Bioetanol: un combustible clave en la transición energética global

En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el bioetanol se erige como una fuerza motriz en la transformación de la industria de la energía y el transporte.
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El bioetanol, junto con el biodiésel y el aceite pirolítico, conforman el grupo de los biocombustibles líquidos, cuya producción ha experimentado un notorio crecimiento en la última década.
En efecto, este biocombustible líquido, principalmente derivado del maíz y de la caña de azúcar, ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década.
En 2018, se produjeron 112 billones de litros de bioetanol, lo que representa el 67% de la producción total de biocombustibles líquidos, de acuerdo con REN21, 2019. Este se utiliza tanto puro como mezclado con gasolina en diferentes proporciones.
Los datos demuestran que esta tendencia está en aumento y que el bioetanol tiene el potencial de liderar la transición hacia un futuro energético más verde y sostenible.
Crecimiento sostenido de la producción de bioetanol
En la última década, la producción mundial de biocombustibles líquidos ha aumentado en un 41%, según el Atlas de los biocombustibles líquidos 2021 – 2022, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Aunque la pandemia redujo momentáneamente la producción en 2020, durante el 2021 se presenció un resurgimiento con un aumento del 4%, hasta alcanzar un total de 157 millones de metros cúbicos, señaló el Atlas.
De acuerdo con el mismo documento, en 2021 Estados Unidos lideró la producción de biocombustibles líquidos, con un 42%, seguido por Brasil con un 24%.
Otros países, como Indonesia, China y Alemania, están emergiendo como contribuyentes significativos. En menor medida, Francia, India, Tailandia, Argentina, Países Bajos y España también están haciendo aportes a esta industria en crecimiento.
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La perspectiva de Estados Unidos y Brasil
Estados Unidos y Brasil desempeñan papeles esenciales en la producción y adopción del bioetanol. Desde 2007, en Estados Unidos se ha promovido el uso de bioetanol como una solución para la crisis energética en el sector del transporte.
La demanda de bioetanol ha aumentado significativamente debido a diversos factores, como su uso para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero y los incentivos fiscales.
Por otro lado, Brasil ha liderado la producción de bioetanol durante más de tres décadas. Su enfoque en tecnologías ligadas a la producción de biocombustibles, junto con un programa respaldado por el Estado, ha llevado al país a convertirse en un ejemplo para otras naciones en desarrollo.
Bioetanol: Ventajas de su uso
El uso de bioetanol en la gasolina presenta múltiples ventajas, como la reducción de las emisiones de CO2 y los compuestos aromáticos, la fácil integración en sistemas logísticos de distribución de combustibles, la mejora en el octanaje y la eficiencia de los motores de combustión interna.
Además, la producción de bioetanol a partir de residuos agrícolas parece ser una opción prometedora para la movilidad sostenible. En la última década, la producción de bioetanol creció un 23%, con Estados Unidos, Brasil, China e India como líderes, presenta el mismo Atlas.
Bioetanol: Perspectivas Futuras
El comercio internacional de bioetanol representa el 8,6% del consumo global, con Estados Unidos como principal exportador, seguido por Brasil y la Unión Europea, de acuerdo con el Atlas.
Las materias primas utilizadas en la producción de bioetanol varían, pero el maíz y la caña de azúcar son las más comunes.
En los últimos años, el maíz se ha convertido en una opción popular en países como Brasil, donde históricamente se ha utilizado la caña de azúcar.
Bioetanol: motor de transición energética
En un mundo que busca desesperadamente formas más sostenibles de satisfacer sus necesidades energéticas, el bioetanol tiene el potencial de desempeñar un papel crucial en la transición hacia una matriz energética más sostenible, que reduzca la dependencia de los combustibles fósiles y combata el cambio climático.
El bioetanol ha emergido como un actor clave en la búsqueda de soluciones sostenibles para las necesidades energéticas globales. Su crecimiento constante y su contribución a la reducción de emisiones hacen que sea un recurso valioso en el camino hacia una energía más limpia y renovable.
Además, su producción ofrece oportunidades económicas y fomenta el desarrollo empresarial, así como la generación de empleo.
A medida que más países adopten políticas de apoyo y fomenten la producción de bioetanol, es probable que su papel en la transición energética global siga expandiéndose, ofreciendo beneficios tanto ambientales como económicos.