Hacia dónde va la industria del azúcar de Colombia | Entrevista exclusiva con Riopaila Castilla
A punta de azúcar, el Grupo Agroindustrial Riopaila Castilla, con 106 años de trayectoria en el mercado nacional e internacional, logró aumentar sus ingresos operacionales un 8,42%. La compañía le ha apostado a actividades de comercialización de energía verde, combustible renovable y otros derivados de la caña de azúcar. Actualmente la empresa impacta a más de 80 mil personas en Colombia.
Consciente del apalancamiento económico que genera su actividad, la empresa destinó el 69% de sus pagos de operación, cuya cifra asciende a 1,1 billones de pesos, a proveedores de bienes, obras, servicios y familias agricultoras productoras de caña de azúcar, donde el 62% de ese valor se quedó en los 36 municipios donde hace presencia.
Entrevistamos a Guillermo Carvajal, Gerente de Asuntos Corporativos de Riopaila Castilla, quien nos contó un poco más a fondo sobre esta industria del azúcar en el país.
Vea la entrevista en el vídeo de YouTube en la parte superior de este texto.
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¿Cómo ha evolucionado el consumo de azúcar en los últimos años y de qué manera se está adaptando Riopaila a estas nuevas tendencias?
Primero que todo me gusta siempre iniciar con la frase de que todo en exceso es malo. Y precisamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo que ha manifestado en diferentes documentos que ellos emiten es que todas las personas necesitamos en promedio unas 2.000 calorías diarias y el azúcar es una fuente de ellas que puede llegar a cubrir más o menos el 10% de esas necesidades. En Riopaila nos consideramos una fuente que provee esas calorías que se necesitan.
Lógicamente, también promovemos y fomentamos mucho el concepto de azúcar con balance y eso lo hacemos de la mano con la industria porque creemos firmemente que cualquier alimentación es indispensable y más, cuando vamos ganando años necesitamos balancear precisamente la alimentación en general con actividad física, con otro tipo de recreación y deporte que es indispensable en este momento para que nosotros podamos tener un desarrollo físico adecuado.
¿Qué impacto ha tenido la nueva Ley de Etiquetado en las ventas de la compañía?
Nosotros no hemos tenido un impacto relacionado a la Ley de Etiquetado. Creo que es importante mencionar que hoy nosotros exportamos nuestros productos a más de 46 países.
Exportamos el 35-40% de nuestra producción a mercados internacionales, pero hay un 60-65% que cae al mercado nacional y esto tiene diferentes usos. Va al azúcar que conocemos nosotros en casa, pero también va en una buena proporción a la industria que transforma el azúcar para la producción de alimentos y otros derivados.
Por eso la Ley de Etiquetado impacta más directamente a los que son procesadores de alimentos, por lo tanto son otras las compañías que terminan posiblemente absorbiendo el impacto de esta ley.
El año pasado obtuvieron ingresos por casi 1,6 billones según los resultados que ustedes mismos reportaron. ¿Cómo pintan las ventas para este año? ¿Cómo ven el negocio del azúcar a futuro?
Este año hemos iniciado con un buen comportamiento en la parte económica, creciendo versus el año anterior.
Hay una parte de cifras que nosotros no podemos todavía revelar hasta no hacer todo el cierre del primer semestre con la superintendencia financiera, pero en general vamos creciendo en positivo a pesar de unos impactos, muy considerables que hemos tenido derivados de todo lo que es el cambio climático que nos ha puesto a prueba, sobre todo a nivel operacional, para asegurar que podamos seguir produciendo los volúmenes que veníamos produciendo el año pasado y, además, esto es una ecuación de tres variables que nosotros no manejamos pero que buscamos mitigarlos operacionalmente, que es el cambio climático, el precio internacional del azúcar y la TRM del mercado, que es la que le dicta a uno cómo se va balanceando la ecuación de este negocio.
¿Qué dinámicas vieron en el 2023 y qué esperan este año con estos fenómenos climáticos para la industria del azúcar?
El año pasado tuvimos una fuerte presión, esperábamos que iba a ser el primer trimestre y terminó impactando casi que cinco de los doce meses del año con fuertes lluvias, lo cual en un negocio como la caña de azúcar, que es un negocio anual, va generando dificultades para poder entrar, hacer las labores, mantener el cultivo de acuerdo con las programaciones establecidas, poder cortar la caña de azúcar de la edad que se requiere.
