Atención, el hallazgo de una nueva sustancia en el tusi enciende las alarmas en Colombia
Una peligrosa sustancia en el tusi fue detectada por primera vez en Colombia. Le contamos por qué preocupa a las autoridades.
 
    Una reciente alerta del Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) evidenció la presencia de xilacina, un sedante veterinario, como nueva sustancia en el tusi que circula en el país.
La información se dio a conocer a partir del estudio Monitoreo e investigación continua del mercado de drogas naturales, drogas de síntesis, drogas emergentes y nuevas sustancias psicoactivas, realizado en conjunto con el colectivo Échele Cabeza y que analiza muestras recolectadas durante 2023 y 2024.

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¿Qué muestra la investigación con respecto a la sustancia en el tusi?
La investigación analizó 600 muestras mediante cromatografía de gases, una técnica que permite identificar la composición de sustancias psicoactivas. Dentro del grupo de drogas sintéticas y nuevas sustancias psicoactivas (NSP), se identificó que el 28% de las muestras analizadas correspondían a tusi, una mezcla de múltiples compuestos que no tiene una fórmula única.
Además, el análisis reveló una amplia variedad de sustancias presentes en las muestras de tusi. Los compuestos más detectados fueron:
- Ketamina (98,2%)
- Cafeína (54,5%)
- MDA (36,4%)
- MDMA (16,4%)
- Metanfetamina (16,4%)
También se hallaron, con menor frecuencia, medicamentos como tramadol, lidocaína, fluoxetina, amitriptilina, acetaminofén y dos catinonas: dipentilona y MMMP. Estos resultados muestran la complejidad y la variabilidad del sedante en el tusi, que puede incluir analgésicos, antidepresivos, estimulantes y sedantes.
Xilacina: un hallazgo preocupante
Uno de los datos más preocupantes del informe es la detección de xilacina en al menos cinco muestras, algunas posiblemente correspondientes a tusi. Esta sustancia en el tusi no había sido reportada anteriormente en el mercado colombiano. Su hallazgo genera inquietud, dado que se trata de un sedante no aprobado para uso humano, vinculado a la crisis de opioides en Norteamérica por su asociación con sobredosis y muertes.
El ODC advirtió que este hallazgo plantea interrogantes sobre cómo llegó este potente sedante al país, cuál es la intención detrás de su incorporación y qué efectos puede causar su mezcla con otras sustancias como ketamina o MDMA. La alerta señala que se trata de la primera vez que se detecta esta sustancia en el tusi en Colombia.

Asimismo, el estudio aporta información valiosa, pero enfrenta limitaciones por el bajo número de muestras en algunas regiones y la falta de distinción entre formas de presentación, lo que complica el análisis comparativo y de riesgos. Además, en el caso de incautaciones, la caracterización solo es posible tras el análisis de laboratorio, lo que reduce la posibilidad de evaluación previa.
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Preocupación por la evolución de las sustancias en el tusi
Comparado con estudios anteriores, los resultados actuales muestran una diversificación creciente de la sustancia en el tusi. Si bien la ketamina sigue siendo el componente dominante, se ha ampliado la presencia de estimulantes, opioides, antidepresivos y agentes de corte. Esto evidencia que el tusi no es una droga uniforme, sino una mezcla cambiante con ingredientes que varían, según la región, el proveedor y el momento.
- En 2023 y 2024, no se detectó fentanilo ni benzodiacepinas en las muestras de tusi, a pesar del aumento de incautaciones de fentanilo farmacéutico.
- Las sustancias encontradas, como cafeína, tramadol y metanfetamina, representan un riesgo al mezclarse sin control sobre concentraciones ni interacciones.
- Las nuevas detecciones, como la xilacina, marcan un punto de inflexión en el monitoreo de drogas sintéticas en el país.

Riesgos impredecibles exigen mayor vigilancia
La presencia de sustancia en el tusi como la xilacina y otras nuevas composiciones confirma la constante creciente del mercado ilegal, lo que exige un monitoreo más riguroso.
Hallazgos recientes, como la detección de xilacina, un sedante no opioide, sin duda, enciende las alarmas sobre la necesidad de fortalecer los análisis técnicos y contar con evidencia científica para comprender los riesgos reales.
Organizaciones como Échele Cabeza han sido fundamentales en recolectar muestras que permiten este seguimiento. La variabilidad en la sustancia dificulta anticipar sus efectos, lo que refuerza la importancia de vigilancia constante.
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