Carlos Carrillo falta a la verdad: Gorgona sí tiene proyecto militar financiado por EE.UU.
Andrés Pachón
Abogado investigador, magíster en Derecho Público con experiencia en litigio estratégico. Medio ambiente, derechos y desarrollo. Twitter: @AndresPachonTor
Carlos Carrillo, director de la UNGRD, publicó un video diciendo que la “base” guardacostas en Gorgona es una fantasía: un invento de “un grupo político” para atacar al Gobierno Petro. Que son mentiras.
El problema es que el futuro de Gorgona no se debate con discursos sin sustento. Se discute con hechos verificables y documentos oficiales. Y esos papeles muestran algo incómodo para Petro: el proyecto existe, Estados Unidos lo financia y este Gobierno —pese a su discurso— lo ha dejado avanzar y lo respalda. Vamos a lo verificable.
1. No hay base guardacostas… porque la frenamos
Que Carrillo “no haya encontrado” estación, no es prueba de inexistencia: es prueba de resistencia. Tres años de movilización, veeduría y acciones jurídicas hicieron público lo que se quiso hacer en silencio. Hoy el proyecto está detenido por presión ciudadana y por el costo político de militarizar un parque. Por eso primero lo están maquillando antes que ejecutarlo.
2. El proyecto militar existe: está en la licencia
El Gobierno repite la trampa: “no es base, es estación; no es militarización, son adecuaciones”. Pero renombrar el proyecto no lo evapora. La Resolución 1730 de 2015 de la ANLA otorgó licencia al Ministerio de Defensa para la “Construcción, Operación, Abandono y Restauración de la Estación de Guardacostas en la Isla Gorgona y Obras Complementarias”. Eso no es una fantasía: es un acto vigente.
El proyecto nació con Santos, siguió con Duque y el Gobierno Petro lo ha defendido, reempaquetado y maquillado. Si se concreta, Gorgona —que superó su destino de ser isla-prisión para ser santuario— mutará otra vez: de área protegida a plataforma militar. Tremendo retroceso.
3. EE. UU. sí financia: está en el expediente
Las falacias no solo son de Carrillo; es el Gobierno Petro el que intenta borrar a Estados Unidos del cuadro, como si la participación norteamericana se pudiera desaparecer con un trino y un tik tok.
En 2023, el propio Ministerio de Defensa de Petro fue explícito: “el proyecto está financiado por el Gobierno de los Estados Unidos… a través de INL”, en el marco del convenio bilateral de 1962 que permite a Estados Unidos el uso de cualquier instalación militar colombiana. Ya sea base, estación o comando.
Al final, toda la información del radar terminará en manos del Comando Sur, y nuestra Isla Ciencia será un punto de apoyo y abastecimiento para operaciones militares. De Parque natural a gasolinera del Pacífico.
4. Gorgona: geopolítica con disfraz verde y antinarcóticos
El debate no es solo ambiental: es geopolítico. En febrero de 2024, el entonces embajador estadounidense en Colombia, Francisco Palmieri, planteó que lo que ellos estaban construyendo en Gorgona era para luchar contra el narcotráfico y proteger el medio ambiente.
Y no hay que olvidar las numerosas visitas de la entonces Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, quien nunca disimuló sus intenciones geoestratégicas sobre nuestros recursos naturales, y a quien Petro y Carrillo le extendieron la alfombra roja.
Ese es el libreto: seguridad con sello verde. Sin embargo, la experiencia muestra que cuando una potencia pone recursos y asistencia, no hace beneficencia: instala capacidad, influencia y agenda en territorio ajeno. Entonces, ¿por qué el Gobierno Petro respalda estas acciones en un parque nacional repleto de biodiversidad?
5. La estrategia del “ya está operando”
Además del maquillaje, el Gobierno le apuesta a la estrategia del hecho cumplido. Desde el sector defensa han circulado mensajes insinuando operativos “desde la Estación de Gorgona”, a pesar de que el proyecto tiene pendiente cumplir obligaciones para poder continuar. La idea es simple: repetir que “ya opera” hasta que suene normal. Y cuando suena normal, lo inconveniente se vuelve costumbre.
6. Parques ≠ cuarteles
Carlos Carrillo dice que “ahí está la Armada” y que eso es soberanía. Pero soberanía no es llenar de infraestructura militar lo que debería gestionarse social y ambientalmente. Un parque necesita ciencia, guardaparques, comunidades con derechos y economía local de bajo impacto. La lógica militar —control, secreto, perímetros— choca con esa vocación. Y choca aún más cuando en campaña prometieron lo contrario.
7. No es “un grupo político”: es un país defendiendo su patrimonio natural
Decir que esta causa es “de un grupo político” es una salida fácil y antidemocrática calculada para no discutir el fondo del asunto. La defensa de Gorgona la sostienen científicos, comunidades, pescadores, ecoturismo, academia y ciudadanía.
Y volvemos al punto: ¿por qué un Gobierno que se presenta como ambientalista y soberano no cancela el proyecto y, en cambio, lo maquilla?
Es irresponsable y violatorio de sus obligaciones que un funcionario público acuda al engaño y la mentira para ocultar lo inocultable.
Carrillo, usando su alto cargo, difunde engaños y mentiras, participa directamente en controversias que no son de la órbita de sus competencias y acude a la estigmatización y macartización de quienes defendemos la isla, actuación irresponsable que debe ser investigada por las autoridades.
Es momento de unirnos más allá de las diferencias. Rechacemos este atentado contra la naturaleza y esta entrega de soberanía. #PetroNoLeEntregueGorgonaATrump.
Gorgona no se entrega ni se vende, se defiende. ¡Únete y Salvemos Gorgona!
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