Remesas al alza: salvavidas financiero de países pobres y reflejo de las disparidades globales

Durante el 2023, las remesas a nivel mundial han experimentado una notable tendencia al crecimiento.

Según estudios del Banco Mundial, el flujo de remesas se ha incrementado en un 1,4%, particularmente en países de ingresos bajos o medios. Sin embargo, el organismo internacional asegura que la economía de los países emisores de remesas podría experimentar un declive, el cual podría verse reflejado en los empleos y los salarios de los migrantes, basado en el último análisis sobre migración y desarrollo.

Frente al 2022, el flujo de remesas aumentó un 8%, hasta alcanzar los USD 647.000 millones. Desde el final de la pandemia, las remesas han adquirido mayor relevancia, especialmente en economías débiles que experimentan desaceleración económica. 

En el caso de Colombia, en el primer trimestre del 2023 el país recibió un total de 2.476 millones de dólares en remesas. Esto equivale a un promedio de casi 28 millones de dólares por día. Con respecto al mismo periodo del 2022, las remesas alcanzaron un aumento de  21%, pues el año pasado se reportaron 2.045 millones de dólares en remesas al territorio colombiano.

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Qué está pasando con las remesas en el panorama global

El panorama post-pandémico se ha caracterizado por una notable reducción de la inversión extranjera directa, así como por un aumento del envío de remesas a países de ingresos bajos o medianos.

Por otra parte, el Banco Mundial ha dicho que lo que termina ocurriendo con los países emisores de remesas es que se convierten en una fuente resiliente de financiamiento externo, cuyo dinero producido no circula dentro del territorio sino que se redirige a países de menores ingresos. 

Si bien esto es cierto, también lo es que las remesas son el resultado de la migración regular o irregular de personas en edad de trabajar, que hacen aportes valiosos a la economía del país que las recibe con su esfuerzo, conocimiento y capacidad de trabajo. Los dineros que envían a sus países de origen son solo una parte de lo que ganan, y sirven para sustentar a sus familias en sus países de origen.

Michal Rutkowski, director global de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial, afirma que “las remesas complementan significativamente las transferencias de efectivo gubernamentales y son fundamentales para los hogares en épocas de necesidad”. 

Cómo venían las remesas en el 2022

En 2022, las remesas mundiales alcanzaron los USD 647 000 millones, lo que representa un aumento de 8% con respecto al año anterior, según la Reseña sobre migración y desarrollo publicada por el Banco Mundial. Este incremento está relacionado con factores como el comportamiento del dólar y el aumento de la migración a nivel mundial. 

En el mismo año, Europa y Asia recibieron alrededor de 87 millones de migrantes internacionales, lo que se convirtió en el 61% de la población migrante del mundo. Desde luego, el alza en el porcentaje de migración generó en consecuencia un incremento en el envío de remesas a los países de origen de los migrantes, los cuales son en su mayoría de bajos ingresos. 

En lo corrido del año 2022, los elevados precios del petróleo beneficiaron a los emisores de remesas en los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). En paralelo, las transferencias desde Rusia a países de Asia central se incrementaron considerablemente, de acuerdo con análisis del Banco Mundial.

Los receptores de remesas suelen ser naciones con bajos ingresos a nivel general y con amplias dificultades socioeconómicas, en comparación con las naciones emisoras de remesas. 

En conjunto, el panorama de flujos de remesas en 2022 pone en evidencia la interconexión entre las disparidades socioeconómicas de las naciones involucradas, los movimientos migratorios y las transferencias financieras de países ricos a países pobres o de ingresos medios.

Las remesas por regiones

En el 2022, las remesas aumentaron considerablemente. En Asia Oriental y el Pacífico, estas  se incrementaron en un 0,7%, en Europa y Asia central lo hicieron un 19%, en América Latina y el Caribe 11,3%, en Asia meridional 12.2% y en África subsahariana un 6,1%, de acuerdo al reporte del 2022 del Banco Mundial. 

En paralelo, en el Norte de África y en Oriente Medio se evidenció la tendencia contraria, pues ambas regiones experimentaron una reducción del 3,8% en las remesas, así lo afirma el Banco Mundial.

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Principales receptores de remesas en el mundo

Durante el año 2022, India lideró la lista de mayores receptores de remesas en el mundo con USD 11.000 millones. Por su parte, México cerró la lista con un total de USD 61,000 millones. China recibió USD 51.000 millones en remesas; Filipinas por su parte recibió USD 38.000 millones y Pakistán un total de USD 30.000 millones en remesas, según reportes del Banco Mundial. 

En economías donde las remesas representan una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB), como es el caso de Tayikistán (51% del PIB), Tonga (44%), Líbano (36%), Samoa (34%) y la República Kirguisa (31%), las remesas son claves para financiar  los déficits fiscales.

Sobre la importancia de las remesas en países de ingresos bajos y medios, Dilip Ratha, autor principal de la reseña y jefe de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD), afirmó lo siguiente: 

“En muchas economías, las remesas se han convertido en un vital apoyo financiero durante la pandemia y serán aún más cruciales en el futuro previsible. Hemos intensificado la colaboración con los países de origen y receptores de remesas para mejorar los datos y aprovecharlas para movilizar capitales del sector privado mediante bonos de diáspora y calificaciones crediticias mejoradas de los países”.

El estudio realizado por el Banco Mundial analiza, además de la importancia de las remesas en el contexto de la economía global, los costos de las mismas y la importancia de promover un abordaje colaborativo entre los países de origen y receptores de remesas, de modo que se prevean futuros desafíos económicos como el de la pandemia Covid-19.

En todo caso, el aumento de las remesas en casi todo el mundo esconde una mala noticia: las economías de decenas de países están naufragando, y muchos de sus habitantes no encuentran una salida distinta a migrar —regular o irregularmente— para sostener a sus familias. Los países que dejan se benefician con las divisas que reciben, pero pierden uno de sus activos más valiosos, si no el más importante: su gente. 

Con la emigración masiva, la población en edad de trabajar y producir riqueza disminuye, la pirámide poblacional se ve afectada y los sistemas de seguridad social se ven enfrentados a mayores dificultades de sostenimiento.

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