Petro quiere poner a los trabajadores como notarios del acta de defunción de Ecopetrol, dice especialista
Roberto Schmalbach, exdirigente de la USO, habló de la promesa de Petro a los trabajadores de Ecopetrol, su papel en la industrialización nacional y hace un llamado a la USO a defender la empresa.
Roberto Schmalbach es economista y fue diputado de la Asamblea de Santander. Durante muchos años fue líder sindical de la USO, siempre con una postura patriótica. En esta entrevista le explicó a Más Colombia los inconvenientes de la política de Petro sobre Ecopetrol.
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¿Cuál es su evaluación sobre los cambios que plantea realizar el Gobierno de Petro en la junta directiva de Ecopetrol?
Los planes del Gobierno Petro para los próximos cinco lustros de Ecopetrol no se compadecen con la realidad de las necesidades económicas, sociales, políticas ni ambientales de Colombia. Tampoco se ajustan a las obligaciones proporcionales que tienen los países para afrontar las consecuencias del cambio climático global.
En primer lugar, porque el país necesita, hoy más que antes de los recursos provenientes de la industria petrolera para atender las necesidades acumuladas y sin resolver durante estos tiempos, provocadas por las políticas neoliberales desde 1990 y por la política petrolera pro imperialista de siempre, que aún hoy se mantienen vigentes.
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El presidente Petro afirmó en la Universidad Industrial de Santander, -UIS- , que se debía modificar la Junta Directiva de Ecopetrol porque «los obreros deben estar en la dirección de la empresa». Pero esa propuesta no la hace para que el país tenga por fin una empresa capaz de desarrollar todo su potencial exploratorio, extractivo, refinador, comercializador, transportador, científico, industrializador, sino que los quiere poner en la dirección de Ecopetrol para que ellos sean testigos de cómo una empresa petrolera se convierte en otra cosa.
Es decir, los trabajadores como notarios del acta de defunción de su propia empresa, la cual ayudaron a crear con sus luchas centenarias. Porque con Petro ni el petróleo ni Ecopetrol tienen futuro, para decirlo en otras palabras.
¿Qué papel puede jugar Ecopetrol en la reindustrialización del país?
El petróleo y Ecopetrol han sido fundamentales para el proceso industrial de Colombia, aún cuando los gobernantes nunca han tenido una política de industrialización en Colombia.
Ecopetrol debe ser uno de los pilares para dar ese salto cualitativo y cuantitativo que significa poner a Colombia como el primer país de Latinoamérica capaz de salir del subdesarrollo, palabra que avergüenza a la fauna política nacional, por eso la tienen en desuso.
La política de Petro, que niega nuevos contratos de exploración y pone el acelerador en Ecopetrol para que haga lo que no es su función principal, recuerda cuando Aureliano Babilonia, el último de los Buendía, lee los pergaminos de Melquiades y encuentra que allí estaban escritos los designios arrasadores de su pueblo y su estirpe para siempre.
Es como una especie de transmutación que repite la tragedia de los Buendía de la famosa novela de Gabriel García Márquez, porque hasta el remoquete que utilizó Petro en su vida clandestina fue el de uno de los Aureliano. ¡Vaya uno a saber cuál de los Aureliano de la saga era el que emulaba!
No hay explicación razonable para entender por qué, teniendo las posibilidades de maximizar el potencial que puede significar el petróleo en Colombia, hoy no se exploren todos los hidrocarburos que podamos y se utilicen esos recursos para ayudar a sacar a este país del atraso secular que padece.
¿Considera posible reemplazar los ingresos de Ecopetrol con otras actividades económicas como el turismo?
Poner a Ecopetrol y el petróleo en competencia con otras actividades económicas como el turismo o los aguacates o las uchuvas es un absurdo. La industria petrolera está tan diversificada en toda la cadena de valor que casi todas las actividades económicas e industriales tienen que usar el petróleo o sus derivados de alguna manera.
El turismo necesita aviones, carros, alimentos, plástico, medicamentos y muchos productos de la industria del petróleo. No sólo son los combustibles básicos, líquidos y gaseosos, sino también los petroquímicos, fertilizantes y demás. Igual pasa en la agricultura, el comercio, la medicina y en la mayoría de sectores.
El uso de derivados del petróleo en la producción es precisamente uno de los problemas que no pueden resolver ninguno de los energéticos alternativos que se buscan para sustituir plenamente los hidrocarburos.
En ese sentido Colombia, que está bastante rezagada en la industria mundial, no puede dar el salto al vacío y prescindir en 15 años de los recursos del petróleo, ni del proceso intrínseco que implica en la economía colombiana todo el movimiento de valor agregado que conlleva cada uno de los eslabones de la cadena de valor en la industria petrolera.
¿Cuál debería ser el futuro de Ecopetrol para los próximos años?
Si se quiere rectificar sin renunciar a una transición energética responsable con el futuro de Colombia, Ecopetrol y la industria petrolera deberían ser un pilar fundamental para que Colombia dé un salto hacia su industrialización.
Para los próximos 30 años, Ecopetrol debería adoptar una política agresiva de exploración y explotación de hidrocarburos, porque aquí hay bastante conocimiento de las cuencas sedimentarias del país. Siempre dijimos que el imperialismo tenía a Colombia como reserva estratégica para sus intereses. Entonces, ¿por qué vamos nosotros a renunciar a explotar soberanamente nuestros recursos naturales?
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Podemos hacer de Ecopetrol la empresa que lidere, ahora sí, una política petrolera por la que la USO, los trabajadores petroleros y la nación han luchado por más de cien años.
Ecopetrol es la prueba viviente más exitosa que ha tenido el país. Recibe los campos de reversión agotados y extiende su vida útil por más tiempo. Ahí están los campos de la reversión de Mares, con más de 100 años de exploración, y todos los que han revertido.
A Ecopetrol hay que defenderla como patrimonio y orgullo de los colombianos, como en otrora expresaba su eslogan. Hoy lo debemos retomar como un grito de batalla por la soberanía nacional.
¿Cuál debe ser el papel de la USO en la actual coyuntura?
La Unión Sindical Obrera, y lo digo con todas sus letras, tiene el deber moral, político, histórico y social de no claudicar ante los cantos de sirenas que amenazan la existencia de la empresa. Ecopetrol es el símbolo máximo de las luchas centenarias por la soberanía, el trabajo y la producción.
Ecopetrol es la expresión de esos valores nacionales, porque la lucha de los trabajadores hizo posible que la nación tuviera por primera vez una empresa símbolo de la soberanía.
La USO puede jugar un papel clave para que el Gobierno rectifique. Tendrá que recurrir a su historia inmarcesible para no quedar como los últimos de su estirpe, para quienes la historia no dará una segunda oportunidad.
Este jueves 29 de febrero se realizará un foro virtual con Juan Benavides, Amilkar Acosta y Gabriel Alvis sobre el futuro de Ecopetrol. Podrá verlo aquí:
