Del pasado al presente: 3 mujeres en la ciencia que cambiaron la historia | Más Colombia
lunes, 21 de abril de 2025
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Del pasado al presente: 3 mujeres en la ciencia que cambiaron la historia

Hoy recordamos la historia de 3 mujeres en la ciencia que hicieron historia y destacamos el trabajo de Diana Trujillo, la caleña que está haciendo historia justo ahora.

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A lo largo de la historia, las mujeres en la ciencia han enfrentado grandes obstáculos para hacerse un lugar en un mundo dominado por hombres. Y aunque mucho hemos avanzado en las últimas décadas, lo cierto es que las disparidades de género en el mundo de la ciencia siguen siendo una realidad.

Aunque construir una carrera en la ciencia como mujer es todo un reto, la historia ha demostrado que incluso contra todo pronóstico, las mujeres logran romper barreras y dejar una huella indeleble. Por eso, repasamos las hazañas de tres pioneras que revolucionaron la ciencia y cuyo legado sigue vigente aun ahora.


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3 mujeres en la ciencia que hicieron historia

1. Marie Curie: la pionera de la radiactividad

Marie Curie es, sin duda, una de las mujeres en la ciencia más influyentes de la historia, por lo que dejarla por fuera de un top como estos no sería sensato.

Curie nació en 1867 en Polonia y, junto a su esposo Pierre Curie, descubrió los elementos radiactivos polonio y radio.

Su investigación sobre la radiactividad no solo le valió dos premios Nobel (el primero en Física y el segundo en Química), sino que también sentó las bases para avances en la medicina, como la radioterapia para tratar el cáncer. Su legado sigue vivo en la comunidad científica y es, sin duda, una inspiración para las mujeres que buscan abrirse camino en este campo.

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2. Lise Meitner: la mente detrás de la fisión nuclear

Lise Meitner fue una física austriaca que, junto con Otto Hahn, descubrió el proceso de fisión nuclear, un hallazgo que cambió la historia de la energía y la ciencia. Su historia es especialmente desconcertante puesto que pese a su enorme contribución, el Premio Nobel de Química en 1944 fue otorgado únicamente a Hahn, dejando a Meitner en la sombra. 


Por indignante que suene, no es el único caso. Desafortunadamente, este es solo uno de los muchos escenarios en los que las mujeres no recibieron el reconocimiento que merecían en la ciencia, como ocurrió con Rosalind Franklin en el descubrimiento de la estructura del ADN.

Con Nobel o no, su trabajo fue clave para el desarrollo de la energía nuclear y la física moderna y su historia es, sin duda, un recordatorio de la lucha de las mujeres en la ciencia por el reconocimiento que merecen.

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Lise Meitner con estudiantes

3. Ada Lovelace: la primera programadora de la historia

En pleno siglo XIX, cuando la informática ni siquiera existía, Ada Lovelace ya estaba sentando las bases de lo que sería la programación. Esta matemática británica trabajó junto a Charles Babbage en el diseño de la “máquina analítica”, una precursora de las computadoras actuales.

Lovelace no solo entendió el potencial de esta máquina más allá de los cálculos matemáticos, sino que también creó el primer algoritmo para ser procesado por una máquina, convirtiéndose en la primera programadora de la historia. Su visión fue clave para el desarrollo de la informática moderna y la inclusión de más mujeres en la ciencia de datos y la tecnología.

Lovelace es una gran inspiración para todas las mujeres que buscan construir su carrera en el mundo de la ciencia y la tecnología, especialmente ahora que la tecnología juega un rol clave en nuestra vida diaria.

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Diana Trujillo: de Cali a Marte

Diana Trujillo es una de las mujeres en la ciencia que está haciendo historia en este momento. En el podcast Universo curioso de la NASA, Trujillo contó su historia y habló con orgullo de su origen colombiano.


Nacida en Cali en 1980, Diana recuerda que desde niña soñó con el espacio. A los 17 años, tomó una decisión que cambiaría su vida: dejó Colombia con poco dinero y sin hablar inglés para buscar oportunidades en Estados Unidos. Trabajó limpiando casas mientras aprendía el idioma y estudiaba en Miami Dade College. Su talento la llevó a obtener becas y a especializarse en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Maryland.

Con determinación, entró a la NASA y se convirtió en una pieza clave en la exploración de Marte. Fue parte del equipo que diseñó el brazo robótico del rover Curiosity, desarrollando una herramienta para limpiar la superficie del planeta antes de tomar muestras. Su trabajo ha sido crucial para entender si Marte alguna vez tuvo vida.

Hoy, Diana es líder de vuelo en la NASA y sigue abriendo camino en la exploración espacial.

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El mundo necesita más mujeres en la ciencia

Si bien han surgido iniciativas para incentivar la participación de mujeres en la ciencia, las disparidades de género en el campo científico requiere medidas estructurales más profundas. 

El mayor desafío está en combatir una verdad desalentadora: aunque más mujeres que hombres cursan pregrados y maestrías en esta área, la presencia de mujeres disminuye drásticamente en niveles superiores. Este fenómeno no solo limita su consolidación como investigadoras, sino que también restringe su acceso a posiciones de liderazgo y financiación.

Un estudio de la Universidad del Rosario liderado por Carolina Pardo y Andrea Paz evidencia que las barreras de género en la academia van más allá de la conciliación con responsabilidades familiares.

La carga administrativa, las diferencias en acceso a recursos y la falta de referentes femeninos perpetúan una brecha que ralentiza su avance profesional. A pesar de un leve aumento en la representación de mujeres en el sistema de investigación nacional, su impacto sigue siendo limitado debido a la menor productividad científica y acceso a fondos.