Corrupción del sector público en Colombia: ranking muestra que la percepción no ha mejorado
Los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción en el sector público son preocupantes. 155 países, incluido Colombia, no han tenido un avance significativo en su lucha contra la corrupción o incluso han retrocedido.

En 2022, Colombia no mejoró, pero tampoco empeoró, en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI, por sus siglas en inglés) en el sector público. Así lo dio a conocer Transparencia Internacional, una coalición mundial contra la corrupción.
Colombia ocupó la posición 91 en el ranking, es decir, 4 puestos más abajo que en 2021, cuando ocupó el lugar 87. En cuanto al puntaje, obtuvo 39 puntos sobre 100, al igual que en 2021 y en 2020, en una medición en la que 0 es altamente corrupto y 100 poco corrupto.
Le puede interesar: Le puede interesar: Reforma pensional: propuestas de centrales obreras y fondos privados cambiarían significativamente lo que hay
De acuerdo con la coalición internacional, nuestro país no ha logrado cambios significativos desde 2012, y “sigue enfrentando graves problemas en materia de corrupción” (puede consultar el informe en este enlace).
Este Índice evalúa 180 países y territorios, de acuerdo con los niveles percibidos de corrupción en el sector público. Para elaborarlo, se tienen en cuenta las valoraciones de analistas, expertos, académicos y empresarios, así como encuestas e informes realizados por organismos e instituciones internacionales.
Los resultados son preocupantes, pues muestran que la mayoría de los países está fallando en tomar las medidas adecuadas para detener la corrupción y fortalecer la democracia.
El promedio global del Índice se ha mantenido inalterado por más de una década, con un puntaje de apenas 43 sobre 100. Además, desde 2012 solo 25 países han tenido un avance significativo en su lucha contra la corrupción, 31 han desmejorado y 124 han permanecido igual.
Para elaborar el Índice, Transparencia Internacional tiene en cuenta distintas manifestaciones de la corrupción en el sector público. Entre estas, sobresalen soborno, desvío de recursos públicos, captura del Estado, nombramientos nepotistas y protección legal a personas que denuncian casos de soborno y corrupción.
Primeros y últimos lugares del ranking
En el primer lugar del Índice se ubicó Dinamarca, con un puntaje de 90 sobre 100. Finlandia (87/100) y Nueva Zelanda, con 87/100, ocuparon el segundo lugar del ranking. En el cuarto lugar se ubicó Noruega, con 84/100, y en el quinto estuvo Singapur, con 83/100.
Lea también: Atención: ya está abierta la convocatoria de jóvenes voluntarios para escuelas públicas
Suiza quedó en el puesto 7 (82/100), Reino Unido en el 18 (73/100), Francia en el 21 (72/100), Estados Unidos en el puesto 24 (69/100) y China en el 65 (45/100).
Transparencia Internacional aclaró que los países con puntajes altos en el Índice también juegan un papel importante en las amenazas que la corrupción representa para la seguridad global, pues durante décadas han recibido dinero sucio del exterior, lo que les ha permitido a los cleptócratas aumentar su riqueza, poder y ambiciones geopolíticas destructivas.
Por el lado latinoamericano, Uruguay fue el país con mejores resultados (74/100 y puesto 14). Ninguno de los países de la región ha mejorado significativamente su desempeño en el ranking desde 2017.
En los últimos lugares del Índice de Percepción de la Corrupción estuvieron Somalia (puesto 180, con un puntaje de 12/100), Siria (puesto 178, con un puntaje de 13/100), Sudán del Sur (puesto 178, con un puntaje de 13/100), Venezuela (puesto 177, con un puntaje de 14/100) y Yemen (puesto 176, con un puntaje de 16/100).
Conflictos globales y corrupción
La coalición internacional señaló que la paz y la estabilidad mundial se ha estado deteriorando desde hace 15 años, una situación en la que la corrupción ha sido al mismo tiempo causa importante y resultado.
Al respecto, manifestó que, por un lado, la corrupción socava la capacidad de los gobiernos para proteger a las personas y erosiona la confianza pública, lo que provoca que cada vez haya más amenazas a la seguridad y que estas sean más difíciles de controlar. Y, por el otro, el conflicto crea oportunidades para la corrupción y mina los esfuerzos de los gobiernos para detenerla.
Siga leyendo: Nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros: esto se sabe sobre su elección