Dificultades y pronóstico reservado para la industria del acero en Colombia
La industria del acero en Colombia enfrenta la realidad de una creciente importación de productos de acero a bajos precios que compiten ventajosamente con la siderúrgica nacional

Además de las importaciones a bajos costos, la desaceleración en la construcción de vivienda y su concentración en unas pocas obras de infraestructura el pronóstico no es muy halagüeño.
La industria siderúrgica colombiana es indispensable para la construcción, la infraestructura y para cualquier proyecto serio de industrialización.
Su impacto no se puede medir por sus efectos inmediatos, sino que en términos estratégicos estas industrias han ocupado un papel central en el desarrollo de todos los países avanzados.
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La industria siderúrgica: una pieza estratégica para el desarrollo
Aunque la industria del acero colombiana ha demostrado eficiencia ambiental y relevancia estratégica en el desarrollo nacional, hoy se enfrenta a la competencia de importaciones masivas a bajos precios, la desaceleración de la construcción y un marco de políticas incierto.
El hecho de que recicla 1,3 millones toneladas de chatarra como materia prima con lo cual utiliza material existente y disminuye el impacto ambiental de la extracción de nuevas materias primas
Esto ha llevado a que las emisiones de CO2 por tonelada de acero crudo producida sea una de las más bajas. Los datos comparativos de 2022, provistos por fuentes como CRU, Worldsteel, Alacero, CCPA de la ANDI y la Comisión Europea, han señalado que mientras que el promedio global de emisiones se sitúa en 1,91 toneladas de CO2 por tonelada de acero crudo, y el promedio de América Latina (LATAM) en 1,55 toneladas, Colombia ha logrado un promedio significativamente menor de 0,66 toneladas. Un nivel muy por debajo de grandes productores como China, con 2,24 toneladas, e India, con 2,6 toneladas.

Aporte económico, empleo e inversión de la industria siderúrgica colombiana
Más allá de sus impactos ambientales reducidos, el efecto económico de la industria del acero es significativo. Cuenta con una capacidad instalada de 2,6 millones de toneladas de acero, indispensables para el desarrollo de infraestructuras vitales, como puentes, edificios, carreteras y otras construcciones que impulsan el crecimiento económico del país.
La industria del acero es una fuente significativa de sustento para miles de familias. Se proyecta que para 2025, generará más de 45.000 empleos entre directos e indirectos, siendo en algunas regiones un dinamizador de la demanda y el bienestar de la comunidad.
También hace contribuciones importantes a las arcas del Estado. En 2024, pagó cerca de $561 mil millones en impuestos e impactó a más de 25.000 personas a través de programas de responsabilidad social empresarial. Las empresas siderúrgicas tienen un plan de inversiones de los próximos 4 años por $1,2 billones.
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Competencia desleal del acero chino y desafíos para el acero colombiano
Las crecientes importaciones de acero, especialmente provenientes de Rusia y China, que han aumentado cerca de 200 por ciento en los últimos años, pero también desde Japón, Brasil y México.
Ante el hecho de que la industria abastece el 65% de la demanda nacional y con la caída en la construcción, la sostenibilidad de las inversiones en este sector están en serio riesgo.
Una debilidad de la industria nacional es la práctica ausencia de la producción de aceros planos los cuales representan el 66% de las importaciones.

Medidas del Gobierno y obstáculos para fortalecer la industria siderúrgica
Como respuesta a la competencia desleal, el gobierno estableció un arancel ad-valorem del 30% a las importaciones de alambrón de hierro o acero que provengan de países con los que Colombia no tiene acuerdos comerciales vigentes. Este arancel se suma al 5% que ya existía, resultando en un impuesto total del 35%. La medida, que entró en vigencia con el Decreto 1294 de octubre de 2024, busca nivelar la competencia estará vigente por un período de dos años.
También se ha impuesto un arancel del 14,5% a la importación de barras de hierro o acero corrugadas procedentes de la Comunidad Andina, como Perú, Ecuador y Bolivia. Esta medida fue revocada por la Secretaría de la Comunidad Andina y también se rechazó la apelación hecha por Colombia.
En octubre de 2024 el gobierno lanzó un “Pacto por el Acero”, uno de cuyos objetivos fue fomentar la construcción de una nueva planta de producción de aceros planos, cuyo estudio de factibilidad se encargó a las empresas siderúrgicas. Este estudio se realizó, pero no ha sido considerado por el Gobierno Nacional, aunque ya se conoce que esta planta requiere un suministro energético considerable y a largo plazo, así como una multimillonaria inversión.
También requeriría mecanismos de protección y fomento en las complejas circunstancias internacionales de creciente exportación de excedentes de China a bajos precios y en medio de una guerra comercial.
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La inestabilidad en el equipo gubernamental, la caída en la construcción de vivienda y la dependencia de unos cuantos grandes proyectos, no son señales positivas para inversiones de largo plazo.