Un hallazgo de investigadores de la UNAL identificó que se puede reducir el uso de fertilizantes en 5 tipos de papa criolla
Un reciente estudio sobre la papa criolla abre nuevas posibilidades para mejorar la producción agrícola sin afectar el medioambiente.

Un artículo publicado por la Agencia de Noticias de la UNAL mostró un estudio en el que se identificaron cinco variedades de papa criolla que aprovechan mejor el nitrógeno del suelo, un nutriente esencial para su desarrollo. El hallazgo permitiría reducir el uso de fertilizantes, disminuir costos de producción y evitar el efecto ambiental que generan los excesos de este elemento en los ecosistemas.
La investigación fue liderada por Aura Natalia Jiménez Medrano, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia, quien analizó más de 100 tipos genéticos de papa criolla cultivados en invernadero. Su trabajo también permitió identificar tres genes asociados al uso eficiente del nitrógeno, información que podría servir en programas de mejoramiento genético de este alimento.
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Exceso de fertilizantes en los cultivos de papa criolla
En Colombia, los productores suelen aplicar altas dosis de fertilizantes nitrogenados en los cultivos de papa criolla, especialmente de la variedad Phureja, conocida como “yema de huevo”. Según la investigadora, esta práctica no siempre mejora el rendimiento del cultivo y puede causar efectos negativos.
Durante la cocción o fritura, el exceso de nitrógeno en los tubérculos puede favorecer la formación de acrilamidas, compuestos que en concentraciones altas se han relacionado con posibles efectos cancerígenos. Además, el uso desmedido de fertilizantes afecta los suelos y las fuentes hídricas cercanas a las zonas de producción.
Muchos cultivos de papa criolla se encuentran cerca de páramos o áreas de recarga hídrica. En esas zonas, la acumulación de nitrógeno puede provocar eutrofización: proliferación de algas que consumen el oxígeno de los cuerpos de agua y alteran los ecosistemas. Aunque en Colombia no hay cifras exactas sobre esta contaminación, se han registrado impactos visibles en varias regiones productoras.
Comparaciones con otros países
En Europa existen controles sobre el contenido de nitratos en la papa, especialmente en las variedades tetraploides, similares a la pastusa y la sabanera. En Colombia no hay regulaciones de este tipo, y la papa criolla, que es diploide, ha quedado rezagada en los estudios sobre fertilización y control del nitrógeno.
Actualmente, los cultivos nacionales aplican hasta 250 kilogramos de fertilizante por hectárea. Sin embargo, se estima que la papa criolla solo utiliza la mitad del nitrógeno que se le suministra, lo que implica desperdicio de insumos y pérdida económica para los agricultores.
Resultados del experimento
La magíster Jiménez cultivó más de 100 tipos de papa criolla en condiciones controladas de invernadero. Se crearon dos tratamientos: uno con bajo suministro de nitrógeno (0,56 gramos por planta) y otro con alta dosis (1,78 gramos por planta). El objetivo era observar qué plantas mantenían un buen crecimiento con menos fertilizante.
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Cada ejemplar fue evaluado con precisión técnica. Se midieron variables como:
- Contenido de clorofila en hojas.
- Biomasa total y tamaño de la planta.
- Número de tubérculos por planta.
- Contenido de nitrógeno y carbono en tejidos.
Los resultados mostraron que, al aumentar el fertilizante, los tubérculos no crecían más; el exceso de nitrógeno solo generaba más follaje. En cambio, cinco genotipos de papa criolla conservaron un desarrollo adecuado de raíces y tubérculos, incluso con menos nitrógeno. Estas variedades demostraron ser más eficientes en la absorción y uso del nutriente.
Hallazgos genéticos
Para entender las causas de esta eficiencia, la investigadora extrajo ADN de las hojas jóvenes y aplicó pruebas moleculares. Allí, detectó tres genes clave:
- AMT1.1: transporta el nitrógeno desde el suelo hacia la planta.
- 2-OGD: transforma el nitrógeno en aminoácidos y proteínas.
- PPR: regula el metabolismo y ayuda a la planta a responder ante la falta de nutrientes.
Estos genes están asociados con el uso eficiente del nitrógeno y podrían emplearse para seleccionar o cruzar nuevas variedades de papa criolla que requieran menos fertilizantes sin reducir su productividad.
Lo que implicaría para el campo colombiano
Los investigadores sugieren que, si las variedades de papa criolla más eficientes se llevan a los cultivos comerciales, los productores podrían reducir hasta en un tercio la cantidad de fertilizante por hectárea, mejorar la calidad del suelo y proteger las fuentes de agua cercanas.
Colombia produce más de 2,5 millones de toneladas de papa al año, y la papa criolla representa un componente importante del consumo interno. Los genotipos identificados podrían beneficiar especialmente a los agricultores de Boyacá, Cundinamarca, Nariño y Antioquia, regiones donde este tubérculo es parte central de la economía agrícola.