La verdad sobre por qué no verás huevo colombiano en Estados Unidos ni en un solo supermercado
La apertura del mercado estadounidense al huevo colombiano en Estados Unidos es histórica, pero el consumidor jamás lo verá en góndolas. Detrás del acuerdo hay una estrategia industrial para escalar hacia un negocio global.

Colombia logró lo que parecía imposible: ingresar con huevo colombiano en Estados Unidos, uno de los mercados agrícolas más cerrados del planeta. Pero aunque la noticia explotó en titulares, ningún estadounidense verá esos huevos en su nevera. Y ahí está la clave: este no es un negocio para el supermercado, sino para la industria alimentaria que depende de insumos invisibles pero esenciales.
Huevo colombiano en Estados Unidos: por qué no llegará al supermercado
El acuerdo aprobado por el APHIS, la autoridad sanitaria del Departamento de Agricultura de EE. UU., autoriza el ingreso de “huevos para quebrar”, una categoría que casi ningún consumidor conoce.
No son huevos de mesa ni se venden en cáscara. Son un insumo industrial que se rompe, separa, pasteuriza y transforma en huevo líquido o en polvo antes de entrar a mayonesas, salsas, panes, galletas o comidas preparadas.
Así lo explican tanto el ICA como Fenavi en su comunicado oficial, al indicar que estos productos “no son para consumo directo, sino para plantas habilitadas por el USDA donde se procesan antes de su uso industrial”. Es decir: el huevo colombiano en Estados Unidos no es un producto final, sino un ingrediente oculto en la cadena alimentaria.
Un mercado hermético: por qué este acceso es un hito único
Estados Unidos solo permitía la entrada de pollo y huevo de mesa de Chile, uno de los proveedores sanitariamente más estrictos del mundo. La admisibilidad para el huevo colombiano en Estados Unidos rompe un cerco histórico que muy pocos países han logrado atravesar.
El ICA subrayó que el permiso es un reconocimiento a la madurez sanitaria de Colombia y a su condición de país libre de influenza aviar en la avicultura comercial, un atributo que pocos tienen y que facilita el acceso a mercados de alto estándar.
Y no se trata sólo de política sanitaria: el mercado estadounidense es estratégico porque, según Statista, la industria de huevos atraviesa un desajuste severo por la influenza aviar, con caídas de producción cercanas a 3.000 millones de unidades y un encarecimiento de precios que llegó a triplicarse desde 2020
La crisis en EE. UU. que abrió la puerta al huevo colombiano en Estados Unidos
Según la información recopilada por Fenavi, la autorización coincidió deliberadamente con la crisis de oferta provocada por la influenza aviar. La industria estadounidense necesitaba proveedores confiables para asegurar su cadena de suministro. Colombia vio la ventana y actuó.
De hecho, la solicitud de admisibilidad tardó 18 meses y fue presentada justo a tiempo para abastecer la temporada crítica de febrero a abril, cuando la industria estadounidense más requiere insumos de huevo. El sector colombiano lo había anticipado: “La ventana que estábamos apostándole era tenerlo abierto en este momento”, explicó Fenavi.
La apertura, entonces, no fue casualidad, sino una jugada quirúrgica de diplomacia sanitaria, estrategia exportadora y lectura del mercado estadounidense.
Esto es lo que realmente se exportará: cifras, escala y destino
Aunque la noticia generó expectativas, el volumen inicial será pequeño:
- 3.250.000 huevos en el primer semestre de 2025 (10 contenedores), apenas el 0,3% de la capacidad exportadora total del país.
- La industria colombiana produce 19.500 millones de huevos anuales y destina entre 6% y 9% a exportaciones.
- Ya exporta huevos y pollo a 11 destinos, incluidos México, Perú, Caribe, Japón y Emiratos Árabes.
El huevo colombiano en Estados Unidos será procesado en seis plantas habilitadas, sin necesidad de permiso previo ni certificado sanitario individual, un aval excepcional para cualquier proveedor extranjero.
Por qué este acuerdo no es sobre el presente, sino sobre un negocio global a diez años
Aunque el volumen inicial es pequeño, el propósito es enorme: posicionar a Colombia como proveedor global de ovoproductos y carne de pollo. La meta a 2034 es exportar US$550 millones anuales, según el plan sectorial reseñado en los documentos técnicos de Fenavi.
No se trata de vender huevos, se trata de entrar a la cadena global de alimentos procesados, un sector que mueve miles de millones de dólares.
Algunos ejemplos de dónde podría terminar un huevo colombiano en Estados Unidos:
- En la mayonesa de una cadena de supermercados.
- En las galletas de una fábrica industrial.
- En mezclas de panadería congelada.
- En salsas y pastas procesadas.
La exportación funciona como cabeza de playa: se empieza por huevo para quebrar y se escala hacia huevo líquido, huevo en polvo, pollo congelado premium y más admisibilidades sanitarias.
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Un sector fortalecido que llega preparado al reto
Los datos más recientes muestran un sector en expansión:
- Consumo interno récord: 365 huevos per cápita al año, uno por día.
- Producción que creció de 12.000 millones a 19.500 millones de unidades en una década, con aumentos sostenidos y un alza del 7,7 % proyectada para 2025.
- Precios estables y competitivos: la inflación del huevo ha sido negativa, facilitando la oferta y el abastecimiento nacional.
Esto explica por qué Colombia está lista para competir donde pocos pueden: un mercado de altísimo estándar sanitario, altamente tecnificado y extremadamente vigilado.
Un acuerdo invisible para el consumidor, pero gigante para la economía
El consumidor estadounidense nunca verá huevo colombiano en Estados Unidos en los estantes. Pero lo consumirá sin saberlo. El acuerdo no busca cambiar desayunos, sino fortalecer cadenas globales de valor donde Colombia comienza a jugar en las grandes ligas.
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