Escenario Vive Claro, nuevamente bajo la lupa: IDIGER y Sociedad Colombiana de Ingenieros advierten sobre graves fallas de seguridad
La polémica por el escenario Vive Claro va en aumento, con advertencias sobre fallas técnicas, informes inconsistentes y una presión creciente por garantizar la seguridad de miles de asistentes.

El concierto de Kendrick Lamar, programado para el 27 de septiembre en el escenario Vive Claro, fue cancelado debido a graves observaciones técnicas que comprometen la seguridad de la estructura.
Un documento oficial del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) revelan que las graderías presentan riesgos asociados a vibraciones excesivas que podrían afectar la integridad, estabilidad y seguridad del recinto, además del riesgo que pueden correr los asistentes.
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Fallas en el plan de contingencia y vibraciones críticas en el escenario Vive Claro
Según el informe del IDIGER, el Plan de Emergencias y Contingencias (PEC) presentado por la empresa organizadora OCESA no cumplió con los requisitos establecidos en el Decreto 599 de 2013. Además, los resultados de la prueba de carga dinámica del escenario mostraron que las vibraciones detectadas superan los niveles aceptables, lo que podría derivar en fallos estructurales.
El organismo señaló que, aunque OCESA solicitó más tiempo para completar los análisis técnicos, los resultados no estarán listos sino hasta finales de octubre. Ante esa situación, la entidad concluyó que no existen garantías suficientes para permitir el uso de las graderías del escenario Vive Claro, por lo que el evento no podía llevarse a cabo.
“Las vibraciones excesivas no solo generan molestias a los usuarios, sino que pueden comprometer la estructura, lo cual debe ser determinado con claridad por los responsables del diseño”, advirtió el IDIGER.
Falta de claridad en los informes técnicos
El documento también señala que, aunque se aseguró públicamente que el concierto se canceló por un “trámite pendiente”, desde el viernes anterior el IDIGER ya había advertido que no existían condiciones seguras para el uso del Vive Claro. Pese a ello, la cancelación se anunció oficialmente solo horas antes del evento.
La concejala Quena Ribadeneira cuestionó el proceso y pidió explicaciones sobre cómo se subsanaron más de 40 observaciones técnicas en menos de un mes.
“El informe técnico no es falso. El 8 de agosto recibí las observaciones y el 20 de agosto se publicó otro informe que supuestamente las subsanaba, pero el archivo oficial está ilegible. Hoy vence el plazo y la administración debe explicar cómo se resolvió todo tan rápido”, afirmó.
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Ingenieros piden revisión técnica independiente
Por su parte, la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) también expresó su preocupación y pidió una revisión técnica independiente del escenario Vive Claro y del proyecto en su conjunto. Según la organización, es indispensable verificar que los estudios, diseños y documentos cumplan con los estándares de seguridad exigidos.
Entre los puntos que la SCI considera prioritarios están:
- Cálculos estructurales, planos y estudios de suelos actualizados.
- Control de supervisión de la obra y verificación de la idoneidad profesional de los ingenieros responsables.
- Cumplimiento de estándares nacionales e internacionales en vibraciones, uniones, anclajes y cargas.
La entidad insistió en que sin estos elementos no se puede garantizar la seguridad del público en el escenario Vive Claro.
Transparencia y seguridad en entredicho
El tema no cesa y sigue creando dudas, críticas y cuestionamientos por la forma en que se ha manejado la construcción y operación del escenario. La falta de estudios concluyentes, la cancelación a última hora del concierto, el malestar que genera entre los residentes del sector por el ruido y la ausencia de información clara sobre el estado de la estructura han generado cuestionamientos tanto desde el Concejo de Bogotá como desde el gremio de ingenieros.
La discusión ahora se centra en la necesidad de revisar el proyecto desde sus bases y exigir a los responsables de que entreguen información detallada y verificable antes de permitir nuevos eventos. Hasta que no se cuente con resultados técnicos definitivos, las graderías del escenario seguirán sin autorización de uso.
La situación deja en evidencia las falencias en la planeación y supervisión del proyecto, así como la urgencia de implementar controles más estrictos para proteger la seguridad de los asistentes a futuros eventos masivos en la ciudad.