Sueños que se tejen solos
Marta Isabel González
Ingeniera de Diseño de Producto, Magíster en Mercadeo, creadora de La Vendedora de Crêpes.
No sé si les ha pasado, creería que sí porque los humanos funcionamos básicamente igual, que un día sin pensarlo mucho y sin muchas razones les sale un anhelo del alma que no sabíamos que existía y toma la forma de un sueño.
Y empezamos entonces a trabajar por ese sueño, no necesariamente de una manera consciente, pero cuando empieza a tomar forma y empezamos a mirar hacia atrás es más fácil notar que sí hubo patrones, que sí hubo trabajo y que en el día a día y sin mucho protocolo empezamos a hacerlo realidad.
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No digo que todos los sueños funcionen así, la verdad es que para la mayoría de metas y sueños hay que trabajar mucho, de manera constante y consciente. Digo que hay unos que tal vez sean más profundos, a los que les vamos dando forma más con el corazón que con la mente y que cuando menos pensamos los vemos llegar y no entendemos cómo ni por qué.
A mí me ha pasado varias veces: me gané un viaje a Miami; me gané un iPhone; me regalaron una camioneta; me dieron dos trabajos que pedí sin tener la experiencia ni el estudio para llevarlos a cabo, me llevaron un mes a Hawaii y otro a Grecia sin tener que poner un peso; abrí un negocio sin tener idea de cómo se abría un negocio, sin buscar información al respecto, sin ayuda de expertos y 6 años después el negocio sigue funcionando. Puede que no me crean, pero les juro que es verdad.
Hace días empecé a ver algo que llamaré señales, porque la verdad es que no sé cuál sea la palabra indicada y no me queda mucho tiempo para enviar esta columna, y sin saber cómo, cuándo ni por qué, pareciera que estoy ad portas de conseguir otro de esos sueños que se tejen solos.
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Todavía no es seguro y pueden pasar muchas cosas, pero además de las señales he estado reconociendo en mi cuerpo sensaciones que he tenido antes cuando me han pasado este tipo de cosas.
¿Será que sí? Espero de todo corazón que sí y que pronto pueda contarles acá sobre lo que espero que esté pasando en mi vida. No es síndrome del impostor, bueno, no creo. ¿Será que sí? ¿A ustedes les pasan estas cosas?
Pd: mis papás no son archimillonarios, nunca me han regalado un carro y los viajes que me han regalado han sido a la costa. Tampoco he tenido novios llenos de plata. Suena raro, pero mejor aclarar porque hmmmm…