Conservación de ecosistemas de Carbono Azul: Un paso clave para Colombia en el 2024
La conservación de los ecosistemas de carbono azul es crucial en la lucha contra el cambio climático, según un informe del Banco Mundial. Estos ecosistemas, como los manglares y pastos marinos, son clave en la subsistencia de las comunidades pesqueras de Colombia.

Conservar y restaurar los ecosistemas de carbono azul es una estrategia fundamental en la batalla contra el cambio climático, así lo revela un reciente informe del Banco Mundial.
Estos ecosistemas costeros y marinos, que incluyen los manglares, los pastos marinos y las marismas saladas, no solo almacenan carbono, sino que también brindan una amplia gama de beneficios cruciales para las comunidades locales y la biodiversidad.
Los ecosistemas de carbono azul tienen la capacidad de absorber grandes cantidades de carbono orgánico, tanto en la vegetación como en los sedimentos, atributo que los convierte en excelentes herramientas contra el cambio climático.
A pesar de su importancia, los ecosistemas de carbono azul han experimentado una degradación significativa en las últimas décadas. Más del 50% de las marismas salinas mundiales se perdieron durante el siglo XX, y esta degradación continúa hasta la fecha.
Le puede interesar: En el día mundial de los humedales le recordamos por qué son ecosistemas en peligro
¿Por qué es tan importante el carbono azul?
El informe ‘Impulsar el desarrollo del carbono azul’ del Banco Mundial destaca que la preservación de los manglares y los pastos marinos puede equivaler a un ahorro anual de hasta 650 millones de toneladas de emisiones de CO2.
Esta cifra, que no debe aminorarse por ningún motivo, es para los expertos en la materia un gran paso en la lucha global contra el cambio climático. Además de contribuir de forma significativa con las emisiones de CO2, la conservación de estos ecosistemas resulta en varios otros beneficios.
El informe recalca, por ejemplo, que estos ecosistemas proporcionan importantes servicios ecosistémicos, como la protección contra desastres naturales, la seguridad alimentaria y el sustento de la pesca artesanal.
Valerie Hickey, directora global de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Economía Azul del Banco Mundial describe a los ecosistemas de carbono azul como “esenciales para la vida en nuestro planeta”.
Hickey resalta que estos ecosistemas tienen un impacto directo en la subsistencia de millones de personas alrededor del mundo, “desde pescadores locales hasta comunidades costeras vulnerables”, de modo que de la preservación de los ecosistemas de carbono azul depende la calidad de vida de múltiples comunidades.
Se calcula que 4,1 millones de pescadores en todo el mundo dependen de los manglares para su subsistencia. Además, estos ecosistemas protegen a más de 6 millones de personas de las inundaciones cada año y evitan pérdidas anuales adicionales de activos productivos por valor de USD 24.000 millones.
¿Cómo preservar los ecosistemas de carbono azul?
El informe ofrece recomendaciones prácticas para guiar a los países en el desarrollo del carbono azul, abordando áreas clave como la recopilación de datos, el fortalecimiento de políticas e instituciones, y la movilización de financiamiento. Por ejemplo, se destaca la importancia de elaborar inventarios de gases de efecto invernadero y promover la inclusión del capital natural azul en la toma de decisiones.
El Banco Mundial llama a los gobiernos a la acción y enfatiza en el poder de la inversión económica desde las políticas públicas. Ante los efectos del cambio climático y el aceleramiento del calentamiento global, expertos en medio ambiente del Banco Mundial, destacan la urgencia con la que debe abordarse la protección de los ecosistemas de carbono azul.
¿Qué está haciendo Colombia para proteger estos ecosistemas?
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente, Colombia ha asumido compromisos internacionales para contribuir a soluciones climáticas, como lo establece el Acuerdo de París, y siguiendo los lineamientos de la Convención Ramsar, especialmente enfocados en humedales, promoviendo la preservación, restauración y gestión sostenible de estos ecosistemas costeros.

Recientemente, el país ha comenzado a abordar el carbono azul como parte integral de la gestión de estos ecosistemas y las áreas marino-costeras, en consonancia con la política nacional existente. En el actual Plan Nacional de Desarrollo, se incluyó como uno de los principales objetivos desarrollar iniciativas de carbono azul para el uso sostenible de los manglares, y aunque estas aun están en etapa de planeación, el Ministerio asegura que se trata de un asunto clave en la agenda.
El objetivo primordial del desarrollo de iniciativas de este tipo es encaminar a Colombia hacia la conservación de los valiosos ecosistemas costeros de carbono azul, todo con el fin de proteger la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.