¿Cuáles son los posibles efectos ambientales del fracking?
Lo siguiente hace parte de una entrevista más larga con el profesor Óscar Vanegas sobre varios temas relacionados con hidrocarburos. A continuación, presentamos la segunda parte, que trata sobre los efectos ambientales del fracking.
¿Qué es el fracking?
El fracking es un extranjerismo mal traducido que significa fracturamiento hidráulico multietapa a través de pozos horizontales desde una plataforma multipozo en roca generadora. No traduce al español nada en particular, simplemente es una sigla en inglés que representa esa frase larga que hace referencia al proceso de fracturar de forma múltiple rocas generadoras a través de pozos horizontales con fluido fracturante.
¿Qué tipo de hidrocarburos se obtienen a partir del fracking?
A partir del fracking se obtienen hidrocarburos líquidos y gaseosos, esto es, petróleo crudo y gas. El petróleo crudo es el elemento líquido de alta calidad y alta densidad de más de 30 grados API, hidrocarburo que se caracteriza por obtener un alto porcentaje de combustibles en su refinación. También contiene condensados de gas, sobre todo de metano, etano, propano y butano. El gas que se obtiene es un gas húmedo rico en GLP, es decir, Gas Licuado del Petróleo.
¿Cuáles son los posibles efectos geológicos y ambientales del fracking? ¿Podría contarnos de algunos estudios al respecto?
Más que los geológicos, los efectos ambientales del fracking son muy variados. Se han identificado 8 efectos ambientales.
Consumo masivo y contaminación del agua. Uno de los efectos del fracking es el uso masivo de agua porque el fluido fracturante —que se usa para fracturar y perforar la roca en el proceso de extracción— se prepara con este líquido. Normalmente el fluido fracturante se prepara a base de polímeros, es decir, de fluidos sintéticos. Así se han venido fracturando los yacimientos convencionales, o sea las rocas tipo arenisca. Las rocas calizas se han fracturado con ácidos, pero en la roca generadora —tipo de roca usada en el proceso de fracking— el volumen de fluido fracturante es muy grande, al usarse en múltiples etapas.
Al ser tan grande el volumen, los costos de los fluidos sintéticos se vuelven muy altos y se recurre al agua como el líquido base más económico. Entonces, el primer impacto ambiental es que se requiere captación masiva de agua. Y si la industria utiliza agua superficial de ríos y quebradas, surge un conflicto porque este mismo recurso se necesita para cultivos de aceite de palma, arroz yuca, entre otros.
Por otro lado, este tipo de agua no tiene las propiedades geológicas necesarias para servir de base del fluido fracturante, lo que obliga a la industria a agregarle un cóctel de elementos químicos. Esto hace que pierda su potabilidad y al retornar al ciclo del agua como desecho, se convierta en un agente de contaminación. Adicionalmente, como las rocas generadoras perforadas son radioactivas, el agua, además de estar contaminada con químicos, también presenta radioactividad. En consecuencia, luego de ser usada para la industria hay que disponerla en algún lugar. Ahí surge otro problema ambiental, que es la disposición de los fluidos de fracturamiento después de ser usados por la industria.
Disposición de los fluidos fracturantes. Los fluidos fracturantes pueden ser reutilizados dos o tres veces, pero como son fabricados con agua, al final se degradan y pierden sus propiedades. Por esta razón, , pierden su actividad y hay que desecharlos. Entonces, si se disponen en piscinas para su disposición, el asunto es que van a ser foco de contaminación, porque al llover pueden rebozarse y esparcirse por los suelos naturales y contaminarlos.
Consumo de arena. Si bien el proceso de fracking requiere de agua para el fluido fracturante, necesita también de arena para el proceso de rellenado y empaquetamiento, luego de hacer la perforación. Esto quiere decir que las fracturas hay que rellenarlas de arena para que no se cierren y, al permanecer abiertas, los hidrocarburos sigan fluyendo a los pozos.
Frente a esto lo que sucede es que la arena no se encuentra en la naturaleza en estado puro sino en canteras y con diferentes tamaños y propiedades de dureza. Eso significa que hay que remover un volumen muy grande de material de arrastre para obtener la arena con las especificaciones técnicas necesarias para esta industria. Y, de acuerdo con la experiencia, la relación es de 100 a 1. O sea, para obtener 1 tonelada de arena con las características necesarias, hay que remover 100 toneladas de material de arrastre.
