Salario mínimo 2026: sindicatos piden 16% y empresarios 7,21% en una mesa marcada por tensiones y ausencias
En la negociación del salario mínimo 2026, las cifras del 16% y 7,21% se alejan del 11% sugerido por el Gobierno y profundizan la brecha.
La mesa para definir el salario mínimo 2026 tuvo hoy su primera sesión decisiva: sindicatos y empresarios revelaron por fin sus cifras oficiales, en un escenario marcado por tensiones previas. Durante las últimas semanas, varios altos funcionarios del Gobierno habían insinuado que el aumento debería rondar el 11%, lo que generó inconformidad entre los gremios.
Fenalco, en particular, anunció que no participaría en la mesa este año, y hasta ahora no ha asistido a ninguna de las sesiones. Con ese antecedente, la Comisión de Concertación inició la discusión con posiciones más distantes de lo previsto: los sindicatos propusieron un incremento del 16%, y los empresarios, uno del 7,21%. El Gobierno espera que la negociación se acerque a un punto medio antes del 15 de diciembre.
Los sindicatos proponen aumento del 16%
Las centrales obreras llegaron con una propuesta contundente: un incremento del 16% en sel salario mínimo 2026, aplicable tanto al salario mensual como al auxilio de transporte 2026. Esta cifra, superior a las expectativas iniciales, responde a la intención de frenar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y a los incrementos sostenidos en rubros esenciales como alimentos, vivienda y servicios públicos.
La propuesta se fundamenta en el principio de salario mínimo vital y móvil, respaldado por la OIT y la Constitución colombiana. Según las centrales, el ingreso de un trabajador debería permitir cubrir sus necesidades básicas y ajustarse para no verse erosionado por la inflación.
Con un aumento del 16%, el salario mínimo 2026 sería de $1.651.260, lo que representa un incremento de $227.760 frente al valor actual. Sumando el auxilio de transporte, el ingreso total mensual ascendería a $1.883.260. Los sindicatos aseguran que este monto es coherente con el costo de vida actual y con la necesidad de proteger a los hogares que dependen del salario mínimo.
El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, reconoció que la propuesta sindical está alineada con los principios de mínimos vitales, aunque insistió en que la mesa debe buscar un equilibrio razonable para todas las partes.
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Propuesta empresarial: un aumento del 7,21%
Del lado empresarial, la cifra fue notablemente más baja. Los gremios que participan activamente en la mesa, la ANDI, la SAC, Asobancaria y Acopi propusieron un incremento del 7,21% en el salario mínimo 2026, fundamentado en una fórmula técnica que considera la inflación observada (5,3%), la productividad laboral medida por la Productividad Total de los Factores (0,91%) y una ganancia adicional del 1%.
Para los empresarios, esta propuesta preserva la capacidad de pago de las empresas, en especial de las micro, pequeñas y medianas, que representan la mayor parte del tejido productivo del país. También advierten que un aumento elevado podría frenar el ritmo de reducción de las tasas de interés, afectar los costos de financiación y comprometer la recuperación económica.
Con esta propuesta, el salario básico mensual sería de $1.526.134, mientras que el auxilio de transporte 2026 alcanzaría $214.420, para un ingreso total de $1.740.554. Los gremios recalcan que este incremento permite mejorar el ingreso sin generar choques sobre el empleo ni sobre los costos empresariales.
Una diferencia de 8,79 puntos que define la discusión del salario mínimo 2026
La distancia entre ambas propuestas es amplia: 8,79 puntos porcentuales. Aunque este tipo de brechas no es inédita en las negociaciones salariales del país, sí representa un reto importante para la mesa, especialmente en un año en el que la discusión comenzó tensionada.
La diferencia entre un aumento del 16% o del 7,21% implica una variación superior a los $140.000. Mientras que los sindicatos insisten en la recuperación plena del ingreso frente a la inflación acumulada, los empresarios argumentan que el aumento se suma este año a los costos de la reforma laboral.
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Comisión de Concertación: lo que viene para la negociación y el plazo del 15 de diciembre
El Gobierno insiste en que la brecha no debe interpretarse como un punto muerto, sino como parte natural del proceso de concertación. Según el ministro Sanguino, tanto sindicatos como empresarios han construido sus propuestas sobre variables sólidas, como la inflación 2026, la productividad laboral y el costo de vida.
La mesa retomará sesiones este jueves a las 8:00 a.m., y se espera que las partes justifiquen sus cifras o se acerquen a un punto medio. El plazo legal para lograr un acuerdo vence el 15 de diciembre, con posibilidad de extenderse hasta el 30 de diciembre. Aunque el Gobierno evita hablar de un aumento fijado por decreto, recuerda que esa opción solo se aplicará si no hay consenso.
El resultado final impactará directamente a millones de trabajadores que devengan el salario mínimo en el país y el costo de los bienes indexados, por lo que la negociación de esta semana será clave para definir el rumbo salarial de 2026.
Negociación salario mínimo 2026
La negociación del salario mínimo 2026 arrancó con un ambiente poco habitual. Antes de que se instalara formalmente la Comisión de Concertación, las declaraciones de funcionarios del Gobierno que mencionaban un posible aumento del 11% ya habían generado molestia entre los gremios empresariales, que cuestionaron que se sugirieran cifras sin esperar los insumos técnicos de la mesa.
El punto más crítico vino con la posición de Fenalco. La federación de comerciantes anunció públicamente que no participaría en la negociación de este año, argumentando que había un “sesgo anticipado” en la discusión. Su ausencia marcó el tono del encuentro inicial y dejó al Gobierno y a los demás gremios con el reto de avanzar sin una de las voces históricas del sector empresarial en la mesa.
Con ese trasfondo, la Comisión se reunió hoy durante más de seis horas. Fue la primera sesión en la que sindicatos y empresarios pusieron cifras formales sobre la mesa, despejando la incertidumbre generada por las declaraciones preliminares y permitiendo conocer, al fin, las posiciones oficiales.
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