Todo lo anterior se va atrasando, y cuando logras entrar a cortar ya la mata tiene una mayor edad, y se empieza a dificultar la extracción de la sacarosa. Eso te genera una serie de dificultades que hay que ver operacionalmente.
Afortunadamente, por eso que tuvimos que sortear a nivel climático, nos ayudó mucho la tasa representativa y el precio internacional todavía en unos márgenes, en unos índices importantes con los mercados en el exterior.
Para este año vamos mejorando con la parte climática, aunque también hemos tenido meses secos, que esperábamos sortear para operar de forma continua.
A nivel de la política económica, ¿qué necesita la industria azucarera para seguir creciendo?
Nosotros, más que un tema de apoyos lo que buscamos es que se pueda seguir trabajando, en el concepto de confianza país. Creo que es muy importante para los clientes y los socios inversionistas. Riopaila es un ingenio atípico, porque no tenemos tierra propia. La tierra de la cual compramos la caña de azúcar, es de más de 680 familias.
Es a esas 680 familias que necesitamos realmente que se les envíen constantemente mensajes de confianza en el país, de confianza inversionista, de que hay oportunidades de crecimiento en el agro, porque un inversionista con incertidumbre va a hacer lo mínimo necesario, va a trazar los planes de inversión, lo máximo posible.
Esta no es una industria que tenga muchos subsidios del gobierno como en otros países, pero sí tenemos una posibilidad muy grande de avanzar más y más, sobre todo en la parte relacionada con inversiones que se puedan hacer en campo, en tecnología.
Hablemos un poco del orden público en la región que operan
Riopaila tiene tres zonas de operación. Tenemos un ingenio en el norte del Valle, en el municipio de Zarzal. Tenemos otro ingenio entre el sur del Valle y norte del Cauca, directamente entre Pradera y Florida y tenemos una operación en el Vichada.
Específicamente la zona más compleja que tenemos en este momento en materia de seguridad es la que tiene que ver con la parte del sur del Valle y norte del Cauca, donde la inseguridad se ha vuelto zona de paisaje.
Tenemos que aprender a convivir y a llevar a cabo la operación en un ambiente que sabemos que es inseguro, donde hay una presencia de una multiplicidad de actores y de intereses y donde cada vez más pedimos la presencia y fortalecimiento de la fuerza pública para asegurar que, lo que hemos hecho durante 106 años, lo podamos seguir haciendo durante los próximos 106 años.
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Hablemos de los otros negocios de Riopaila que es el de la producción de energía y el bioetanol. ¿Qué porcentaje de la operación tiene este negocio dentro de las ventas?
Riopaila produce azúcar para 15 millones de hogares, reunidos en 47 países, (46 a donde exportamos y en Colombia). En cuanto a la producción de etanol, tenemos la segunda planta más grande del país, la primera del valle geográfico del Río Cauca, donde producimos etanol para oxigenar un poco más de 450.000 vehículos en Colombia. Y en cuanto a la generación de energía, estamos hoy con la capacidad de producción de energía a partir del bagazo de la caña de azúcar para cerca de 250.000 hogares de la zona.
De esa capacidad de energía que producimos, nosotros autoabastecemos el 100% de nuestras necesidades energéticas y además colocamos un 35% de excedente en la red pública que ilumina un poco más de 80.000 hogares en el país.
¿Hacia qué países se está exportando el producto?
Pues sin duda nuestro principal aliado comercial es Estados Unidos, donde tenemos una participación muy importante.
En Europa también hay una participación muy interesante que va creciendo y distribuida en múltiples países, pero también tenemos una participación importante en los países de Sudamérica, donde venimos también creciendo de forma significativa.
Hace poco se conoció que el grupo Gilinski cedería el control de sus socios árabes en IHC. ¿Cuál es esa lectura desde Riopaila Castilla de este fenómeno y qué impacto puede tener pues en la industria de alimentos en Colombia en general?
