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sábado, 27 de diciembre de 2025
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Suecia vuelve a los libros en 2024: salen los computadores del salón para mejorar la comprensión lectora

Los impactos en el pensamiento crítico y el exceso de confianza en los contenidos digitales de los niños, razones por las que la ministra de Educación sueca, Lotta Edholm, decide volver a los libros.

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Las principales razones de Suecia para volver a los libros están relacionadas con los efectos negativos que se vienen evidenciando en la capacidad crítica de los estudiantes. Las más relevantes son:

  • La caída de las tasas de comprensión lectora.
  • El aumento de la distracción en el proceso educativo, especialmente cuando el infante presenta déficit de atención.
  • El deterioro de la memoria.
  • El cansancio que producen las pantallas retroiluminadas al leer.

Esto se complementa con el llamado de la Unesco en su informe sobre la tecnología en la educación, en el que hizo una invitación a todos los países del mundo a “utilizar la tecnología en la educación, de modo que nunca reemplace la instrucción presencial dirigida por maestros y apoye el objetivo compartido de una educación de calidad para todos”.


Julián de Zubiría, experto colombiano en educación, se manifestó en X sobre el viraje sueco a los libros y señaló que “los niños deterioraron la comprensión lectora, la lectura digital es más compleja”.  

El Gobierno Sueco invertirá 150 millones de euros en libros

La determinación de volver a los libros escolares vendrá acompañada de una inversión de 150 millones de euros entre 2023 y 2025, algo más de 637.000 millones de pesos colombianos.

La meta del Gobierno sueco es lograr, para 2025, que cada estudiante cuente con un libro por cada una de las asignaturas que curse.

La cuantiosa inversión se soporta en los regulares resultados que los estudiantes de 4to grado de primaria obtuvieron en el Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora 2021, -PIRLS-. Este estudio estableció que los estudiantes suecos obtuvieron 544 puntos de los 600 posibles, lo que los ubicó en un desempeño intermedio y en el noveno puesto entre los 32 países estudiados.

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El PIRLS señala que únicamente los estudiantes de Irlanda e Irlanda del Norte obtienen altos niveles de comprensión lectora, con puntajes de 577 y 566, respectivamente, de los 600 puntos posibles.

Países como Inglaterra, Croacia, Finlandia y Estados Unidos superan a Suecia por muy pocos puntos. Colombia no participó dentro de los países estudiados.

No se trata de satanizar la educación digital

La nueva política educativa de Suecia prohíbe la implementación de pantallas en la educación de niños menores de seis años, que hasta el año pasado aprendieron a leer y escribir en tabletas.

Esa determinación no implica erradicar las pantallas de todo el proceso educativo. El llamado es a planear el ingreso de los niños a la tecnología con fundamentos científicos, con un adecuado acompañamiento y sin dejar de lado tecnologías tradicionales que han demostrado su eficacia, como los libros.

El llamado es a establecer la figura del “responsable TIC” frente a los niños, sin duda una medida urgente frente a las tasas de niños y niñas con teléfonos móviles. En Suecia, para 2018, uno de cada cinco niños de entre 5 a 8 años tenía un teléfono inteligente. En Francia la mitad de los niños en edad escolar contaban con teléfono móvil.

Puede existir equivalencia entre la lectura digital y los libros

En un estudio publicado en 2020 por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, se hace un llamado a que las personas que tengan niños a su cargo no dejen de realizar el acompañamiento necesario frente al análisis y la comprensión lectora.

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La revista expone que las publicaciones digitales tienen un alto contenido de apoyo en imágenes interactivas que no necesariamente son acordes al nivel de desarrollo cognitivo de los niños y adolescentes jóvenes.

No obstante, la lectura digital también tiene ventajas. El mismo estudio señala que la investigación Lectura en la Era de la Digitalización (E-READ, por sus siglas en inglés) concluye que, si bien la comprensión de lectura en pantallas suele ser menor que los libros o material impreso, “es más probable que los lectores se sientan demasiado seguros de sus habilidades de comprensión”.

También menciona que los textos digitales pueden tener diversas formas de presentación (además del texto de corrido), lo cual se puede adaptar a las necesidades del momento.

El estudio recomienda que debe “existir una equivalencia entre los medios impresos y digitales, e incluso los entornos digitales pueden llevar la ventaja, siempre que se promueva activamente la participación consciente en el procesamiento a profundidad (por ejemplo, la escritura de palabras clave que resuman el texto)”.