Adiós a las inversiones forzosas: Petro y los bancos llegan a un acuerdo para la reactivación económica
Tras meses de incertidumbre y debates intensos sobre la posibilidad de implementar inversiones forzosas, el gobierno ha logrado acordar con los bancos el “Pacto por el Crédito”.
No más inversiones forzosas. A través del acuerdo, el sector financiero aceptó poner $55 billones para créditos a sectores que son de interés del gobierno, establecidos en el plan de desarrollo.
El presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, explicó que “la banca otorgaba créditos por cerca de $195 billones, pero ahora esa cifra aumentará a $250 billones, en un período de 18 meses, representando un crecimiento real en un contexto de inflación en descenso”.
El presidente, Gustavo Petro, aseguró que esta medida “reemplaza lo que habíamos llamado como inversión forzosa, es decir, que no tendremos que ir al Congreso de la República a hacer una ley”.
El gobierno ha señalado que este acuerdo representa no solo un alivio para el sector financiero, sino también una oportunidad para impulsar el desarrollo económico en sectores que considera clave como la construcción, la agricultura, el turismo y la manufactura.
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Un acuerdo que reemplaza las inversiones forzosas
El acuerdo alcanzado entre el gobierno y los bancos colombianos representa una solución alternativa que permite evitar los efectos negativos de las inversiones forzosas. En lugar de imponer obligaciones a los bancos para destinar recursos a ciertos proyectos, el pacto establece que las entidades financieras destinarán $55 billones de pesos a la economía durante los próximos 18 meses.
El presidente Petro destacó que este acuerdo es un ejemplo innovador de planificación económica y que podría servir de referencia para otros países. Además, aclaró que estos fondos no serán administrados directamente por el gobierno, sino que los bancos, tanto públicos como privados, se encargarán de gestionar los créditos según las lógicas del mercado. Esto significa que las tasas de interés no serán únicas, sino que variarán de acuerdo con las políticas de cada entidad financiera.
Así quedaría la distribución de recursos por sectores:
- Vivienda e infraestructura: $40,6 billones.
- Manufactura y transición energética: $163,4 billones.
- Agropecuario: $32,1 billones.
- Economía popular: $4,1 billones.
- Turismo: $8,4 billones.
El impacto del acuerdo en la confianza de la economía
El presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, celebró el acuerdo como un logro significativo que refuerza la confianza en el sistema financiero colombiano. «Los ahorros de los colombianos nunca estuvieron en riesgo», afirmó Malagón, quien subrayó que los recursos se otorgarán bajo lógicas de mercado, lo que contribuirá a disipar las dudas y temores que habían surgido en torno a las inversiones forzosas.
Por su parte, Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, calificó el acuerdo como el «primer resultado» de la reunión de reactivación económica celebrada en Manizales. Sarabia destacó que las discusiones con el sector financiero se enfocaron en potenciar sectores estratégicos como el turismo, la agricultura, la transición energética, la vivienda y la manufactura.
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Un proceso de diálogo prolongado
El acuerdo alcanzado no es fruto de un momento aislado, sino de un proceso largo y arduo. Según Jonathan Malagón, presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), este pacto es el resultado de 19 reuniones previas entre representantes del gobierno y líderes del sector financiero.
La culminación de estas discusiones tuvo lugar el 27 de agosto en la Casa de Nariño, donde el presidente Petro, acompañado por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se reunió con los gerentes de los principales bancos del país para sellar un acuerdo que sustituirá la implementación de las inversiones forzosas.
¿Qué son las inversiones forzosas y por qué generan controversia?
Las inversiones forzosas, una medida que estuvo sobre la mesa durante gran parte del año, consisten en la obligatoriedad de destinar una porción de los depósitos en las entidades financieras a proyectos específicos definidos por el gobierno.
En la práctica, las inversiones forzosas actúan como un gravamen implícito sobre los pasivos financieros, lo que podría aumentar el costo del financiamiento para los usuarios del crédito y reducir la rentabilidad para los ahorradores.
En el sistema financiero colombiano ya han existido las intervenciones fiscales similares en el pasado. Medidas como el impuesto a las transacciones financieras y otras formas de intervención han aumentado el margen de intermediación, encareciendo los créditos y desincentivando la inversión productiva. En este contexto, la posibilidad de implementar inversiones forzosas generó preocupación tanto en el sector financiero como en la población en general.
