El descenso de la inflación se frena en Colombia: los precios no bajan y el costo de vida sigue presionando

Miguel Ángel Rodríguez
La inflación dejó de caer. Según el DANE, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 0,32% en septiembre y completó una variación anual de 5,18%, apenas por debajo del 5,81% registrado un año atrás.
Aunque el país mantiene una tendencia de desinflación, el ritmo se estancó y el costo de vida continúa elevado, especialmente en rubros esenciales como alimentos, arriendos, educación y transporte.
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El costo de vida no baja al ritmo esperado
El resultado de septiembre confirma que la corrección inflacionaria se está agotando. Durante el primer semestre, el país mostró una reducción constante del IPC, pero desde julio las cifras se han estabilizado alrededor del 5%.
En lo corrido del año (enero-septiembre), la inflación acumulada fue de 4,55%, casi igual al registro de 2024 (4,58%). Es decir, los precios dejan de subir más lentamente, pero no bajan, lo que mantiene presionada la canasta básica.
Los mayores incrementos del mes se presentaron en educación (1,39%), información y comunicación (1,43%), bebidas alcohólicas y tabaco (1,07%), y servicios de salud (0,60%). También subieron los arriendos y los servicios públicos, con alzas del 0,3%.
Por su parte, los alimentos mostraron una leve variación mensual (0,18%), aunque algunos productos, como las frutas frescas (2,38 %) y la yuca (12,2 %), siguen aumentando con fuerza. El tomate, las papas y los huevos fueron los pocos que bajaron de precio.
En términos anuales, las divisiones que más empujaron la inflación fueron:
- Restaurantes y hoteles (7,47%)
- Educación (7,29%)
- Bebidas alcohólicas y tabaco (6,38%)
- Alimentos y bebidas no alcohólicas (6,21%)
- Salud (5,99%)
El alojamiento, la electricidad y el gas (4,84%) también aportaron significativamente, aunque la caída del precio de la energía eléctrica (-2,17%) moderó su impacto.
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La inflación pega parejo: pobres, clase media y ricos sienten lo mismo
El DANE destaca que la inflación afecta por igual a todos los grupos de ingreso:
- Pobres: 5,21%
- Vulnerables: 5,15%
- Clase media: 5,17%
- Ingresos altos: 5,20%
Las diferencias son mínimas, lo que indica que el costo de vida golpea de forma transversal. No hay un alivio claro ni para los sectores de menores recursos ni para los hogares de ingresos medios, donde los gastos en arriendo, transporte y alimentos concentran la mayor parte del presupuesto familiar.
Las metas del Gobierno y el Banco de la República se alejan
El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) proyectaba que la inflación promediaría 3,6% en 2025 y cerraría el año cerca de 3,2%, en línea con la meta del Banco de la República. Sin embargo, los resultados del DANE muestran que ese escenario ya no es viable.
De acuerdo con el Informe de Política Monetaria del Banco Central, la inflación cerraría 2025 en 4,7% y solo convergería a la meta del 3% hacia finales de 2026. El propio Banco advierte que la corrección será “más lenta de lo previsto”, debido a la persistencia de precios altos en bienes básicos, los incrementos del salario mínimo y el deterioro fiscal del país.
Aunque la tasa de política monetaria se mantiene en 9,25%, el efecto sobre los precios parece haberse estabilizado. La apreciación del peso ayudó a contener importaciones más costosas, pero factores internos (como los ajustes en tarifas de servicios públicos, transporte y alimentos procesados) mantienen la inflación subyacente por encima del 4,8%.
¿Por qué el alivio no llega al mercado?
El estancamiento de la inflación refleja una mezcla de inercia de precios, choques climáticos y rezagos salariales. Los alimentos siguen vulnerables a las condiciones climáticas y logísticas, mientras que el incremento sostenido de los arriendos y los servicios públicos continúa trasladándose al consumidor final.
Además, el aumento del salario mínimo por encima de la productividad, las presiones fiscales y la incertidumbre del dólar (afectada por la prima de riesgo soberano) podrían impedir que los precios bajen más rápido.
En paralelo, la demanda interna se mantiene débil: el consumo crece lentamente y las familias destinan una mayor proporción de su ingreso a bienes esenciales. Esto explica por qué, pese a la política monetaria restrictiva, el costo de vida no mejora perceptiblemente en los hogares.
Colombia, en el grupo de inflación moderada
En el contexto internacional, Colombia (5,18%) se ubica por debajo de Chile y México, pero por encima del promedio de la Eurozona (3%). La tendencia es de estabilidad moderada, lo que la coloca entre los países de la región que lograron controlar el rebrote inflacionario posterior a la pandemia, aunque sin alcanzar aún la meta de largo plazo.
El desafío: mantener estabilidad sin frenar la economía
Con el dato de septiembre, el Banco Central mantiene su pronóstico de recortes graduales en la tasa de interés hacia 2026, pero advierte que la política monetaria debe seguir siendo prudente. El reto para el Gobierno y el Emisor será equilibrar la reducción de la inflación con la necesidad de reactivar el crecimiento, sin poner en riesgo la estabilidad de precios ni la sostenibilidad fiscal.
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Mientras tanto, el mensaje para los hogares es claro: el alza del costo de vida se ha detenido, y podría revertirse. Los precios dejaron de subir aceleradamente, pero siguen altos, y el alivio real en el bolsillo aún no se siente.