El mercado de juguetes para niños sorprende: en medio de redes sociales, videojuegos e IA, los juegos tradicionales siguen conquistando el corazón de los más pequeños

Los gustos y dinámicas en torno a los juguetes para niños han cambiado notablemente en los últimos años, especialmente tras la pandemia y con la influencia creciente de las redes sociales y la inteligencia artificial. 

Hoy, el mercado parece enfrentarse a padres sobreinformados que buscan productos con variadas funciones, mientras que los niños continúan mostrando interés por objetos simples que despierten su imaginación.

José Gregorio Hernández, fundador de Iokus, una empresa quindiana que construyen juguetes, señala que esta transformación ha implicado repensar los procesos de diseño: “Ahora no competimos tanto con juguetes importados, sino con la expectativa de que el juguete haga de todo, aunque muchas veces entre más sencillo sea, más trabajo hace el niño”.

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Lo que buscan los niños y los padres

Las empresas han debido equilibrar lo que entusiasma a los niños con lo que tranquiliza a los adultos. Hernández explica que para conocer qué quieren los menores se debe observar directamente cómo juegan: “Los niños no esconden nada; si algo les emociona se les nota en la cara. Muchas veces no es lo más complejo, sino lo que despierta su curiosidad y les permite inventar historias”.

Por su parte, los padres suelen priorizar la seguridad en los materiales y acabados, la durabilidad y resistencia del objeto, que el juguete aporte al desarrollo o enseñe algo y, sobre todo, que genere experiencias compartidas y recuerdos, describe José Gregorio. 

Si bien en 2024 se importaron juegos, juguetes y rompecabezas por USD $183,3 millones, lo que significó un aumento del 11,6% frente al 2023, el origen local de los juguetes y el uso de materiales ambientalmente amigables como la madera están jugando un papel clave en la oferta de valor que muchos jugueteros colombianos les hacen a los padres y cuidadores. 

Este doble enfoque, que combina emocionar a los niños y tranquilizar a los adultos, se ha convertido en un criterio central en el diseño de juguetes para niños, según Iokus.

Juguetes para niños: la vigencia de lo simple

Aunque el mercado ofrece productos cada vez más sofisticados, algunos juguetes tradicionales siguen generando un gran interés. Hernández menciona el trompo como ejemplo: “No necesita nada más que práctica, pero cada niño lo vive como un reto personal”. 

Este tipo de juguetes para niños, sencillos y con reglas mínimas, permiten desarrollar habilidades de coordinación y persistencia sin depender de tecnología avanzada.

De igual forma, los juegos de mesa han mostrado buena recepción tanto entre niños como entre adultos. Hernández cita los juegos de cartas Avispao y Trucha como casos que han funcionado en ambos públicos, al fomentar el tiempo compartido en familia.

¿Pero cuáles son las expectativas frente a los nuevos diseños?

Con el apogeo de los contenidos digitales y los dispositivos inteligentes, muchos de los juguetes para niños se han vuelto más tecnológicos. Sin embargo, los fabricantes advierten que no siempre es necesario añadir pantallas o sensores y que los juegos más tradicionales siguen teniendo un espacio grande en los intereses de los niños. 

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Para José Gregorio, el punto está en diseñar con conciencia: “Creamos juguetes que emocionen a los niños, pero que den tranquilidad a los padres porque saben que son seguros, ecológicos y duraderos”.

El diseño también busca responder a las preocupaciones sobre la estimulación temprana. Las empresas señalan que el juego es el primer lenguaje de los niños y que a través de él desarrollan coordinación, creatividad, imaginación y habilidades sociales básicas.

Juguetes como vínculo entre generaciones

El contacto directo con familias ha permitido a los fabricantes notar que los juguetes para niños no son simples objetos de entretenimiento. Hernández afirma que funcionan como puentes entre generaciones, al conectar valores y momentos que permanecen en la memoria. Por eso, desde Iokus también han fortalecido su línea de juegos de mesa, buscando que padres e hijos compartan experiencias más allá de las pantallas.

Este enfoque ha llevado a replantear la forma en que se comunica la oferta de juguetes. Más que destacar la complejidad o el precio, se busca evidenciar la posibilidad de que el objeto permita crear historias, explorar y jugar en grupo.

Decisión de comprar juguetes para niños en un mercado saturado

Frente a un mercado cada vez más saturado, se recomienda a los padres evaluar con detenimiento las opciones de juguetes para niños. Hernández aconseja no dejarse guiar por lo más llamativo o costoso: “Muchas veces lo más simple es lo que más nutre la imaginación. Al final, los niños no recordarán el precio del juguete, sino con quién jugaron y cuánto se rieron”.

Con estas nuevas dinámicas, la industria se enfrenta al reto de crear productos que respondan a un público infantil que busca experiencias abiertas y a padres que demandan seguridad y propósito. Mientras las tendencias en la tecnología continúan su camino, la sencillez sigue ocupando un lugar central en el mundo de los juguetes para niños.

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