China y Rusia celebran la victoria en la Segunda Guerra Mundial y consolidan un bloque alternativo
El Gran Desfile Militar de China celebró el 80º aniversario de la victoria antifascista y consolidó junto a Rusia un bloque alternativo en el orden mundial.
El 3 de septiembre de 2025, la Plaza de Tiananmen fue escenario del Gran Desfile Militar de China, oficialmente denominado Evento conmemorativo por el 80º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista. El acto comenzó con una salva de 80 cañonazos y concluyó con el vuelo de 80.000 palomas, símbolos de memoria y paz.
El presidente Xi Jinping rindió homenaje a los veteranos y afirmó que “la humanidad debe trabajar en armonía, evitando la ley de la selva donde los fuertes se aprovechan de los débiles”.
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Despliegue tecnológico y militar
Durante setenta minutos, 45 formaciones del Ejército Popular de Liberación desfilaron frente a la tribuna. Escuadrones de helicópteros dibujaron el número 80 en el cielo, mientras Pekín exhibía un arsenal de armas de última generación. Se presentaron sistemas de defensa aérea contra drones, submarinos no tripulados, nuevos aviones furtivos y misiles hipersónicos, estos últimos solo disponibles en China y Rusia.
El Ministerio de Defensa aseguró que todas las armas eran de producción nacional y estaban en servicio activo. La analista Marina Mirón, en entrevista con DW, destacó que China mostró su capacidad tanto de ataque preventivo como de respuesta nuclear. La exhibición incluyó un sistema de defensa láser que Pekín catalogó como el más potente del mundo, una innovación con la que busca marcar un nuevo hito en la disuasión militar. ´
Un bloque alternativo en construcción
El desfile demuestra la consolidación de un bloque alternativo en un contexto de decadencia del orden occidental. Según Sputnik Mundo, Xi Jinping y Vladimir Putin firmaron más de 20 acuerdos bilaterales en sectores clave como energía, inteligencia artificial, agricultura, educación, medios de comunicación y cooperación aeroespacial. Putin describió la relación como “un nivel sin precedentes” en la historia bilateral.
Entre los anuncios más relevantes destacó el acuerdo entre Gazprom y la CNPC para la construcción del gasoducto Fuerza de Siberia 2, que suministrará 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde Siberia Occidental hacia China por un periodo de 30 años. Este proyecto consolida la interdependencia energética y convierte a Eurasia en un espacio central de la nueva arquitectura global.
La imagen conjunta de Xi, Putin y Kim Jong Un fue interpretada como una puesta en escena diplomática que refuerza la autonomía estratégica de este bloque emergente.
Carlos Manuel López Alvarado, investigador de la UNAM, dijo a Sputnik Mundo que el desfile y los acuerdos sellados en Pekín es «el resultado del multipolarismo que tanto anticipaban líderes como Vladímir Putin”, y representan una advertencia directa para la Unión Europea, que al subordinarse a Washington ha limitado su capacidad de decisión en materia de defensa y tecnología.
Implicaciones para el orden global
El mensaje enviado a Estados Unidos fue inequívoco: el poderío militar chino busca disuadir cualquier intento de intervención en Asia-Pacífico y equilibrar la balanza en la competencia estratégica.
En Europa, la emergencia de un bloque alternativo complica a la Unión Europea, atrapada entre la dependencia de Washington y la pérdida de autonomía estratégica. Para Taiwán, el desfile significó un recordatorio de su vulnerabilidad ante los avances de China en armamento naval y drones submarinos, en medio de la incertidumbre sobre el apoyo estadounidense en caso de conflicto.
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Aunque América Latina está lejos del frente militar, se consolida como un escenario de disputa política y económica. En este contexto, Brasil, como miembro de los BRICS, adquiere un papel estratégico en la región.
En medio de la decadencia del orden occidental, China, Rusia y sus aliados emergen como un bloque alternativo en un mundo multipolar. El desfile fue una exhibición tecnológica y un ejercicio de cohesión nacional que al mismo tiempo selló alianzas estratégicas con Rusia y Corea del Norte.
La asistencia a la conmemoración de una veintena de jefes de Estado, incluyendo a Modi, presidente de la India, el de Irán, Vietnam, Malasia, Indonesia, entre otros, y la magnitud de los desfiles, muestran el poderío de este bloque emergente y el enorme desafío planteado a Occidente.
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