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La crisis cafetera sigue imparable: ¿qué está pasando?

La actual crisis cafetera se evidencia en el bajo precio del café, los altos costos de los fertilizantes, la caída de las exportaciones, el mal funcionamiento de la Federación Nacional de Cafeteros y la intervención insuficiente del gobierno.
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En la primera semana de octubre se llevó a cabo, en la Cámara de Representantes, un debate de control político sobre la grave crisis cafetera que se vive en Colombia. En el debate se discutieron las causas, consecuencias y salidas de la crisis del sector cafetero.

Los funcionarios citados fueron la Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica; el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña; el Director General de la DIAN, Luis Carlos Reyes Hernández; el Director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Iván González Borrero, y el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla González.

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En la última semana, los productores han insistido en la necesidad de adoptar medidas urgentes, pues la crisis cafetera tiene un impacto directo en más de 548.000 familias de todo el país, que dependen del cultivo de café en 842.000 hectáreas distribuidas en 23 departamentos, según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros.

Asimismo, la crisis cafetera le pasa factura a la economía nacional, pues el sector representa el 1% del PIB y el 13,2% del PIB agrícola de Colombia.

La crisis cafetera actual

En la actual crisis cafetera se ha visto una fuerte disminución de los ingresos de las familias cafeteras debido al deterioro del precio interno del café, un factor que depende en buena medida de los precios internacionales, pero en el que puede jugar cierto papel el Gobierno Nacional. 

De acuerdo con Óscar Gutiérrez, director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria Colombiana, el precio del café ha experimentado una dramática caída. Este pasó de USD $2,79 centavos la libra en 2022 a precios promedio de USD $2,30 centavos la libra en el primer semestre de 2023. Y, actualmente, está llegando a USD $1,55 centavos la libra.

Así mismo, la prima de calidad se deterioró. Esta pasó de USD $80 centavos a USD $20 centavos entre julio de 2022 y julio de 2023. Para la Ministra de Agricultura, esto es resultado de una mayor oferta de cafés de calidad arábica, que es la que produce el país. 

En cambio, para Dignidad Cafetera influyen las importaciones de café de baja calidad que se mezclan con el producto nacional de exportación, punto de vista en el que coincidieron los jefes de las carteras de Hacienda y de Comercio, Industria y Turismo, Ricardo Bonilla y Germán Umaña, durante el mencionado debate.

En la caída del precio interno también influye la Tasa Representativa del Mercado (TRM), pues esta pasó de $4.900, en octubre de 2022, a $4.067 en agosto de 2023. Este año, el precio de la carga de café pergamino seco pasó de $1.919.000, en enero, a $1.300.000 en septiembre, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura.

Crisis cafetera: bajan los precios y suben los costos de producción

Los productores también han llamado la atención sobre los efectos negativos del encarecimiento de los costos de producción.

En el debate de la Cámara de Representantes se puso de manifiesto que el costo de producción por carga aumentó 72% entre 2021 y 2023, jalonado por rubros asociados a mano de obra e insumos. De hecho, los insumos representan entre el 34% y el 41% de los costos totales.

Los precios de los fertilizantes tienen un comportamiento similar a los del precio del café. El problema es que, a pesar de que están bajando, esto no se traslada a la economía con la misma velocidad, sino que el precio del café cae más rápido que el de los insumos. 

Al respecto, el Ministerio de Agricultura ha reconocido que, producto de este desfase, aumenta el costo real de la cosecha de café mientras cae la producción y el ingreso.

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El área cultivada y las exportaciones vienen cayendo

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, el área cultivada ha decrecido un 14% desde el 2013. Esto representó una reducción de 132.000 hectáreas en 9 años, pues pasó de 974.000 hectáreas, en 2013, a 842.000 en 2022. 

La disminución del área cultivada equivale a una caída en producción de aproximadamente 2 millones de sacos entre 2013 y 2022. Después de un pico en productividad de 21,4 sacos por hectárea en 2019, en 2022 esta cayó un 21%, hasta los 16,9 sacos/ha.

En cuanto a las exportaciones de café y sus derivados, entre enero y julio de este año el valor ha sentido la corrección del mercado tras los efectos de la pandemia, registrando una caída del 28,2% (DIAN).

El problema, sin embargo, no se limita a este año. A lo largo del siglo XXI, la participación del café en las exportaciones totales de Colombia se ha reducido. Mientras que en el año 2000 el café representaba el 11% de las exportaciones, en 2022 esta participación fue de apenas el 7,8%.

Importaciones de café

Las importaciones de café en Colombia han experimentado una drástica reducción en los últimos meses, al pasar de 171 mil sacos, en julio de 2022, a 86 mil sacos en el mismo mes de 2023.

Sin embargo, estas se han convertido en un dolor de cabeza para los productores colombianos, al agravar la crisis cafetera. 

Esto se debe especialmente a que una parte del grano de mala calidad que se compra fuera del país está siendo mezclado con el café que exporta Colombia, lo que a su vez está afectando la prima de calidad que reciben los productores nacionales por el café que venden en el extranjero. 

Otras causas de la crisis cafetera

La crisis cafetera también está atravesada por factores estructurales, como los tradicionales problemas climáticos, de infraestructura y de comercialización; el envejecimiento de los cafetales y las dificultades para conseguir mano de obra estacional suficiente.A estas dificultades se suman otras causas, que tienen que ver con la crisis de las cooperativas y los incumplimientos de los contratos de venta de café a futuro —con el consecuente costo reputacional para Colombia en el extranjero—, asuntos en los que las actuaciones de la Federación Nacional de Cafeteros han sido cuestionadas.

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