Secretaría de salud advierte sobre la variante del COVID-19 y hace llamado al autocuidado
La Secretaría de Salud hace un llamado de atención para que la ciudadanía active de nuevo sus medidas de autocuidado y protección ante la variante de JN.1 del COVID-19, le contamos todos los detalles.

El Instituto Nacional de Salud (INS) ha desplegado una advertencia crucial: la nueva variante JN.1 del COVID-19 está circulando activamente.
En respuesta a este comunicado, la Secretaría de Salud insta enfáticamente a la población a intensificar las precauciones, especialmente el uso de tapabocas en situaciones de síntomas respiratorios y en espacios compartidos. Esta recomendación se extiende a quienes visiten centros de cuidado para personas mayores, marcando un esencial acto de prevención.
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El llamado a la ciudadanía por parte de la Secretaría de Salud no solo es una medida preventiva, sino un recordatorio vital para mantener rigurosas prácticas de autocuidado. Estas medidas incluyen el lavado meticuloso de manos con agua y jabón o alcohol glicerinado, preferiblemente por al menos 20 segundos, así como la ventilación regular de espacios cerrados.
Además, se subraya la importancia de completar los esquemas de vacunación, especialmente en grupos vulnerables como niños menores de 5 años, individuos mayores de 60 años y aquellos con enfermedades crónicas. Las vacunas esenciales abarcan aquellas contra el COVID-19, la influenza y la tosferina.
Variante de COVID-19 activa las alarmas
Respecto a la capacidad hospitalaria, la oferta de 1.200 camas UCI en la ciudad está siendo utilizada en un 79,7%, con un pequeño porcentaje, 3,8% (45 camas), destinadas a pacientes con COVID-19.
De estas, 38 están ocupadas, lo que refleja una disminución significativa de casos severos que requieran este nivel de atención. La ocupación general de UCI se mantiene estable, indicando que Bogotá posee una capacidad hospitalaria adecuada para afrontar un eventual aumento en la demanda de estos servicios.
En cuanto a la situación actual de casos de COVID-19, en la primera semana de enero de 2024, se han reportado 256 casos activos en el Distrito, lo que representa un incremento del 23% respecto a la última semana de diciembre de 2023.
Este aumento puede ser atribuido a una mayor interacción social durante las festividades decembrinas. Sin embargo, es esencial resaltar que durante las últimas tres semanas de diciembre de 2023 no se registraron fallecimientos asociados al COVID-19 en la ciudad. Además, la ocupación de servicios de alta complejidad se ha mantenido estable, evidenciando que, aunque hay un aumento en casos, estos no han desencadenado cuadros severos que requieran atención especializada ni han resultado en pérdidas de vidas.
La cuidadosa vigilancia de la Secretaría de Salud y del INS en torno a la propagación de la variante JN.1 de COVID-19 implica un llamado a la acción colectiva. La responsabilidad individual en la aplicación rigurosa de las medidas de prevención es esencial para contener y mitigar la propagación de esta nueva variante. El énfasis en la vacunación y el mantenimiento de prácticas de higiene son pilares fundamentales en la lucha contra esta enfermedad.
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Impacto del COVID-19 en Colombia
La pandemia de COVID-19 en Colombia comenzó en marzo de 2020 con el primer caso en Bogotá. Hasta agosto de 2023, se registraron más de 6 millones de casos, con un alto número de fallecidos y recuperados, según informó la Secretaría de Salud. Se implementaron restricciones como la cancelación de eventos masivos y una cuarentena total para contener el virus.
Las comunidades indígenas enfrentaron graves desafíos. La falta histórica de acceso a la salud, agua y alimentos se agravó con la pandemia, generando inseguridad y afectando sus derechos fundamentales, aseguró el Gobierno Nacional. Líderes indígenas fallecieron y las comunidades sufrieron inseguridad jurídica, territorial, alimentaria y violencia, con limitado acceso a la atención médica.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social en las cárceles, la situación sanitaria empeoró debido a la sobrepoblación. Los brotes de COVID-19 llevaron a motines y crisis, exponiendo la vulnerabilidad de los reclusos, guardias y trabajadores. Varios establecimientos penitenciarios reportaron casos, exacerbando la crisis carcelaria existente.
En cuanto a la educación y la cultura, el Ministerio de Educación aseguró que las bibliotecas públicas en Nariño se enfrentaron al reto de continuar brindando servicios durante el aislamiento. A pesar de las limitaciones tecnológicas y de recursos, se implementaron estrategias utilizando redes sociales, radios comunitarias y herramientas digitales para mantener el acceso a la información y el conocimiento.