Se trata de un cliente nuestro al que proveemos azúcar en algunos momentos para la parte industrial. ¿Qué significa esa movida para nosotros? Anteriormente tenías el grupo empresarial antioqueño, hoy tienes un nuevo grupo, un nuevo jugador con una participación mayoritaria, que es un valluno que está metido en un grupo anteriormente de preponderancia paisa. Sin embargo, todas esas dinámicas de mercado son positivas para la industria en general.
Creo que dinamizan y traerán seguramente elementos nuevos y adicionales para ser evaluados desde diferentes puntos de negocio y creo que para nosotros pues siempre remarco que será una oportunidad más para explorar no solamente lo que ya hacemos, fortalecer lo que ya hacemos y qué cosas nuevas se pueden hacer.
Seguramente con un grupo nuevo traerán intenciones de expansión, de crecimiento y qué bueno si ya somos socios, qué cosas nuevas podríamos llegar a hacer con ellos.
¿Cómo ven ustedes el grupo agroindustrial en 10 años?
Esa es una muy buena pregunta. Mucho de lo que hacemos ahora va a tener impacto en 10 años y hoy estamos nosotros en una fase de consolidación.
Como les mencionaba. Llevamos un 2022-2023 fuertemente afectado por el cambio climático, por fuertes lluvias, completamos en 34 meses de lluvias continúas generando una afectación muy grande en el cultivo.
Hoy el clima nos está dando un poco la mano, estamos poniendo de nuevo el campo a tono, estamos haciendo todo un proceso de renovación de maquinaria, maquinaria más eficiente, más inteligente, que nos prueben información para un eventual futuro más automatizado, donde la inteligencia artificial seguramente va a jugar un rol muy importante y también en un escenario donde podamos empezar a explorar muchos más temas de eficiencia.
Creo que eso, cuando digo eficiencia, tocamos la parte energética, la parte operacional, estamos viendo qué otros usos, hay unas oportunidades en el escenario importantes que podemos hacer todavía derivadas de la caña de azúcar que podemos explorar, pero lógicamente esto requiere unos niveles de inversión importantes que estamos evaluando si lo hacemos como Riopaila Castilla, si buscamos socios externos y la dinámica, como te mencionaba anteriormente, la dinámica del país te va a ir dando un poco esa respuesta de cómo jugar y cómo desarrollar esas oportunidades.
En la parte energética hay una oportunidad muy grande, sobre todo en etanol, hoy estamos trabajando con un mix del 10%, pero hay una oportunidad grande de crecer para tener vehículos movilizados 100% a partir de etanol.
Bueno, por último hablemos de la parte medioambiental y social que es importantísima dentro de la compañía
Nuestra estrategia de negocio tiene cinco pilares. Uno de ellos es la estrategia ASG (Ambiental, Social y de Gobierno corporativo). En ese pilar tenemos cinco elementos: el primero nuestra gente y la apuesta es que más del 90% de las personas que trabajamos en la compañía residan en uno de los 36 municipios de operación.
Otro es la cadena de abastecimiento: hay personas en estos municipios de operación quieren ser empleadores, quieren tener su empresa, quieren tener su negocio y cómo nosotros involucramos del total de 1.1 billones de pesos que compramos anualmente, cómo hacemos para que el 25% de esas compras sean de proveedores locales, proveedores de la zona de bienes, obras y servicios.
El tercero que tiene que ver con desarrollo territorial. Y es que los municipios que están cercanos a las zonas de caña de azúcar, tienen el mayor índice de calidad de vida en Colombia.
Ahí trabajamos de la mano con las alcaldías, con las comunidades, con las organizaciones de base para a través de diferentes herramientas como el fondo concursable, el programa de caminos rurales donde también ayudamos en todo el tema de mantenimiento y recuperación de vías terciarias y rurales y a través de iniciativas como obras por impuestos podemos ir desarrollando cada vez más capacidades en estos territorios.
El cuarto elemento tiene que ver con la parte ambiental y lo llamamos agricultura positiva y es como yo trabajo primero en mi ruta de reducción a 2030 de nuestra huella de carbono.
Queremos llegar a la neutralidad de carbono en 2030. Nosotros al 2025 nos hemos puesto la meta de llegar a una reducción del 30%. El año pasado terminamos con 28% de reducción de huella de carbono. O sea que vamos en la ruta que es pero todavía tenemos mucho camino por delante.