Origen del IVA: a este país le debe el mundo el impuesto más polémico
El IVA no ha existido siempre. De hecho, no tiene ni 100 años. ¿En qué país nació el impuesto que más atormenta a las personas? Esta es la historia.

Nadie duda que los impuestos son fundamentales para las finanzas de los países. Sin embargo, pagarlos puede llegar a ser una labor decepcionante, en el marco de las discusiones sobre qué tan bien se invierten, qué tanto se los roban o quiénes deberían pagarlos en mayor medida.
De todos los impuestos, probablemente el más polémico sea el conocido como IVA, una sigla que hace referencia a Impuesto al Valor Agregado. Este es un tributo de amplia aplicación internacional que se utiliza para gravar el consumo de bienes y servicios.
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Tal vez la razón por la que el IVA genera tanta animadversión sea que es uno de los impuestos más claramente indirectos. Estos, también conocidos como impuestos regresivos, se caracterizan por que se cobran a todos por igual, sin tener en cuenta el patrimonio o los ingresos de los ciudadanos o las empresas. En el caso del IVA, es fácil ver que si David Vélez —el nuevo hombre más rico de Colombia fundador de NuBank— y un habitante de la calle se compran una gaseosa, tendrán que pagar el mismo impuesto por ella.
Así, a diferencia de los impuestos directos, como el impuesto sobre la renta, que recae directamente sobre el ingreso de los individuos o las empresas, el IVA se traslada a lo largo de la cadena de producción y distribución, hasta llegar al consumidor final.
Pero ¿a qué país le debe el mundo la existencia del IVA?
El origen del IVA se remonta a 1954 en Francia, donde surgió como una propuesta tributaria que buscaba mejorar la eficiencia en la recaudación. En ese momento, el impuesto se denominó Taxe sur la Valeur Ajoutée (TVA), que literalmente significa “Impuesto sobre el Valor Agregado”.
Esta iniciativa fue introducida por el ministro de Finanzas francés de ese entonces, Maurice Lauré, como una respuesta a las limitaciones del impuesto sobre las ventas que había existido hasta ese momento. Dicho impuesto solo gravaba la venta final de un bien o servicio, sin considerar las etapas previas de producción y distribución.
El IVA fue concebido como un impuesto que se aplicaría a cada etapa del proceso de producción y distribución de bienes y servicios, gravando el valor que se añadía en cada fase.
Pocos años después, otros países europeos adoptaron este modelo tributario. En la década de 1960, países como Alemania, Italia y Países Bajos comenzaron a implementar sus propias versiones del IVA, adaptándolo a sus realidades económicas y jurídicas.
Con el paso del tiempo, el IVA se convirtió en un impuesto utilizado en todo el mundo. En la actualidad, más de 160 países aplican algún tipo de IVA o impuesto similar al consumo.
IVA: Impuesto eficiente, pero inequitativo
Si bien el IVA ha sido alabado por su alta capacidad de recaudo y su eficiencia tributaria, también ha sido objeto de múltiples críticas y controversias, por afectar de manera desproporcionada a los sectores de menores ingresos y generar un aumento en los precios de los bienes y servicios.
Si bien muchos países han implementado exenciones o tasas reducidas de IVA en ciertos productos y servicios para mitigar en parte los efectos regresivos, sigue tratándose de un impuesto indirecto.
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¿Desde cuándo se paga IVA en Colombia?
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) en Colombia tuvo su origen en la Ley 20631 de 1975, durante el gobierno de Alfonso López, que gravó a productores e importadores con una tarifa general de 10%.
Hasta entonces, había regido el Decreto Especial 3288 de 1963, que era un tributo indirecto y monofásico (se cobraba en una de las fases del proceso de producción o distribución), vinculado al impuesto sobre el volumen de ventas. En cambio, el IVA nació como impuesto plurifásico, con lo que es cobrado en todas las fases que atraviesa un bien en su proceso de producción.
El objetivo principal de la introducción del IVA en Colombia fue ampliar la base tributaria y aumentar la capacidad de recaudación del gobierno.
La implementación del IVA fue un proceso gradual. Inicialmente, era del 10% y se aplicaba a un grupo reducido de bienes y servicios, mientras que otros productos continuaban gravados por el impuesto a las ventas.
Poco a poco, los gobiernos fueron ampliando la base imponible del IVA. Así, fue abarcando una mayor cantidad de bienes y servicios, incluidos muchos de los que hacen parte de la canasta básica, que en un principio habían sido excluidos como una medida para proteger a los sectores poblacionales con menos ingresos.
En la actualidad, la mayoría de los bienes y servicios consumidos en Colombia están sujetos al IVA, con algunas excepciones y tarifas diferenciales para ciertos productos básicos. La tasa general es del 19%, y existen tarifas reducidas del 5% y del 0% para bienes y servicios específicos, como algunos alimentos básicos, medicamentos y servicios educativos.
Desde hace algunos años, se implementó la devolución de IVA cada dos meses a los hogares pobres. De acuerdo con el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, en 2022 se les devolvieron $80.000 cada dos meses a 2 millones de hogares.
Sin embargo, nada de esto ha destronado al IVA como el impuesto más polémico. No solo muchos otros hogares que también luchan para llegar a fin de mes están excluidos del programa, sino que su naturaleza regresiva y el hecho de que encarece el consumo hacen que todos —o casi todos— tengan malos pensamientos al verlo reflejado en la factura.
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