que tiene la compañía en el sector de manejo de residuos y aguas, Más Colombia consultó a Mauricio Abondano, gerente de negocios, para conocer qué es la economía circular, cómo pueden aplicarla las empresas en su quehacer diario y cuál es su importancia.
Abondano aseguró que, para entender el concepto de economía circular, se debe tener en cuenta que esta ha acompañado al ser humano desde hace miles de años. “En el periodo paleolítico los humanos utilizaron las rocas de corte como hachas de gran impacto: a medida que la roca se desgastaba, se convertía en un pequeño cuchillo de precisión. De esta manera, dieron larga vida a la herramienta que usaron en cacería y otros oficios”, aseguró.
Aunque la historia de lo que conocemos hoy como economía circular se remonta al pasado lejano de la especie, el término de economía circular no se consolidó hasta 1980. “Hace 40 años, se comenzó a hablar de sostenibilidad y de manejo integral de los recursos naturales. El objetivo principal es que la materia de aquello que se fabrica y se consume permanezca en uso el mayor tiempo posible para reducir el consumo de materias primas y la generación de residuos que impactan de forma negativa los ecosistemas”.
Abondano aseguró que Europa es la región del mundo donde se dieron los primeros pasos en la formulación de modelos de economía circular, desde los países nórdicos-escandinavos.
¿Cómo está Colombia en materia de economía circular?
De acuerdo con el Cuarto Reporte de Economía Circular, presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) el 2 de diciembre de 2021, la industria manufacturera recicló y reutilizó 3,1 millones de toneladas de residuos sólidos en 2019. Esto equivale al 11,8% de la oferta total de residuos sólidos y productos residuales de ese año, previo al inicio de la pandemia.
Al respecto, Abondano afirmó que “Colombia enfrenta un reto grande porque un porcentaje muy bajo de las empresas en el país ha emprendido el objetivo de ser circular. Pese a ello, algunas compañías han comprendido que, con un modelo de economía circular alcanzable y medible, pueden ser más competitivas. Sus casas matrices internacionales exigen este requisito, lo que ha aumentado el interés por crear programas de reutilización de plásticos y aceites, entre otros productos”.
Para avanzar en materia de economía circular, Abondano dijo que los líderes de las industrias deben apostar por estudiar, evaluar y poner en práctica un modelo factible y hecho a la medida de la propia empresa. Además de dar réditos económicos, este modelo debe proyectar los beneficios que generará en los más jóvenes de la sociedad el hecho de contar con un entorno adecuado donde vivir, es decir, con “un entorno en el que cuidemos el agua, la energía y tengamos un consumo consciente de todo, desde alimentos hasta automóviles”, añadió.
Pilares para implementar un modelo de economía circular
Abondano indicó que, a la hora de poner en práctica un modelo de economía circular, los empresarios deben tener en cuenta cuatro pilares:
- “Prolongar la vida útil de los productos y servicios que ofrecen. Esto no es una invitación a que sean menos rentables, sino a que prioricen el ofrecimiento de productos y servicios más atractivos, que resaltan el costo-beneficio especialmente en términos de la vida útil del producto y la protección del medio ambiente.
- Optimizar la vida útil de un producto, su uso y reúso. Un envase, por ejemplo, se puede usar varias veces antes de disponerlo y con él se puede brindar una segunda vida, así sea en otra aplicación.
- Reciclar. Mediante el uso de la materia prima de un producto se puede fabricar el mismo u otro producto. Aquí encontramos el hierro y acero, que se vuelven a fundir cuando pierden su utilidad. O está el caso de una hoja de papel, que se puede moler después de usarla y producir una nueva.
- Generar energía calórica o eléctrica a partir de los residuos. Rescatar la materia para producir energía es, sin duda, mejor que solo disponer y desaprovechar un residuo”, dijo el experto.
Específicamente en el tratamiento de aguas, es posible, por ejemplo, lograr la circularidad al transformar el lodo en abono, de manera que regrese a los cultivos. Asimismo, se pueden reducir o eliminar los vertimientos industriales para reusarlos en procesos productivos y, como se mencionó en el cuarto punto, aprovechar el potencial de los residuos y el biogás de procesos anaeróbicos para generar energía eléctrica y térmica.