¿Cómo va el comercio internacional? El mundo vive una nueva etapa
El comercio internacional se mide por la suma de las importaciones y las exportaciones de todos los países. Desde 1995, según la Organización Mundial del Comercio (OMC), a nivel global tuvo un ascenso sostenido y aumentó 1,9 veces más rápido que el crecimiento económico.
A partir de 2008, a raíz de la crisis financiera, el comercio internacional tuvo una desaceleración seguida de una recuperación lenta hasta 2020, cuando la pandemia produjo una enorme caída jalonada principalmente por los países asiáticos, de la cual el mundo se ha ido recuperando.
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Toda una década de expansión del comercio internacional: los años noventa
En los últimos 30 años, el comercio internacional ha tenido fuertes variaciones. Pasó de un auge extraordinario en la década de los noventa a una fase de fragmentación y relativo descenso en la última década.
En los años noventa se juntaron varios acontecimientos que influyeron en su expansión. La caída del Muro de Berlín (1991) permitió la incorporación de toda Europa Oriental y la Unión Soviética a los flujos comerciales globales.
Además, en esta década se creó la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995, que liberalizó una gran parte de los flujos comerciales, eliminando varias barreras que los Estados imponían por medio de aranceles y controles administrativos.
Por los mismos años, surgieron una multitud de tratados de libre comercio bilaterales, como el suscrito entre Estados Unidos, México y Canadá (1994). Posteriormente comenzaron en 1998 las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que terminaron por fracasar en 2005.
Paralelamente, se suscribieron numerosos tratados bilaterales de liberalización del comercio internacional, como el CAFTA DR (2004), entre Estados Unidos, varios países de América Central y República Dominicana.
También se suscribieron tratados con algunos países andinos como Colombia (2007) y Perú (2006), antecedidos por el tratado suscrito entre Estados Unidos y Chile en 2003.
Numerosos países suscribieron este tipo de tratados. La Unión Europea fue un protagonista importante de ellos y también países de Asia y África los suscribieron, como Corea del Sur, Israel, Japón, Bahréin y Jordania, entre muchos otros.
Estados Unidos tiene catorce tratados de libre comercio para fortalecer su comercio internacional y el último suscrito fue con Corea del Sur en 2014. La Unión Europea cuenta con más de 40 tratados.
Un cambio de tendencia desde 2008
Entre 1995 y 2014, este contexto animó el comercio internacional en varios países del mundo, pero también desempeñó un papel importante la vinculación de China a la OMC en 2001, que permitió la irrupción del gigante asiático en los mercados mundiales hasta convertirse en la primera potencia comercial del mundo en la actualidad.
Sin embargo, esta tendencia hacia la integración comercial ha tenido una serie de dificultades en los últimos 10 años.
El proceso desencadenado por la OMC ha estado plagado de dificultades por el mantenimiento de subsidios por parte de los países desarrollados a su producción agropecuaria. Además, las numerosas discordias entre los participantes han impedido que se profundice la liberalización comercial.
No se han suscrito tratados entre los bloques comerciales más fuertes como China y los países de la cuenca del pacífico con Estados Unidos, Europa y Estados Unidos, Rusia y los países occidentales. Tampoco entre los países de Europa Occidental con los nuevos países europeos que formaban parte del bloque soviético.
Pero la agudización de los conflictos geopolíticos ha determinado una pérdida del dinamismo del comercio internacional. En ello han jugado un papel importante las sanciones a Rusia, desde 2014, y la decisión de los Estados Unidos, durante el mandato de Donald Trump, de declarar la guerra comercial a China en 2019, con lo que la declaró rival sistémico y competidor global.
Esta tendencia a la desaceleración del comercio internacional se agudizó durante la pandemia del Coronavirus, en la cual se rompieron muchas cadenas globales de suministro, hubo una crisis en el comercio internacional por la falta de disponibilidad de contenedores y se aumentó el énfasis en el comercio regional.
La edad de oro de la globalización parece haber terminado. La guerra en Ucrania fragmentó aún más los mercados mundiales y el comercio internacional se afectó por las múltiples medidas proteccionistas que acentuaron la parálisis de la OMC. Prácticamente hace 10 años que no se suscriben nuevos tratados de libre comercio.
La tendencia a la expansión global de la producción se ha venido reemplazando por la relocalización de las plantas fabriles, que responde a la búsqueda de clientes y proveedores más cercanos a los consumidores.
La disminución del predominio económico de Estados Unidos, el mayor énfasis de China en su mercado interno y el debilitamiento relativo de Europa, tienen grandes implicaciones comerciales.
De todas maneras, los nuevos animadores del comercio internacional son los países de Asía, que han experimentado un impresionante crecimiento económico y en su comercio internacional. Es posible que el futuro de las transacciones comerciales cambie de ejes, pero las palabras globalización y libre comercio no tendrán el mismo significado que en los años noventa del siglo XX. La perspectiva será la fragmentación, la consolidación de bloques regionales y el resurgimiento del nacionalismo económico.
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