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sábado, 4 de octubre de 2025
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Sobre los precios de los combustibles en Colombia

Diego Otero Prada, Columnista, Más Colombia

Diego Otero

Ingeniero eléctrico de la Universidad de los Andes y PhD en Economía de la University of Pennsylvania. Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica (ACECRI) y miembro de la junta directiva de la Academia de Ciencias Económicas (ACCE).

Los precios de los energéticos son muy importantes

El tema de los precios de los combustibles y de los servicios públicos, en especial de la energía eléctrica, preocupa a los colombianos, como ocurre en todos los países.

En lo referente a los combustibles, desde 1998 la política para establecer sus precios se basó en los precios en el Golfo de México de los Estados Unidos, pero no existía un Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).


Este Fondo se creó por la ley del Plan de Desarrollo de 2007-2010, del presidente neoliberal Álvaro Uribe Vélez, y fue propuesto por los economistas conservadores con el apoyo de Ecopetrol, y funcionarios del Ministerio de Minas y Energía. Se creó un monstruo que no existe en ningún país del mundo, tal vez con la excepción de algo similar en Perú.

Este Fondo hay que acabarlo. Así como se creó por ley, igualmente se puede acabar por otra ley. No hay que tener miedo.

No hay que dejarse chantajear

Me sorprende que un gobierno que se dice progresista y antineoliberal, se deje chantajear por esta política neoliberal y vaya a aumentar los precios de los combustibles para darles gusto a los economistas conservadores.

Hay que terminar con esta limitación del Fondo y tener una política autónoma para cambiar los precios como lo exijan las circunstancias, pero también hay que desvincular los precios internos de los precios internacionales.

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Me sorprende que una persona académica y racional como el ministro de Hacienda esté cegada por aumentar los precios de los combustibles y seguir con el Fondo, en lugar de quebrar esta política absurda para beneficio de Ecopetrol y perjuicio de los colombianos y el sector productivo. El interés de Ecopetrol no siempre es el del país.


La ideología neoliberal está muy fuerte en Colombia

Hay dos países en Latinoamérica, Colombia y Chile, donde el neoliberalismo es muy fuerte, aún en gobiernos supuestamente progresistas. Claro que en el caso de Gabriel Boric no es nada raro, ya que es un buen representante de la izquierda identitaria y otanista.

Pero, sorprende que con la discusión sobre los precios de los combustibles ahora todos son neoliberales. Se utilizan los mismos argumentos de los economistas conservadores para defender aumentos de precios, defender el Fondo de Estabilización y vincular los precios internos a los precios internacionales.

Se dan argumentos bastante falsos. Algunos dicen que como no se va a aumentar el precio del diésel, no hay problema en que los 10 millones de motociclistas (que utilizan todos los hogares), los miles de taxis y los 3,4 millones de carros privados (los hogares medios son los que más los utilizan), miles de camionetas y jeeps paguen más por la gasolina. No se dan cuenta de que el precio del diésel en Colombia está por debajo del precio de la gasolina, cuando debería ser al contrario, que es lo que ocurre en todo el mundo. Y que si este precio no se aumenta el saldo del Fondo crece.

Y llegan hasta afirmar que los precios de los combustibles no tienen efectos en los costos. Esto es erróneo teórica y empíricamente.

Francamente estoy sorprendido que supuestos progresistas, y ambientalistas fundamentalistas, ahora son verdaderos adeptos del neoliberalismo. Y con esto le están haciendo mucho daño al gobierno de Gustavo Petro, que ha implementado muy buenas ideas, con argumentos equivocados, que en todo el mundo han dado lugar a fuertes protestas, desacreditado y tumbado gobiernos. Es que el dogmatismo y el fundamentalismo son muy peligrosos.

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Y también se argumenta que hay un problema fiscal serio y que por eso hay que aumentar los precios y pagar lo que se debe al Fondo con recursos del presupuesto, tal como lo planteó el gobierno neoliberal de Iván Duque en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.

Difícil sanear el fondo: acabarlo es la solución

Además, si se sigue con el Fondo, nunca podrá sanearse porque implica aumentar hoy los precios de la gasolina y el diésel en cerca de cien por ciento y queda el saldo por pagar de 40 billones de pesos. Y si se hace como aparece en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, hay que gastar dos años de la reforma tributaria.


