Inicio  »  Columnistas  »  Cumbre CELAC-UE: América Latina debe poner fin a la explotación

Cumbre CELAC-UE: América Latina debe poner fin a la explotación

Fernando Morales de la Cruz, Columnista, Más Colombia

Fernando Morales-de la Cruz

Periodista, activista de derechos humanos y empresario social, fundador de Café For Change, Cartoons For Change y Lewis Hine Org.

Europa necesita admitir una verdad incómoda: el modelo económico con el que se abastece de café, cacao, banano, aguacate, flores, frutas, azúcar, verduras y minerales de América Latina sigue siendo un modelo neocolonial. Durante décadas algunos países latinoamericanos fueron llamados “Repúblicas Bananeras”. No es una metáfora del pasado; es la arquitectura económica del presente.

América Latina produce más de la mitad del café mundial. La Unión Europea es el principal importador de café del planeta. Sin embargo, mientras la industria europea del café genera decenas de miles de millones de euros en utilidades, valor agregado e impuestos, los agricultores latinoamericanos reciben apenas el 1% de lo que paga un consumidor europeo por una sola taza de café.

Esa desigualdad obscena se traduce en hambre, miseria, desnutrición infantil y trabajo infantil en las regiones rurales que producen casi el 60% del café del mundo.

Y esto no ocurre solo con el café: se repite con el banano, el aguacate, flores, verduras, cacao, frutas, azúcar y minerales. Corporaciones europeas y multinacionales concentran beneficios gigantescos mientras millones de trabajadores y campesinos latinoamericanos son condenados a la pobreza. Incluso la llamada Ayuda al Desarrollo, presentada como solidaridad, perpetúa la dependencia del Sur Global.

Hoy, en pleno siglo XXI, instituciones de la Unión Europea impulsan normas para eliminar la responsabilidad civil empresarial en las cadenas globales de suministro. Si Europa logra su objetivo, empresas europeas y multinacionales podrán seguir beneficiándose de la explotación laboral de niños y adultos y de la destrucción ambiental sin enfrentar consecuencias legales. Esta postura contradice los valores fundacionales de la UE, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los derechos humanos y laborales.

También debe denunciarse el falso Fairtrade: un modelo de negocio que lucra mientras engaña a consumidores europeos haciéndoles creer que sus compras son “éticas”, pero que en realidad perpetúa miseria, hambre y trabajo infantil en países productores.

Es urgente que América Latina actúe unida

Los presidentes de los países productores de café deben crear la OCAFÉ —Organización de Países Productores de Café—, para defender a sus agricultores frente al cartel de corporaciones multinacionales apoyado por la UE, Suiza, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Japón. Solo así podremos exigir precios justos, erradicar el trabajo infantil, garantizar el derecho a la educación de millones de niños y asegurar condiciones de vida dignas.

El comercio entre la UE y la CELAC debe ser reformado para transferir a las regiones cafetaleras no menos de 10 céntimos de dólar por cada taza de café consumida en Europa.

La CELAC debe hablar con una sola voz.
No para pedir caridad.
Sino para exigir justicia económica.

Europa no puede seguir construyendo prosperidad sobre los huesos de nuestra infancia perdida.

Otras columnas de Fernando Morales-de la Cruz en Más Colombia

En el aniversario del nacimiento de Lewis Hine, debemos enfrentar la realidad del trabajo infantil en el siglo XXI

UNICEF, la OIT y la incómoda verdad sobre el trabajo infantil

Davos: ¿Ha mejorado el estado del mundo el FEM?

Salir de la versión móvil