“La mayor barrera al crecimiento de la productividad es la informalidad”
En promedio, un trabajador colombiano trabaja cerca de 2.496 horas al año. En Costa Rica dedica 2060 horas y en Dinamarca 1380 horas (OCDE, 2019). ¿Cómo explica usted estas diferencias tan marcadas?
Nuestra legislación ha estado rezagada en varios aspectos y la jornada laboral es uno de ellos. Se ha pensado que el tema de productividad es cuestión de más horas de trabajo. Sin embargo, países con mayores niveles de ingresos tienen jornadas más cortas. Creo que la discusión sobre productividad y costos laborales no se ha enfocado de manera adecuada y de allí el mayor número de horas.
¿Cómo ha ido evolucionando la jornada laboral en Colombia?
A diferencia de otros países, el mercado laboral en Colombia ha considerado trabajadores de un único empleo, en la mayoría de los casos con jornada completa, de entre 40 y 48 horas. Por décadas, la jornada máxima de 48 horas ha sido el punto de referencia, pero la discusión sobre la jornada es más profunda. Hoy en día, se habla de pensar en horas de trabajo y no en jornada estrictamente.
La Ley 2101, sancionada por el presidente Duque, reduce gradualmente la jornada laboral. Dentro de dos años, pasará de 48 a 47 horas, al año siguiente a 46 horas, en 2025 a 44 horas y en 2026 a 42 horas. ¿Qué impacto podría tener esto para los trabajadores y los empresarios?
Para los trabajadores significa un mayor balance entre la vida familiar y el trabajo. Adicionalmente, hay evidencia que muestra que menores jornadas de trabajo aumentan la productividad por hora. Si este es el caso, los empresarios se verán beneficiados. Sin duda, habrá un periodo de adaptación.
¿Qué es la productividad del trabajo?
En economía, la productividad suele medirse como el valor del producto de una empresa por cada trabajador. Si una empresa que produce zapatos produce el equivalente a 100 y tiene 5 trabajadores, la productividad del trabajo (de hecho, la productividad media) es de 20.
¿A las empresas les conviene que se reduzca la jornada laboral?
A primera vista se puede pensar que los empresarios pagarán igual salario por una menor disponibilidad de mano de obra. Sin embargo, el bienestar de los trabajadores sin duda repercute sobre las empresas, por lo cual en el mediano plazo se puede esperar un beneficio agregado para trabajadores y empresarios.
La ANDI ha estimado que con el proyecto se podrían perder «500 mil puestos de trabajo». ¿Está de acuerdo con esto?
Considero que se requieren análisis con modelos de equilibrio para llegar a números certeros de posibles pérdidas de empleo. A priori, si la reducción de las horas de trabajo en términos de costos se compensa con mayor productividad, no deberían observarse dichas pérdidas de empleo.
¿De cuánto es la productividad laboral en Colombia? En comparación con otros países latinoamericanos, ¿cómo se ubica Colombia?
El estudio de 2016 Mind the Gap! Quantifying the Skills Challenge in Latin America and Other Emerging Economies, de Ángel Melguizo (Centro de Desarrollo OCDE) y José Ramón Perea (Banco Mundial), hace una buena aproximación al tema. Allí se muestra que, en general, Colombia es un país con una productividad relativamente baja. Tras comparar once países en desarrollo, se concluyó que Colombia se ubica en el puesto sexto, por debajo de Turquía, Argentina, México, Rusia y África del Sur. Si bien son datos a 2013, esto no ha cambiado de manera importante. Además, la productividad es baja comparada con la de otros países de la región y con otros países en desarrollo.
¿A qué se debe que la productividad sea tan baja en Colombia?
Probablemente la mayor barrera al crecimiento de la productividad es la informalidad. Esta no solo debe pensarse como un problema del mercado laboral, sino como una problemática sistemática de la economía, que se refleja en las relaciones entre empresas, en la tenencia de vivienda y tierra, y en la inclusión financiera, entre otros. Esto hace que las empresas se mantengan pequeñas y que no puedan apalancar proyectos que permitan su crecimiento y, por lo tanto, la generación de mayor valor.
Actualmente, la jornada legal es de 8 horas diarias y 48 horas semanales. ¿Somos productivos durante todo este tiempo?
Probablemente reducciones pequeñas en las jornadas no afectarían la productividad de las empresas. Me atrevería a decir que, en jornadas tan largas, la productividad en el margen de una hora más es muy baja.
¿Cómo hacer más productivas las horas de trabajo? ¿Qué medidas se deben implementar para aumentar la productividad de la mano de obra?
La tecnificación y la digitalización son claves para aumentar la productividad. Las mejoras en los procesos organizacionales también son fundamentales. En muchas ocasiones nos enfrentamos a industrias y sectores donde existen reprocesos en buena medida innecesarios. Es clave repensar cómo hacer un uso adecuado del tiempo de los trabajadores.
En la mejora de la productividad, ¿qué parte le corresponde al Estado y qué parte a los empleadores?
Como mencionaba anteriormente, hay procesos internos a la organización de las empresas que son claves para mejorar la productividad. En el caso del Estado, este debe habilitar los procesos de tecnificación y la generación de mano de obra pertinente, con un sistema educativo que responda a esas necesidades. Debe ser un habilitador. Esta generación de bienes públicos tendría un impacto positivo sobre las empresas grandes y pequeñas.
Hay estudios que muestran que, en Dinamarca, por ejemplo, quedarse después de la jornada laboral es visto como una muestra de pereza, pues significa que el trabajador no cumplió con las metas del día. ¿Cuál es la lectura predominante de los jefes en Colombia frente a las jornadas laborales largas?
Este caso es más opinión, no evidencia. Diría que en Colombia tenemos una visión de horas gastadas y no de resultados, y eso dificulta repensar el modelo.
¿El balance vida familiar/profesional tiene repercusiones a nivel macroeconómico?
Totalmente. El bienestar es una dimensión clave que puede generar procesos de crecimiento más equitativo y sostenible. Si en últimas un mejor balance se traduce en una mayor productividad, esto tiene impactos positivos a nivel macro.
