Las estrategia para las elecciones 2026 se ajustan: Fajardo y De la Espriella no van a consultas
Las elecciones 2026 avanzan hacia marzo con estrategias distintas: el Pacto Histórico ya tiene candidato, más de 30 partidos se alistan para la consulta de marzo, y Fajardo y De la Espriella descartan participar en cualquier mecanismo previo.
Las elecciones 2026 entran en una nueva etapa tras la inscripción ante el CNE de 34 organizaciones políticas para participar en las consultas interpartidistas del 8 de marzo, que coinciden con las elecciones legislativas.
Entre los inscritos están partidos tradicionales como el Liberal, Conservador y Centro Democrático; coaliciones como el Pacto Histórico, y 13 movimientos por firmas que incluyen a figuras como Claudia López, Vicky Dávila, Mauricio Lizcano, Carlos Caicedo y David Luna.
También avanzan precandidatos visibles como Juan Manuel Galán, Juan Fernando Cristo, Juan Carlos Pinzón, Roy Barreras e Iván Cepeda, este último ya confirmado como candidato del oficialismo.
En contraste, Sergio Fajardo y Abelardo de la Espriella descartaron participar en cualquier consulta y competirán directamente en primera vuelta. De aquí a marzo, la contienda se moverá entre consultas activas, candidaturas independientes y el cálculo central de quién puede disputar la segunda vuelta al Pacto Histórico.
Fajardo se aleja de las consultas tras dos experiencias que no fortalecieron su candidatura
Sergio Fajardo tomó una de las decisiones más representativas del nuevo momento político: no irá a ninguna consulta. Esta postura se entiende a partir de su trayectoria reciente. En 2018 ya había pasado por una consulta interpartidista y en 2022 ganó la de la Coalición Centro Esperanza, pero el resultado fue inmediatamente comparado con las votaciones de Gustavo Petro y Federico Gutiérrez, que lo dejaron rezagado antes de iniciar oficialmente la contienda.
Esa experiencia pesó en la decisión de no repetir el formato para las elecciones 2026. Fajardo considera que las consultas no le otorgan una ventaja estratégica y que incluso pueden acentuar la polarización que dice querer superar. Su idea de “nueva mayoría” se apoya en evitar un mecanismo que, según él, subraya las diferencias internas más que las posibilidades de articulación.
El cálculo también pasa por las encuestas: aunque no lidera la intención de voto, sí aparece competitivo en escenarios de segunda vuelta. De ahí que prefiera iniciar su campaña sin el desgaste de un proceso previo que no le resultó en ciclos anteriores.
De la Espriella construye su campaña por fuera del mecanismo de la derecha
Abelardo de la Espriella también anunció su decisión de no participar en la consulta de la derecha. Su campaña parte de las 4,8 millones de firmas que presentó ante el CNE, un capital político que interpreta como suficiente para avanzar sin someterse a una consulta.
Su postura coincide con un momento de transición en la derecha. El Centro Democrático definió sus reglas internas tras semanas de discusión, y la salida de Miguel Uribe Londoño. De la Espriella, en cambio, optó por mantenerse al margen de esa dinámica interna y preservar su autonomía.
Propuso en su momento una encuesta nacional para definir un candidato único del sector, pero la idea no prosperó. Así, su candidatura avanza como un proyecto independiente que buscará consolidar su propio espacio electoral sin depender de acuerdos previos.
Un inicio de año que redefine las consultas en las elecciones 2026
La inscripción de 34 organizaciones ante el CNE para participar en las consultas interpartidistas refleja la magnitud del proceso que se desarrollará en marzo. Hay numerosos precandidatos provenientes de partidos tradicionales, coaliciones y movimientos ciudadanos, varios de los cuales utilizarán ese mecanismo para intentar ordenar fuerzas y definir una candidatura de cara a la primera vuelta.
En ese contexto amplio, llama la atención que dos de los aspirantes más visibles, Sergio Fajardo y Abelardo de la Espriella, hayan decidido no participar en ninguna consulta y avanzar directamente hacia la contienda presidencial. Su ausencia contrasta con el movimiento del resto de precandidaturas, que ven en marzo un momento clave para medir apoyos y consolidar alianzas.
El oficialismo, por su parte, ya resolvió su propio proceso: Iván Cepeda será el candidato del Pacto Histórico tras la consulta interna de octubre.
Entre los movimientos por firmas, varios aspirantes siguen inscritos, pero no todos han definido si participarán en la consulta o si competirán directamente. El periodo de retractación, que vence el 22 de diciembre, podría modificar la lista final.
Con tantas precandidaturas y con la decisión de los aspirantes más fuertes de quedarse por fuera de las consultas, estará por verse cómo se reacomodan las campañas hasta marzo y qué efecto tendrá esa combinación de rutas en la conformación del escenario presidencial.
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