Hoy las circunstancias parecen razonables en el corto plazo porque los precios internacionales han bajado, dado que las economías desarrolladas y la de China han disminuido su ritmo, pero esto puede cambiar en cualquier momento por razones geopolíticas. Los precios del petróleo son impredecibles. Pueden llegar a 150 dólares el barril cuando menos se piense.

Los precios internacionales del petróleo no obedecen a costos ni a competencia

Por otra parte, los pecios internacionales no tienen nada que ver con los costos, sino con razones geopolíticas y el manejo de estos por el cartel de OPEP plus (más Rusia). El costo de producción en los países árabes no pasa de 10 dólares el barril y en Rusia de 25 dólares. Y Colombia es autosuficiente, no es importador de petróleo, en el presente importa un 20% de gasolinas y diésel, pero esto va a desaparecer con el incremento en la capacidad instalada de la refinería de Cartagena.

Para los países importadores es lógico que cobren con lo que les cuesta, no así con los autosuficientes como Colombia.

Pero, en la actual coyuntura, en Europa están subsidiando a todos los usuarios y empresas porque entienden que son precios artificiales que no se les pueden traspasar a los usuarios.

El gobierno puede obtener recursos nuevos

Ahora, si el gobierno quiere obtener recursos por los precios de los combustibles, se pueden modificar los impuestos en las fórmulas de precios. Si los ingresos llegan a Ecopetrol, este los gasta en actividades operativas y de inversión y, dado el impuesto del 35% a las utilidades, no es mucho lo que le llega al gobierno. En otras palabras, si se aumenta el ingreso al productor en la fórmula, si no hay gastos adicionales, solamente el 35% sobre ese ingreso le llega al gobierno. Pero como hay gastos adicionales, el neto es bastante menor.

Racionalmente, para el gobierno central lo mejor es acabar con el cuento del costo internacional. Puede aumentar los precios con una modificación del impuesto nacional en la fórmula, y el Ministerio de Hacienda obtendría ingresos por billones de pesos anualmente. Así, directamente. Es lo más racional.

Ecopetrol se ha apoderado de recursos que le corresponden al gobierno central

Hay algo que no se ha tenido en cuenta y es el hecho de que Ecopetrol no ha pagado al gobierno nacional las normas que existen sobre ganancias extraordinarias de los campos que ha recibido, que son billones de pesos. Si se cruzan estos ingresos dejados de recibir, el saldo del Fondo puede llegar a cero pesos. Ecopetrol siempre ha actuado como una empresa independiente del gobierno central y no le importa si su interés no siempre coincide con el interés general. Es hora de ponerle el tate quieto. Me consta; cuando fui subjefe del DNP y viceministro de Minas y Energía, teníamos muchas dificultades para obtener información y entrar a discutir sus planes de inversión.


En el documento de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, “Recomendaciones sobre objetivos de política energética”, se dice:

“Ecopetrol recibe varios subsidios de la Nación, heredados como antiguo administrador del recurso. Tal es el caso por ejemplo de las reversiones de contratos petroleros de la Nación, a cero costos, consistente en reservas, campos con pozos en producción, facilidades de superficie, etc. Por contratos petroleros antiguos que terminan, o la cláusula de precios altos que tiene en contratos de asociación que se extendieron, como es el caso de Caño Limón, donde Ecopetrol recibe el beneficio de las windfall profit o de ganancias extraordinarias por precios altos, que para los contratos petroleros con la ANH los recibe el gobierno central, o el tratamiento algo generoso en favor de Cenit las tarifas de transporte de petróleo por oleoducto que autoriza el Ministerio, entre otros. Muchos de estos ingresos de Ecopetrol son en realidad de la Nación, producto de su rol de Estado y no un producto de su actividad empresarial, y por ello se puede afirmar que son subsidios que aún recibe Ecopetrol. De hacer el neto, como se propone, las cuentas del denominado Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles serían bastante diferentes”.

Hay que acabar con el Fondo de Estabilización y con el neoliberalismo

Señores del gobierno nacional, acabemos con el neoliberalismo, acabemos el monstruo del Fondo de Estabilización y desvinculen los precios internos de los precios internacionales. Ya lo están haciendo en Europa con los precios de la energía eléctrica y nadie de los neoliberales ha alzado la voz en contra en el viejo continente. Y también están colocando topes a los incrementos en los precios de los combustibles y de la energía eléctrica. No seamos más papistas que el papa.

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