El Club del Desahogo | Más Colombia
lunes, 15 de abril de 2024
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El Club del Desahogo

Marta Isabel González, Columnista

Marta Isabel González

Ingeniera de Diseño de Producto, Magíster en Mercadeo, creadora de La Vendedora de Crêpes.

El año pasado, cuando todavía creíamos que la pandemia tenía fecha de vencimiento y que no se iba a volver parte de nuestras vidas, empecé a recibir en mi cuenta de Instagram muchos mensajes de emprendedores preocupados, aburridos, con ganas de dejar todo lo que habían  hecho y con miedo de volver a empezar. Vale la pena aclarar que, a pesar de que me dedico a  vender crêpes, estos son el tema menos recurrente en las redes sociales de mi negocio. Tal como lo he dicho en esta columna, mi objetivo no es vender; es llevar un mensaje y es  precisamente por eso que los temas que toco con mayor frecuencia están más relacionados con el ser que con la gastronomía.  

Los emprendedores son un porcentaje importante de mis seguidores, en parte porque se identifican con mi día a día y muy a menudo tenemos el mismo tipo de problemas a resolver.  Cada vez me llegaban más de este tipo de mensajes y aunque disfruto mucho el hecho de poder ayudar o simplemente escuchar a mis seguidores, se me estaba saliendo de las manos poder hablar con cada una de las personas que llegaban a mí con este tipo de inquietudes. Así fue como nació El Club del Desahogo, un club en el que nos reunimos a veces de manera virtual y a veces de manera presencial a contarnos nuestras penas y alegrías de  emprendedores, pero sobre todo a darnos cuenta de que a todos nos pasan cosas parecidas. A darnos cuenta de que no estamos solos, a escucharnos, a compartir soluciones que ya nos han funcionado a nosotros y que tal vez puedan ser útiles para otros emprendedores.


El club del desahogo es un proyecto que me llena de satisfacción y que hasta ahora he visto que genera conexiones genuinas entre emprendedores. Pronto saldrá el podcast porque queremos llegar a muchas más personas y sabemos que si nunca es fácil organizar eventos grandes, mientras el covid siga en nuestras vidas sería un reto enorme para el que todavía no nos  sentimos preparados; pero lo que si podemos hacer y a lo que quiero invitar a los emprendedores que me lean es a formar su propio club del desahogo. Yo, con el mío, he descubierto el bien que nos hace escucharnos, desahogarnos con personas que tienen problemas parecidos a los nuestros y descubrir que tienen soluciones. La única manera de crecer es en comunidad.