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viernes, 29 de marzo de 2024
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El pensamiento lineal y las decisiones en la vida

Diego Cabrejo, Columnista, Más Colombia

Diego Cabrejo

Matemático e Ingeniero Electrónico, Magíster en Matemáticas Puras, Gerente de Riesgo y Co-Founder de la Fintech Prestanza (R). dcabrejo@prestanza.com

Supongamos que ganas $10.000.000 de pesos al mes, tienes un cargo ejecutivo, con alta responsabilidad, en una buena empresa, pero te preguntas: ¿Qué pasaría si me vuelvo emprendedor? Tienes una buena idea, ya la has probado, te apasiona, pero sabes que el comienzo va a ser duro y de entrada vas a tener que rebajar tus ingresos al 50% de lo que ganas y que el escenario más realista es que logres crecer tu emprendimiento un 10% cada año. Entonces, ¿cuál es la decisión más racional a tomar?

Es una pregunta difícil y aunque todos nos enfrentamos a inquietudes similares con cierta frecuencia, lo normal es dejar que nuestro cerebro responda de manera rápida e instintiva a este tipo de cuestionamientos y lo hace mediante un mecanismo que llamaré el Pensamiento Lineal (PL) y que conocemos desde el colegio como La Regla de 3 (LR3). Y aquí vienen dos tips que son trascendentales a la hora de tomar decisiones: 1) El PL suele ser bueno para tomar decisiones de corto plazo; 2) El PL suele ser muy malo para tomar decisiones de largo plazo.


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Por ejemplo, a la pregunta de si debo cambiar mi trabajo actual con las condiciones descritas en el primer párrafo, mi cerebro va a responder rápidamente: Ganar la mitad de lo que ganas actualmente es un mal negocio: ¡No lo hagas! (Respuesta de plazo inmediato). Y si le pido un poco más de esfuerzo, podría llegar a la siguiente conclusión: Si logras crecer tu negocio un 10% cada año, en 10 años volverás a tener los ingresos que tienes hoy (usando LR3). No tiene sentido gastar 10 años en recuperar el nivel de vida que tienes actualmente, así que: ¡No lo hagas!

Sin embargo, un análisis numérico de la situación a largo plazo muestra que la decisión correcta es dejar tu trabajo actual y emprender, si es cierto que tomará 8 años alcanzar los ingresos que tenías inicialmente, pero después de 30 años de crecimiento sostenido vas a ganar 8 veces más que quedándote en el mismo trabajo, y a lo largo de tu vida acumularás 3 veces más riqueza (¡y solo debes crecer tu negocio un 1% al mes!).

Infortunadamente, las decisiones de largo plazo son las más trascendentales y carecemos de modelos mentales para estimar su impacto, dejando que nuestro cerebro tome estas decisiones con la mejor herramienta que nos dio la naturaleza, el PL. Por ejemplo, a las siguientes preguntas, nuestro cerebro responde de la siguiente manera:

  • ¿Debo casarme con mi pareja actual? Mi cerebro usando PL:
    1). Nos hemos divertido la última semana, ¡así que suena bien!
    2). Tuvimos una pelea ayer, así que ¡no, gracias!
  • ¿Debo tener hijos? Mi cerebro usando PL:
    1). La última semana he disfrutado de mi soledad y libertad, por lo que la respuesta es NO.
    2). En la tarde jugué con mis sobrinos y les enseñé muchas cosas, ¡definitivamente voy a ser un gran Padre!
  • ¿Debo separarme? Mi cerebro usando PL:
    1). Ayer volvimos a discutir por el mismo asunto, creo que la separación parece ser la mejor opción.
    2). Ayer hablamos del futuro y nos reímos mucho, ¡es la persona con la que quiero estar siempre!
  • ¿Qué puedo hacer en mi tiempo libre? Mi cerebro usando PL:
    1). ¡Saca el celular y mira vídeos, la última vez que lo hiciste tuvimos una descarga de dopamina espectacular!

Los pensamientos no lineales nos han permitido construir nuestra civilización, cultura, la infraestructura que disfrutamos, familias estables y el bienestar propio y de quienes nos rodean. Debemos derrotar a nuestro instinto y a nuestra naturaleza (PL) para implementar modelos mentales no lineales, y no dejarnos llevar por las constantes decisiones de corto plazo que nuestro cerebro nos sugiere tomar en todo momento.

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Como empresario y emprendedor es clave definir la estrategia, la cultura, la contratación y la estructura de la compañía, y estas son decisiones de largo plazo, que deben ser modeladas y basadas en datos. No te dejes llevar por el instinto, el momento actual o tus emociones para tomar dichas decisiones, pues lo más posible es que el pensamiento lineal te conduzca al error y al fracaso.


Como nota final, quiero comentarles que hace 3 años me pregunté: ¿Debo emprender sabiendo que debo reducir mis ingresos un 90% para crear una empresa que crezca un 30% cada año? Mi cerebro fue claro y dijo: ¡No lo hagas, el esfuerzo y el retroceso son enormes! Sin embargo, un plan por escrito y proyectado a 30 años me dio una respuesta diferente: Voy a agregar 37 veces más valor a esta sociedad si creo empresa que si no lo hago, por lo que te invito a sacar papel, lápiz y abrir un documento Excel para analizar las próximas grandes decisiones de tu vida.

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