Tasas de interés en Estados Unidos y Colombia: Predomina la Incertidumbre

En su reunión del 31 de enero, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) mantuvo el nivel de la tasa de interés en un rango de entre 5,25% y 5,5%.

El mismo día la Junta Directiva del Banco de la República de Colombia adoptó la decisión de bajar en 25 puntos básicos la tasa de interés pasándola de 13% a 12,75%.

Incertidumbre en Estados Unidos sobre la evolución de las tasas de interés

La decisión de la FED tiene gran importancia pues determina qué tan atractivos para el mercado son los bonos de deuda estadounidense. Además, la mayoría de los bancos centrales del mundo, incluyendo nuestro Banco de la República, fijan la tasa de interés en un nivel similar o mayor para poder competir y que los capitales no se dirijan en masa a Estados Unidos.

La Reserva Federal había dado señales ambiguas sobre la perspectiva de la tasa pues se había creado la expectativa de que en la reunión habría una nueva alza, lo que dispararía un aumento en los intereses en todo el mundo.

En su reunión de diciembre, la FED mantuvo estables las tasas de interés, y señaló que el histórico endurecimiento de su política monetaria de los últimos dos años había llegado a su fin y que los costos de endeudamiento se reducirían en 2024.

El objetivo de la FED con las tasas de interés es disminuir la demanda y con ello influir en una baja en los precios para controlar la inflación, los cuales al finalizar 2023 habían subido 2,8%.

La meta de reducir la inflación a un 2% no se cumplió durante 2023 y la FED en su reunión consideró que cualquier disminución futura en las tasas dependería de que hubiera datos sólidos sobre una disminución sostenible durante 2024.

Le puede interesar: El Gobierno Nacional destinará una millonaria inversión en la televisión pública para mejorar la calidad del servicio

Colombia tiene pequeña baja en la tasa de interés

En la rueda de prensa que realizó la Junta del Banco de la República, y que fue presidida por el ministro Ricardo Bonilla y el Gerente del Banco Leonardo Villar se informó que la expectativa del Banco para el 2024 es un crecimiento del 0,8% en la economía, la meta para de reducción de las tasas de interés es hasta el 8% y la meta de inflación es reducirla hasta el 5%.

El comunicado de la Junta señaló que los precios de los servicios registraron una tendencia al alza y que el déficit fiscal aumentaría del 2,8% en 2023 a 2,9% en 2024

Bonilla fue una de las dos personas que defendieron una rebaja en las tasas de 50 puntos básicos pero los otros cinco miembros optaron por una de 25 puntos.

Los análisis de Bonilla y Villar coincidieron en que el ritmo de descenso dependería de la disminución de la inflación, variables que en criterio del ministro Bonilla está bajando en forma sólida. 

No obstante, la mayoría de la Junta no piensa lo mismo, y ve necesario evaluar más adelante los efectos que puede tener sobre la inflación el aumento del salario mínimo y el fenómeno del niño .

Por su parte, Villar recalcó que Colombia es uno de los tres países de América Latina con mayor inflación junto con Argentina y Venezuela.

También le puede interesar: ¿Vuelve la mesada 14 para las Fuerzas Armadas?

La economía en el 2024 depende en gran medida de la geopolítica y el clima

La mayor parte de los economistas tienen pronósticos positivos sobre la economía en el 2024 y estiman que producto de una disminución sostenida de la inflación y una reactivación económica paulatina, se podría vivir una estabilización de la economía mundial.

Pero dichas proyecciones no pueden perder de vista grandes variables geopolíticas, como la continuidad de las guerras en Ucrania y Palestina, y los impactos climáticos, elementos que podrían afectar las cadenas de suministros y los precios de la energía y los alimentos.

En cuanto al caso colombiano, la viabilidad de las metas macroeconómicas fijadas por la Junta del Banco de la República no generan consenso. 

Según Enrique Daza, director del Centro de Estudios del Trabajo, lograr un descenso rápido y sostenido de la inflación y una reducción significativa de las tasas de interés con un crecimiento de apenas un 0,8%, sumado a una amplia incertidumbre sobre la inversión y serias dificultades en la producción agrícola e industrial, no parece tan sencillo.