Viajes internacionales: Egipto, Italia y Perú, destinos increíbles para viajar en familia
Viajes internacionales hay de todos los tipos. Dicen que para todo mal, para celebrar o solo para disfrutar, una buena receta es viajar. Se acerca la Semana Santa y, después de esta, las vacaciones de mitad de año.
Si está buscando un lugar distinto para descansar, reconectarse con la naturaleza y vivir una experiencia cultural enriquecedora, destinos tales como Egipto que tiene muchas cosas que ver, Italia y Perú pueden ser la opción indicada.
Egipto: el rey de los viajes internacionales
Desde el reverendo Richard Pococke, considerado el primer auténtico viajero científico de Egipto, pasando por el mismísimo Napoleón Bonaparte que puso para siempre de moda visitar el país, hasta Howard Carter, quien descubrió en 1922 la tumba de Tutankamón, este país del norte de África lleva más de 300 años maravillando a quienes lo visitan.
En efecto, pocos países reúnen como este varias de las maravillas del mundo antiguo, paisajes que dejan sin palabras y una rica diversidad cultural. Ciudades como El Cairo, Luxor y Alejandría, la famosa represa de Asuán, el desierto, el Nilo y ruinas arqueológicas como las pirámides de Giza, el templo de Karnak, Abu Simbel, el Templo de Luxor, el Templo de Philae, la Gran Esfinge y las tumbas de Tutankamón y Ramsés VI, hacen de Egipto un país imperdible.
En lo que a museos se refiere, vale la pena destacar el Gran Museo Egipcio. Con los mayores tesoros faraónicos del planeta y ubicado junto a las pirámides de Giza, abrirá sus puertas por primera vez este año.
Y, si usted es de los que disfruta conociendo lugares asombrosos desde la tranquilidad de un barco, los cruceros por el Nilo sin duda son una buena opción.
Si bien no son tan lujosos como algunos de los que circulan por los océanos, el transporte fluvial permite observar mucho mejor los alrededores y suele implicar menos días “muertos”, en los que no hay nada qué ver. Quienes se apuntan a un crucero por el Nilo ven decenas de ruinas milenarias que difícilmente conocerá quien visite el país de la forma tradicional.
Un buen momento para visitar Egipto es a finales y comienzos de año, pues goza de un buen clima invernal.
Italia: el país de los colores
Este país del sur de Europa, que albergó uno de los mayores imperios de la historia, no defrauda. Sea que se quede en Roma, su capital, donde podrá conocer el famoso Coliseo romano y pasar al vecino Vaticano, o que decida recorrer su geografía, después de conocer Italia no será la misma persona.
En destinos de playa, se destaca la costa amalfitana y la siempre encantadora Sicilia. Si lo suyo son las montañas y los deportes de invierno, las Dolomitas lo dejarán sin aliento. Y, si lo enamoran los paisajes ondulados, la Toscana es para usted.
Para todos, en todo caso, está Venecia, la ciudad de los canales, las góndolas, el cristal de murano y el carnaval.
En lo que a comida se refiere, no importa dónde esté, siempre podrá encontrar buenas opciones. Pizzas, todo tipo de pastas, risottos, carpaccios y variedad de ensaladas y sopas se consiguen a lo largo y ancho del país, y de la mejor calidad.
Aceites de oliva, vinagres y jamones de varios tipos, una amplia gama de quesos —gorgonzola, taleggio, parmigiano, mozzarella, mozzarella di bufala, pecorino, burrata—, panes —ciabatta, focaccia, panini, lavash—, vinos —piense nada más en el chianti y el chianti classico, que gozan de denominación de origen— y postres —tiramisú, panna cotta, cannoli, gelato, panettone, profiteroles— acompañan la comida y le dan un toque delicado y único.
Italia es y será un país que brilla por su historia, pero también por ser un centro del lujo y de la sofisticación.
Perú: país de los Incas
Desde hace miles de años, distintas civilizaciones preincaicas, como la Chavín, Moche, Nazca y Wari, dejaron huella en el actual territorio del Perú. Los geoglifos de Nazca, las cerámicas eróticas Moche y las momias de la cultura Paracas, son solo algunas de las muestras culturales que pueden conocer los visitantes de este país andino.
El Perú fue, además, centro del imperio Inca, que conquistó una parte importante del continente suramericano. Machu Picchu, descubierta en 1911, y otras ruinas arqueológicas como las de Sacsayhuamán, son una buena muestra del esplendor que habían alcanzado los Incas cuando los españoles colonizaron el territorio.
Asimismo, ciudades como Cuzco —en la que es posible ver la continuidad entre las civilizaciones precolombinas y la tradición hispánica— y Arequipa —con joyas de la arquitectura barroca andina talladas en sillar, una piedra blanca volcánica— dan una idea a los viajeros de la riqueza que ostentó el virreinato del Perú durante la época colonial. Y Lima, con su arquitectura moderna, es una buena muestra de que el Perú está lejos de haberse detenido en el tiempo.
Las huellas que han dejado los pobladores de este país andino a lo largo de los siglos son solo algunas de las razones por las que vale la pena visitar este lugar del globo. Como ocurre con Egipto e Italia, a la rica tradición cultural se suman paisajes imponentes, como los del lago Titicaca —con las islas flotantes de los Uros, fabricadas con fibra de totora—, y el oasis de la Huacachina, en el desierto de Ica.
La gastronomía, una de las mejores del mundo y que fusiona una rica tradición andina con preparaciones orientales que reflejan los flujos migratorios del país, es otra buena razón para decidirse a conocerlo.
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