Vecinos del escenario Vive Claro realizaron pijamatón contra el ruido y los daños ambientales
La protesta ciudadana frente al escenario Vive Claro reunió a decenas de vecinos de Salitre El Greco y barrios aledaños, quienes denunciaron afectaciones ambientales, urbanas y de convivencia.

La noche del 7 de octubre, mientras Guns N’ Roses ofrecía su concierto ante miles de asistentes, decenas de residentes de los barrios: Salitre Greco, La Esmeralda, Nicolás de Federmán, Nuevo Campín, Pablo VI, Quirinal, Rafael Núñez, participaron en una pijamatón para protestar por el ruido excesivo, las vibraciones, el caos vehicular y los daños ambientales.
Los vecinos aseguran que el recinto, operado por Ocesa y su matriz Live Nation Entertainment, ha alterado la tranquilidad de una zona residencial y ambientalmente sensible.
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La pijamatón: protesta pacífica en medio del concierto de Guns N’ Roses
Con cobijas, linternas y pancartas, los vecinos de Salitre El Greco, La Esmeralda y Nicolás de Federmán se reunieron frente a uno de los accesos del escenario Vive Claro para denunciar lo que consideran un abuso institucional y empresarial. Los vecinos aseguran que el ruido y las vibraciones son insoportables.
Los organizadores reportaron que participaron vecinos, colectivos ambientales y algunos asistentes al concierto que expresaron apoyo a la causa.

Denuncias por irregularidades en el escenario Vive Claro
Las demandas de los manifestantes se centraron en la legalidad del escenario Vive Claro y en los posibles impactos sobre el entorno urbano y ecológico. Los vecinos y algunos Concejales han denunciado que el recinto fue construido sin licencias de urbanismo ni estudios de impacto ambiental completos, dentro de un área que forma parte de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá.
Según denuncian, la estructura ubicada dentro del antiguo predio del Centro Bolivariano no cumpliría la Norma Sismo Resistente NSR-10, pese a tener capacidad para más de 40.000 personas. También señalaron que la operación de eventos masivos ha incrementado la congestión y los daños en las vías locales, afectando la movilidad en las UPZ 104 (Parque Simón Bolívar-CAN) y 106 (La Esmeralda).
Live Nation y Ocesa: concentración de poder y falta de garantías
El caso también reavivó las críticas hacia Live Nation Entertainment, la multinacional que controla gran parte de la industria de conciertos en Colombia a través de sus filiales Ocesa y Páramo Presenta. Estas empresas gestionan el escenario Vive Claro, la boletería mediante Ticketmaster y la producción de eventos como Estéreo Picnic, Knotfest y Baum Festival.
Con la cancelación del concierto de Kendrick Lamar el pasado 27 de septiembre, la confianza del público se resquebrajó. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) mantiene abiertas indagaciones para determinar responsabilidades, mientras los consumidores reclaman mayores garantías frente a fallas logísticas y reembolsos incompletos.
Durante la pijamatón, los vecinos señalaron que esta concentración de poder impide la competencia y diluye las responsabilidades.

Respuesta institucional y panorama tras la protesta
La Alcaldía de Bogotá, encabezada por Carlos Fernando Galán, reiteró que los permisos para eventos masivos deben tramitarse con al menos cinco días de antelación y cumplir todos los requisitos de seguridad.
El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos (IDIGER) y la Secretaría de Ambiente informaron que evaluarán nuevamente las condiciones estructurales y acústicas del recinto antes de autorizar los próximos conciertos, entre ellos los de Imagine Dragons, Linkin Park y Shakira, programados para octubre y noviembre.