Transición energética y el debate a la ministra de Minas y Energía
Diego Otero
Ingeniero eléctrico de la Universidad de los Andes y PhD en Economía de la University of Pennsylvania. Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica (ACECRI) y miembro de la junta directiva de la Academia de Ciencias Económicas (ACCE).
Hay toda una confusión en Colombia sobre lo que es la transición energética y cuál es el papel del sector energético en el país. Aquí se confunde transición ecológica o lucha contra el cambio climático con transición energética.
Oír a los parlamentarios hablar de estos temas es realmente triste por su ignorancia sobre el tema, y esto lo aplico a los parlamentarios de todos los partidos. E, igualmente, es conmovedor oír a la ministra de Minas y Energía.
Toda la discusión en Colombia se concentra en el sector eléctrico, porque los llamados continuos del gobierno, los ambientalistas y los políticos son a implementar fuentes renovables centradas en sol y aire para generar electricidad.
Hay que considerar las cifras
Como no miran cifras, no saben que el sector eléctrico colombiano es uno de los más sostenibles del mundo por el papel de la hidroelectricidad entre 70% y 85%, dependiendo de las condiciones climáticas.
Es un sector que solamente explica entre el 2% y el 5% de las emisiones, dependiendo de las condiciones hidrológicas. O sea, el problema de la transición energética en Colombia no está en el sector eléctrico sino en el consumo de derivados del petróleo en transporte, el uso del gas natural en los hogare, la industria y los servicios, y el consumo de carbón en la industria. Esto no se resuelve con paneles solares y aerogeneradores.
Pero, ya lo he mencionado, el gas natural es un combustible de transición para, por lo menos, 40 años, y por eso hay que encontrar nuevos yacimientos.
Otro supuesto de las intervenciones de los funcionarios del gobierno es un supuesto implícito de que nosotros somos culpables del cambio climático y que tenemos que someternos a los dictados de un nuevo poder mundial que nos quiere definir qué tenemos que hacer y de ONGs que nos quieren imponer su énfasis en las energías solar y eólica para beneficio de los nuevos vendedores de tecnologías.
Las emisiones de Colombia son mínimas
Repitámoslo, Colombia es responsable del 0,55% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), del cual 0,37% son emisiones de CO2 y resto de metano y óxido nitroso.
Entonces, dejemos tantos quejidos sobre el cambio climático para someternos a tomar acciones que no nos convienen y a comprar tecnologías solares y eólicas para crear empleo e industria en el exterior. Nuestro reclamo debe ser a los países capitalistas desarrollados, en quienes pesa el 80% de las emisiones.
El debate en el Congreso
Qué debate tan lamentable dieron los parlamentarios y la ministra de Minas y Energía. Fue una experiencia de ignorancia total, de falsedades en cifras y en interpretaciones, de puro bla bla bla.
Por ejemplo, uno de los parlamentarios del partido Liberal afirmó que no importaba importar gas natural si Colombia ya lo venía haciendo. Este señor parece que no sabe de estadística ni de las circunstancias de las importaciones.
Estas no han sido nunca mayores a 2% y se hacen para cubrir emergencias por mantenimiento de gasoductos o problemas en los campos, importaciones concentradas para alimentar a las térmicas de gas natural de la Costa Atlántica.
Otro parlamentario dijo que había que cumplir el programa del nuevo presidente por el cual fue elegido, programa que nunca fue discutido públicamente. Es increíble, ¿si una propuesta perjudica al país hay que cumplirla a rajatabla?
Alguien también comentó como gran hecho de la Ministra que logró bajar las tarifas de la energía en 2%. Por favor, esto es ridículo, cuando las tarifas en el interior han aumentado 33% y en la Costa Atlántica 63%. Esto es un insulto a la inteligencia.
También comentaron como gran hecho que la Ministra había llevado la electricidad a mil familias, algo que venía de antes. Y, además, qué son mil familias. Otro insulto a la inteligencia.
La señora Ministra se dedicó a generalidades y nunca se refirió al tema de las nuevas rondas de petróleo. En realidad, no propuso nada, fuera de hablar en abstracto sobre la transición energética, sin presentar hechos concretos. En realidad, eludió el debate.
Para combatir el petróleo, el veneno, según su caracterización por parte del gobierno, tomó como ejemplo las regiones de la Guajira, Casanare, Arauca y Barrancabermeja, y correlacionó los problemas (pobreza monetaria, pobreza multidimensional, desigualdad y atraso) de estas regiones con la explotación de hidrocarburos y de carbón.
Esto lo hizo sin considerar la corrupción, el paramilitarismo, el clientelismo, las guerrillas y las distintas formas de ilegalidades que coinciden en estas regiones.
Es un burdo análisis estadístico, que parte de que la simultaneidad de situaciones da lugar a causalidades. En este caso, porque hay explotación de hidrocarburos o carbón, hay pobreza. Todo para tratar de demostrar que producir petróleo y carbón, lo que llaman extractivismo, es un horror, por lo que hay que parar su producción y no hay necesidad, por lo tanto, de pensar en nuevos contratos.
La Ministra tuvo el atrevimiento de decir que, supuestamente, el transporte se iba electrificar en el mundo en nueve años. Según los medios, “la ministra ilustró, en respuesta a los continuos interrogantes sobre si habrá o no nuevos contratos, que cualquier nuevo acuerdo daría resultados en más de ocho años. ¿Y qué está pasando en el mundo en 8,6 años? Se estará haciendo toda la transformación del parque automotor de Europa. Está arrancando China. Está arrancando India. ¿Dónde va a estar la demanda de esos hidrocarburos que estaríamos de pronto descubriendo? se preguntó a sí misma la ministra”.
Por favor, esto sí es un atrevimiento de ignorancia e irresponsabilidad, todo para tratar de justificar por qué no se necesitará petróleo. Nadie en el mundo habla de electrificar el transporte cien por ciento en 2050. Si acaso, más allá de 2070.
Todo lo que dice la Ministra es una repetición de lo que escribió el coordinador del programa energético del presidente Petro, hoy director de la Agencia Nacional de Minería, programa lleno de falsedades y errores de todo tipo técnico, económico, financiero y social. Como la otra propuesta de comunidades energéticas que no se sabe qué son, y que supuestamente van a bajar las tarifas y precios de los energéticos.
Conclusiones
Da pena ver al Congreso que tenemos, lleno de nulidades, de ignorantes, de irresponsables, sean del Pacto Histórico o de los partidos tradicionales.
Así no se puede construir país y mucho menos hacer un verdadero cambio social y romper con el dominio de siglos de unas clases dominantes minoritarias, egoístas, extranjerizantes y violentas.
El caso de la ministra de Minas y Energía es francamente lamentable, y no porque sea mujer, como trata ella de defenderse, con el cuento de que se la ataca por ser mujer. No señora, se le critica por ser ignorante en los temas energéticos y mineros y por sus irresponsables afirmaciones.