Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de Colombia son mínimas

Diego Otero
Ingeniero eléctrico de la Universidad de los Andes y PhD en Economía de la University of Pennsylvania. Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica (ACECRI) y miembro de la junta directiva de la Academia de Ciencias Económicas (ACCE).
Las cifras son evidentes de por sí; Colombia no es un emisor importante de CO2 o de Gases de Efecto Invernadero.
Le puede interesar: Energía en Colombia: problemas de cobertura, precio y calidad le quitan competitividad al país
En 2021, Colombia emitió 91,69 millones de toneladas de CO2 equivalentes al 0,25 % del total mundial, que para ese año fue de 37.000 millones de toneladas.
Igualmente, las emisiones de CO2 acumuladas desde 1750 de Colombia llegaban a apenas el 0,20% del total.
Del total de emisiones de todos los Gases de Efecto Invernadero (GEI), Colombia produjo el 0,58% correspondiente a 275,17 millones de toneladas.
Por lo tanto, Colombia no es responsable del aumento de la temperatura mundial, y no tenemos por qué afanarnos en cumplir metas que los países desarrollados no están cumpliendo.
Datos mundiales de las emisiones
En 2021, las emisiones de CO2 estaban concentradas en muy pocos países. Los primeros cinco, China, Estados Unidos, India, Japón y Rusia, explicaron el 56,91% de las emisiones mundiales.
En cuanto a las emisiones de CO2 acumuladas desde 1750, también cinco países, Estados Unidos, China, Alemania, Inglaterra y Rusia, dieron lugar al 53,27% de las emisiones.
En lo referente a las emisiones de GEI —que incluyen metano, óxido nitroso y CO2— no debidas al consumo de combustibles, cinco países —China, Estados Unidos, India, Rusia e Indonesia— aportan el 44,8% del total. Si se consideran Japón y Brasil, se explica el 60,0%.
Le puede interesar también: Para combatir el calentamiento global, crean la pintura más blanca del mundo: refleja hasta el 98% de la luz solar
Exagerada la atención a la llamada transición energética
Es, por tanto, un poco absurdo esa propaganda tan intensa sobre la transición energética, que consiste en reemplazar el agua por paneles solares y energía eólica, cuando el sector eléctrico colombiano es uno de los más sustentables del mundo por la participación de la hidroelectricidad que nuestros ambientalistas quieren eliminar, y abandonar el recurso energético más abundante del país, excepto la energía solar.
Se gastan muchos esfuerzos en lo que no debe ser objeto de tanta atención, cuando hay que invertir ingentes cantidades de recursos en evitar la deforestación y en reforestar; en hacer un buen manejo de todo tipo de residuos, de las emisiones fugitivas; en avanzar en una agricultura ecológica.
Y, por supuesto, en aumentar la eficiencia del sector energético. Según los estudios, existe un margen de por lo menos 30% para disminuir consumos de energéticos. Esta es la mejor inversión.
De todo esto no se habla porque el gobierno y sus defensores siguen la política equivocada del gobierno de Iván Duque. En esto hay continuidad del gobierno de Petro con el de Duque.
Estamos en lo que llamo dominados por el eurocentrismo, que iguala a Colombia con Europa, y seguimos ciegamente sus recetas. Este es un nuevo colonialismo, llamado por Luis Ignacio Lula colonialismo verde.