Expertos de la UNAL advierten que el río Amazonas se aleja de Colombia: caudal en Leticia cae por debajo del 20%
El río Amazonas podría dejar de pasar por Colombia en menos de cinco años. Un estudio advierte sobre sus causas, impactos y lo que está en juego. Le contamos.

Colombia podría perder el río Amazonas en su territorio para 2030. Así lo advierten estudios recientes de la Universidad Nacional (UNAL), que revelan que solo el 19,5% del caudal total fluye actualmente por los canales colombianos, mientras el resto se concentra en el canal único del lado peruano.
La pérdida progresiva de agua se ha visto agravada por la sedimentación, la falta de obras hidráulicas y la ausencia de decisiones políticas desde hace más de tres décadas. Le contamos más sobre el estudio.

Le puede interesar: Para combatir maltrato animal, Colombia tiene nuevo Sistema Nacional de Protección y Bienestar Animal
Río Amazonas en retroceso: menos del 20% del caudal fluye hacia Colombia
En 1993, un estudio de la UNAL Sede Bogotá determinó que Colombia recibía solo el 30% del caudal del río en su zona limítrofe con Perú. Hoy esa cifra ha caído a menos del 20%, con disminuciones aún mayores durante temporadas secas. El fenómeno afecta directamente a Leticia, donde se observa una pérdida de conectividad fluvial crítica.
La causa principal es la acumulación de sedimentos que bloquea los canales colombianos. La erosión de las montañas andinas, intensificada por deforestación y minería, ha provocado la formación de nuevas islas, alterando el curso natural del río Amazonas. Aunque se han propuesto soluciones desde 2006, como dragados y espolones sumergidos, no se ha avanzado en su implementación.
Recomendaciones técnicas ignoradas
Según la profesora Lilian Posada, de la UNAL Sede Medellín, una de las soluciones viables sería la construcción de espolones en puntos estratégicos del río amazónico para redirigir parte del flujo hacia los canales colombianos. También se plantea el dragado de la zona entre las islas Ronda y Rondiña, especialmente en el estrecho de Nazareth, que concentra gran parte del caudal actual en el lado peruano.
Otras medidas propuestas, como mover el muelle de Leticia o reubicar las obras portuarias, no han sido consideradas por falta de voluntad institucional.

Impacto en comunidades y biodiversidad
La reducción del caudal del río afecta directamente a las comunidades indígenas asentadas en sus riberas, como los tikunas, cocamas y yaguas. Estas poblaciones dependen del río para su alimentación, movilidad y vida cultural. En los lagos de Yahuarcaca, donde viven más de 3.000 personas, se registran 455 especies de peces, 58 de ellas utilizadas regularmente para consumo.
La disminución del agua impacta este sistema de humedales que depende en un 80% del flujo del río del Amazonas. Según el profesor Santiago Duque, profesor de la sede Amazonia, la pérdida de caudal pone en riesgo el abastecimiento de proteína de las comunidades, que puede llegar a ser de hasta 20 kilos de pescado por persona al mes.
También le puede interesar: 1,4 millones de hogares colombianos aún cocinan con leña: pobreza energética dificulta avance hacia las energías limpias
Evaluación reciente en el estrecho de Nazareth
En junio de 2025, el profesor Juan Gabriel León, de la UNAL Sede Palmira, midió el caudal del río Amazonas en el estrecho de Nazareth con tecnología Doppler. Encontró que los canales colombianos tienen profundidades de apenas 5 a 6 metros, en contraste con los 35 metros en el canal peruano. El flujo ha perdido fuerza y capacidad para transportar sedimentos, lo que limita su recuperación natural.

Riesgo para la infraestructura y la soberanía hídrica
El Instituto Nacional de Vías contrató estudios para ampliar el malecón de Leticia, buscando reactivar el turismo y mejorar la infraestructura urbana. Sin embargo, la baja del río pone en entredicho la viabilidad de estas obras. Durante gran parte del año, el agua no llega a la ciudad, lo que convierte en incierto el resultado de la inversión pública.
Además, una modelación realizada por la Armada Nacional muestra que en cinco años el río Amazonas podría dejar de pasar por Colombia en temporadas normales, afectando gravemente el control territorial y la soberanía fluvial.
Expertos coinciden en que aún es posible intervenir el río Amazonas para frenar su desplazamiento hacia el Perú. Sin embargo, cualquier acción deberá contemplar análisis técnicos actualizados, coordinación binacional y participación comunitaria. La falta de acción inmediata podría anticipar el escenario más grave: un río ausente del territorio colombiano durante la mayor parte del año.
Lea más: Gordofobia en Colombia: cuando el consultorio se convierte en espacio de violencia