Colombianos en el exterior: el trabajo colombiano es el nuevo producto de exportación que supera al petróleo
En 2025, los colombianos en el exterior se consolidaron como el principal generador de ingresos externos para Colombia. Por primera vez, las remesas hacia Colombia prácticamente igualaron las exportaciones de petróleo en el acumulado de los primeros cinco meses del año. Esta transformación estructural de la economía nacional revela que el país ahora «exporta» más talento y trabajo que materias primas.
Este cambio no es sólo estadístico: refleja una crisis estructural. En lugar de generar oportunidades laborales en el país, Colombia exporta personas. Esas personas —criados, educados y formados con recursos públicos y familiares— emigran por falta de empleo, seguridad o estabilidad, y terminan generando riqueza fuera del país.
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Según el último informe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, mientras las ventas de petróleo colombiano sumaron USD 5.356 millones entre enero y mayo, las remesas totalizaron USD 5.324 millones en el mismo periodo. La diferencia es mínima y confirma una tendencia que se acentúa: los dólares llegan más por giros familiares que por hidrocarburos.
Esta reconfiguración ocurre en medio de un entorno internacional cambiante. El Congreso de Estados Unidos aprobó un impuesto del 1 % a las remesas enviadas por canales no bancarios (como giros en efectivo o cheques de caja), que entrará en vigor el 31 de diciembre de 2025. El cambio impactará a miles de colombianos en Estados Unidos, quienes representan la mayoría de los remitentes.
Este cambio refleja una crisis estructural. En lugar de generar oportunidades laborales en el país, Colombia exporta trabajadores, mano de obra muchas veces calificada que emigra por falta de oportunidades y con su trabajo contribuye al enriquecimiento de empresarios fuera del país.
Remesas de colombianos en el exterior: superando récords históricos
En 2024, los migrantes colombianos enviaron más de USD 11.800 millones en remesas, y el 53 % de ese dinero provino de EE. UU., según Corficolombiana. En lo corrido de 2025, los giros no han disminuido: hasta agosto ya ingresaron USD 6.400 millones, un aumento del 13,9 % frente al mismo período del año anterior.
Abril de 2025 fue el mes con mayor ingreso de remesas en la historia reciente, superando los USD 1.097 millones. De mantenerse esta tendencia, se proyecta que las remesas representarán alrededor del 3 % del PIB nacional en 2025, por encima del 2,8 % de 2024.
Transferencia de dinero: digitalización y retos fiscales
El envío de dinero desde el exterior ha evolucionado con rapidez hacia la digitalización. En 2024, el 54 % de las remesas llegaron directamente a cuentas bancarias, reduciendo el uso de canales informales o costosos. Esta transformación ha impulsado la inclusión financiera y el ahorro familiar.
No obstante, el nuevo impuesto del 1 % a las transferencias de dinero no bancarias en EE. UU. podría generar un impacto estimado de USD 63 millones anuales, según Fedesarrollo. Aunque la cifra es menor en proporción al volumen total de remesas, preocupa que el gravamen recaiga en quienes aún usan canales tradicionales, usualmente familias de menores ingresos o con menos acceso digital.
Colombianos en Estados Unidos
Según el Migration Policy Institute (MPI), la población de colombianos en Estados Unidos superó los 1,6 millones de personas en 2025, consolidándose como la sexta comunidad latinoamericana más numerosa en ese país.
Zonas de asentamiento destacadas:
- Florida (Miami, Doral, Kendall): núcleo cultural y económico colombiano.
- Texas (Houston, Dallas): en auge por su dinamismo y bajo costo de vida.
- Nueva York (Queens): comunidad histórica con fuerte presencia en servicios y comercio.
- California (Los Ángeles, San Francisco): oportunidades en agricultura y entretenimiento.
- Georgia (Atlanta): crecimiento rápido y red comunitaria en expansión.
También hay comunidades significativas en Las Vegas, Chicago, Charlotte y Raleigh, donde se insertan en industrias como construcción, hostelería, restauración, banca y manufactura.
Las deportaciones y expulsiones de extranjeros pueden hacer disminuir las remesas y la política de devaluación del dólar puede significar que por la misma cantidad de dólares se paguen menos pesos.
Esto puede significar que las familias que reciban la misma cantidad de dólares, al cambiarlos obtendrán menos pesos, lo cual afectará su poder de compra, si a eso se añade la persecución, son previsibles mayores dificultades en el envío de remesas.
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