Esto en un solo pozo de perforación no genera mayor problema, pero como en el fracking se necesitan tantos pozos, cuando le den luz verde al fracking en Colombia el volumen de arena desde el punto de captación va a ser significativo. Eso va a llevar a que queden unos caracteres, superiores a los de la mina del Cerrejón, donde se explota carbón.
Elevación de la temperatura. La captación masiva de arena genera otro problema ambiental por el impacto hídrico en la zona de captación de arena. Los cráteres o socavones generan la profundización del agua, de manera que baja el nivel freático y esas zonas se convierten en desiertos. La NASA ha hecho estudios en los cuales ha demostrado que el 70% del aire en las zonas de fracking está compuesto de metano que se ha escapado por la actividad, generando temperaturas de más de 50 grados. En el caso de Colombia, las corrientes de aire que vienen desde el Pacífico pueden arrastrar el metano hacia la cordillera. Lo que sucede es que el metano en clima caliente se eleva, generando efecto invernadero, pero si es arrastrado a zonas de clima frío cae al piso, y al hacerlo cae sobre los bosques y los páramos, saturando la vegetación. Esto termina generando grandes incendios. Los bosques prenden fuego como si tuvieran gasolina. En Canadá, por ejemplo, han ocurrido incendios en Alberta. Allí el fuego cruza los ríos porque la atmósfera está saturada de metano.
Sismicidad. Hay otro problema causado por el fracking y es la generación de sismos inducidos. Estos son bajos en la escala de Richter, pero, sumados a los sismos naturales que ocurren en Colombia —por ejemplo, en el Magdalena Medio, donde se presentan más de 60 sismos al día, que también son bajos—, pueden sufrir una superposición y comenzar a marcar más de 4 o 5 puntos en la escala Richter. De suceder, estaríamos hablando de sismos que sí se sentirían y podrían generar pánico entre las poblaciones, así como graves afectaciones a las construcciones y viviendas.
Recarga sobre los yacimientos convencionales. El fracking puede generar una red de fracturas en la roca que, a su vez, puede provocar una migración de hidrocarburos hacia los yacimientos convencionales que ya se han venido explotando y recargarlos. Como tenemos campos maduros de 100 años y pozos perforados hace 90 años, en los que la integridad está en entredicho, o que fueron mal abandonados o están por abandonar, esto puede llevar a que esa recarga, producto del fracking, genere rezumaderos y explosiones como las ocurridas en el pasado en el Magdalena Medio.
Ripios de perforación. Hay otro impacto muy grave que genera el fracking y son los ripios de perforación. Cuando se perfora horizontalmente la roca y de forma extensiva, es decir, en una extensión de 3.5 km de longitud por pozo, por cada 12 pies (4 metros) perforados se obtiene un barril de ripios de roca generadora, es decir, 42 galones.
Los ripios son ricos en minerales pesados y en isótopos radiactivos, sobre todo de uranio. Al ser extraídos a la superficie se convierten en residuos contaminantes, y en sus puntos de disposición son foco de contaminación. En Estados Unidos estos puntos de disposición han sido reubicados debido a la radioactividad identificada hasta a 12 y 15 km a la redonda. Y aunque la radiactividad no tiene una intensidad alta, el problema es la exposición permanente a estos minerales pesados, lo cual genera problemas de salud. Eso fue lo que llevó a que unas comunidades fueran reubicadas en ese país.
El problema en el Magdalena Medio es que no hay un sitio para disponer estos ripios producto de la perforación a no ser que se los lleven a la Guajira o al Desierto de la tatacoa, porque no hay una zona que esté despoblada para ubicarlos. Además, si se obliga a las empresas a trasladar este material a otras partes, les resulta muy costoso y no es rentable. En consecuencia, en el Magdalena Medio quedarían una gran cantidad de puntos de disposición y habría que reubicar a las comunidades aledañas, lo cual generaría un desplazamiento importante de comunidades.
El otro problema es que el Magdalena Medio es una región inundable y hay municipios como Puerto Wilches que tienen ciénagas y pantanos. Allí, la actividad de fracking generaría lixiviados ricos en materiales pesados. Con el tiempo, esos lixiviados irían a contaminar los cultivos, lo cual, de nuevo con el tiempo, llevaría a atentar contra la seguridad alimentaria de Colombia. En resumen, a mediano y largo plazo el fracking genera un problema de salud pública y de seguridad alimentaria.
Lea aquí la primera parte de esta entrevista, sobre reservas de petróleo crudo y gas: En Colombia solo se ha extraído el 17% del crudo que se ha descubierto: Experto