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domingo, 28 de diciembre de 2025
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Del pesimismo, las estadísticas y el emprendimiento

Diego Cabrejo, Columnista, Más Colombia

Diego Cabrejo

Matemático e Ingeniero Electrónico, Magíster en Matemáticas Puras, Gerente de Riesgo y Co-Founder de la Fintech Prestanza (R). [email protected]

De acuerdo con un estudio realizado por Confecámaras en el 2017, el 60% de las empresas muere antes de los 5 años de su fundación y si miramos estadísticas en EEUU encontramos que dicha tasa de mortalidad alcanza el 50%, lo cual muestra cuán retador y riesgoso es hacer empresa, sin importar el contexto cultural y socioeconómico en el que te encuentres. Adicional a las estadísticas, hay varios emprendedores que públicamente dicen que hay que ser un idiota o retrasado mental para emprender o crear una empresa, lo cual crea barreras e inquietudes para aquellos que desean iniciar este camino de independencia.

Sin embargo, hay dos errores en este planteamiento: el primero es una mala lectura de las estadísticas, porque la mayoría de los emprendedores son seriales, y no es lo mismo decir que el 60% de las empresas fracasan, a decir que el 60% de los emprendedores fracasa. De hecho, la probabilidad de que un empresario fracase en tres proyectos de manera consecutiva es cercana al 21.6% (o lo que es equivalente: vas a tener una probabilidad de más del 78.4% de tener un negocio que sobreviva en el mediano o largo plazo, si lo intentas al menos 3 veces), lo cual muestra el impacto de la persistencia y la autoconfianza.


El segundo error es una consecuencia del primero, y es que una mala lectura de las estadísticas y una mala comunicación por parte de emprendedores y referentes del emprendimiento desmotivan a centenares de personas para empezar un negocio, aprender de manera acelerada las herramientas que se necesitan para prosperar, agregar un mayor valor a la sociedad y, lo más importante, crear un camino de autoconocimiento y autodeterminación que amplíe las posibilidades de ser feliz.

Por otra parte, el impacto del optimismo en el emprendimiento se ha medido en múltiples estudios, y el principal denominador de estos es enfatizar en los sesgos que puede causar la autoconfianza en el emprendedor. Arabsheibani et al (2000) encontraron que el 68% de los emprendedores creen que son mejores que sus pares, lo cual debilita la gestión de riesgos de una empresa y disminuye su capacidad de adaptación.

Tal como lo dice Hans Rosling en su libro Factfulness, estas fallas en el conocimiento de los datos reales y en la interpretación de los mismos están guiadas por diferentes razones, todas ellas inherentes a nuestra condición humana, tales como la necesidad de drama, el instinto de negatividad y el instinto de sobrevivencia, entre otros. Así las cosas, si no nos atenemos a las estadísticas, nuestro cerebro impondrá sesgos y falsas expectativas que harán creer, por un lado, que el mundo es peor de lo que realmente es, por lo cual no vale la pena intentar emprender y, por el otro, que soy mejor de lo que realmente soy, por lo cual no debo esforzarme y mejorar constantemente.

En conclusión, todo emprendedor o persona que quiera comenzar el maravilloso camino del emprendimiento debe combatir sus miedos, prejuicios y sesgos con datos. La data es la mejor herramienta que tienes para tomar decisiones.

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