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jueves, 3 de octubre de 2024
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La desigualdad en Colombia, un fenómeno económico, laboral, de género y hasta espacial

A pesar de los avances, la desigualdad en Colombia continúa siendo un problema que abarca dimensiones como la laboral, de género y la espacial, de manera que no se limita a la desigualdad económica.

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América Latina es conocida como la región más desigual del mundo, según afirma Silvia Otero Bahamón, profesora de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario. 

En esta región, las brechas entre ricos y pobres, y entre diferentes grupos de población, son evidentes en casi todos los ámbitos de la vida. Colombia no es ajena a esta problemática, y se enfrenta a una desigualdad que va mucho más allá de la desigualdad económica. 


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La disparidad de ingresos es solo una faceta de la desigualdad en Colombia. Según un informe de Fedesarrollo, otros indicadores muestran que la desigualdad en la distribución de activos, bienes y acceso a servicios básicos en el hogar es aún mayor que la desigualdad de ingresos totales.

Desigualdad económica 

Según cálculos del DANE, en 2022 el índice de Gini para los ingresos fue de 0,55 a nivel nacional, a nivel rural fue de 0,47 y en las ciudades de 0,53. Este indicador generalmente mide la desigualdad mediante la concentración del ingreso. El resultado es un número entre 0 y 1, donde 1 implicaría la acaparación de toda la riqueza por parte de un solo individuo. 

La desigualdad en Colombia es más aguda en la concentración de bienes, activos y servicios en los hogares, con un índice de Gini cercano a 0,7 a nivel nacional en 2019. Este índice permite medir la desigualdad de manera multidimensional, incluyendo la propiedad de bienes del hogar como televisión, nevera, entre otros y el acceso a los servicios de agua, saneamiento y electricidad.

Según cálculos de Fedesarrollo, en 2019, mientras que el 98% de hogares tenía acceso a la electricidad, tan solo 67% tenía servicio de alcantarillado. En bienes, el 93% de los hogares contaba con televisión a color, pero apenas el 30% contaba con computador.

Además, la situación se agrava en las áreas urbanas y en hogares con jefatura masculina y niveles educativos más altos, según Fedesarrollo.


Mercado laboral

La desigualdad en Colombia también se refleja en el mercado laboral. A pesar de los avances en la ocupación laboral entre 2010 y 2015, el desempleo se disparó nuevamente en 2020, llegando al 15,9%, según datos publicados por el DANE. Entre 2021 y 2023 se ha mantenido, en promedio, en 9,6%.

El estudio de Fedesarrollo muestra que las diferencias entre los quintiles de ingreso familiar son evidentes, es decir, si se ordena el ingreso y se divide la población que lo percibe en cinco partes iguales. 

Así, el 20% más rico tenía en 2019 una tasa de ocupación de 67,1%  y una tasa de desempleo de 5,3%. En comparación, el 20% de menores ingresos tenía una ocupación de 42,1% y un desempleo de 17,7%.

Desigualdad de género

La desigualdad de género también se manifiesta en el mercado laboral, con tasas de ocupación significativamente más bajas para las mujeres. Entre enero y septiembre de 2022, la tasa de ocupación de hombres fue del 70,3% en promedio,  mientras que para las mujeres fue de 45,7%, como se puede calcular a partir de los datos del DANE. 

Según la misma fuente, las brechas salariales de género son igualmente notables. En el mismo año, el 20% más pobre de las mujeres recibió solo el 0,8% de los ingresos laborales, en comparación con el 22,8% del 20% más rico. 

Las diferencias en el mercado laboral se combinan con las desigualdades en el trabajo no remunerado, donde las mujeres realizan una parte desproporcionada de las tareas domésticas y de cuidado, las cuales no son remuneradas.

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Desigualdad en el acceso a servicios básicos

De acuerdo con la profesora Silvia Otero Bahamón, las disparidades se extienden más allá de los ingresos y del mercado laboral. La desigualdad en Colombia también se manifiesta en el acceso y la calidad de servicios básicos, como la educación y la salud. 


Las brechas en la calidad de la educación persisten y, si bien la cobertura en educación secundaria y media ha aumentado, las diferencias entre las zonas urbanas y las rurales siguen siendo notables. Además, el acceso a la educación se ve influido por el nivel de ingreso, según el estudio de Fedesarrollo. 

Lo mismo ocurre en el acceso a servicios de salud, donde existe una relación positiva entre el nivel de ingreso y la afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud, según cálculos de Fedesarrollo.

La desigualdad también se manifiesta de manera espacial

Según Óscar Alfonso, profesor de la Universidad Externado de Colombia, la desigualdad espacial ocurre a través de diferencias urbanísticas, habitacionales, de movilidad cotidiana y segregación. 

Para Rubén Katzman, profesor Emérito de la universidad Católica del Uruguay, esta desigualdad espacial funciona como un reproductor de la pobreza y la desigualdad, al aislar socialmente a los pobres dentro de las ciudades.

La desigualdad en Colombia es un problema complejo y multifacético que afecta diferentes dimensiones de la vida de las personas. A pesar de los avances, las brechas persisten y requieren una atención continua y políticas públicas efectivas para abordar las causas fundamentales de esta desigualdad arraigada.