Las preocupantes cifras del café en Colombia que se discutirán en el Foro Cafetero Nacional

No solo es importante el café en Colombia, también ha conquistado paladares alrededor del planeta. De hecho, después del agua, es la segunda bebida más consumida en el mundo y la favorita de los europeos. Así mismo, es la materia prima no minera más comercializada a nivel global.

Sin embargo, tras ese delicioso aroma se esconde una realidad preocupante. A pesar del crecimiento del sector, son los grandes transformadores y comercializadores quienes extraen las ganancias del mercado. Alemania, Suiza, Italia, Francia y Estados Unidos están entre los principales países exportadores de café a nivel mundial, según el valor de las exportaciones en 2022.

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La significativa reducción en la producción de café en Colombia en los últimos años ha tenido un impacto devastador en el empleo y en la economía del país.

Quienes producen café continúan siendo pobres y enfrentan condiciones desfavorables en el contexto actual. Tal es el caso de Colombia, donde, a pesar del abultado crecimiento de las ganancias de las grandes marcas y del buen comportamiento de la cotización del café en los últimos años, el retorno a la normalidad del mercado ha llevado a productores y trabajadores a reclamar la intervención del Estado para detener la caída del sector.

Ante esta crítica situación, el Foro Cafetero Nacional, que se celebrará el próximo 1° de agosto en la ciudad de Pereira, se presenta como un evento crucial para abordar las problemáticas del sector.

El objetivo es encontrar soluciones para detener el retroceso del café colombiano y proteger el empleo y la economía del país. Dignidad Cafetera ha dicho que, entre los temas que discutirá, se encuentran la crisis del Fondo Nacional del Café, la crisis de las cooperativas cafeteras, la garantía de compra, los costos de producción, el catastro multipropósito y las reformas promovidas por el gobierno, entre otros.

A continuación, le mostramos por qué es importante invertir en la diversificación de un sector determinante para la economía colombiana.

El café en Colombia genera ingresos, empleo e identidad

Colombia, el tercer productor de café más relevante a nivel mundial, ha visto cómo su agroindustria cafetera se ha convertido en una fuente vital de empleo y desarrollo para más de 540.000 familias en todo el país.

Con presencia en más de 600 municipios y 23 departamentos, esta actividad se ha consolidado como un motor económico y social. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en los últimos dos años, el cultivo de café contribuyó con un 8% al PIB agropecuario y el 2,7% al PIB de la industria alimentaria, aportando en conjunto un 0,6% al PIB nacional.

Además, el café se posiciona como uno de los principales productos de exportación de Colombia, ocupando el tercer lugar después del petróleo y el carbón. Entre 2021 y 2022, las cifras del DANE muestran que el café representó aproximadamente el 7,8% del total de las exportaciones del país, consolidándose como una importante fuente de ingresos para la economía nacional.

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La cadena productiva del café no solo genera empleo directo en las labores agrícolas, sino que su influencia se extiende a diversos sectores de la economía, desde transporte hasta servicios técnicos y profesionales. 

Por esta razón, se ha convertido en un importante empleador. Este sector genera alrededor de 2,5 millones de puestos de trabajo directos e indirectos, según cifras del Ministerio de Agricultura.

El sector cafetero enfrenta dificultades

A pesar del crecimiento en el valor de las exportaciones de café, la producción de café en Colombia sufrió un marcado deterioro en los últimos años, que ha impactado negativamente en el empleo del sector.

Entre 2015 y 2019, las exportaciones del sector cafetero cayeron un 21%, al disminuir de 2.800 millones de dólares a 2.213 millones de dólares (DANE). Sin embargo, tras la pandemia, se observó una notable recuperación en las exportaciones.

En 2020, las ventas externas de café alcanzaron los 2.317 millones de dólares y, para 2022, la cifra se elevó a más de 4.500 millones de dólares, un crecimiento impresionante, del 96%.

Por el contrario, el más reciente informe de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) reveló cifras alarmantes: en 2022, la producción anual de café alcanzó los 11 millones de sacos, un 25% menos que los 14,7 millones de sacos reportados en 2019.

Asimismo, la FNC reveló que en el país se redujo el área sembrada en 134 mil hectáreas desde 2013, lo cual ha representado la pérdida de más de 50 mil empleos.

El empleo cafetero es el más golpeado

De acuerdo con las cifras de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE, la agroindustria del café empleó aproximadamente unas 560 mil personas el año pasado, lo que equivale a un 16% del empleo del sector agropecuario y un 2,5% del empleo nacional.

Con respecto al sector, la plataforma oficial de consulta de estadísticas de Colombia Productiva, MARO, evidencia que este sector perdió 47.500 empleos en los últimos siete años.

Según este portal estadístico, mientras que en 2015 la cadena del café empleaba a más de 613 mil personas, en 2022 apenas ocupó a 566 mil, un 8% menos.

Cómo van los segmentos del mercado

De la cadena de valor del café, el 99% del empleo directo se genera en las actividades agropecuarias. El cultivo del café en Colombia sufrió un grave retroceso entre 2015 y 2022, pues pasó de emplear a más de 600 mil personas a menos de 562 mil, lo cual representa una caída de 7,7%, de acuerdo con los datos de MARO.

La segunda actividad generadora de empleo en la cadena del café, después del cultivo, es la trilla. Entre 2015 y 2022, esta actividad empleó en promedio 2.500 trabajadores. La demanda de mano de obra en este subsector tuvo un crecimiento de 56%, pues pasó de 1.900 a 2.900 trabajadores, en este periodo.

Con una participación menor en el mercado laboral cafetero, los productos derivados de procesos de transformación de mayor valor agregado, como el café tostado, molido o descafeinado, redujeron su demanda de mano de obra en un 29%. Estos pasaron de ocupar 3.100 trabajadores directos, en 2015, a 2.200 trabajadores en 2022.

Por último, la demanda de trabajo en la producción de otros derivados del café no es estadísticamente significativa en las cifras del DANE. Se estima que emplea a menos de un millar de personas de forma directa.

La disminución del área sembrada y los efectos de fenómenos naturales como La Niña, así como el impacto de la pandemia y el aumento en el costo de los insumos, son las principales preocupaciones del sector.

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